La carrera artística de Silvia Pinal fue larga y prolija dentro del cine mexicano. Su fama a nivel internacional ocurrió cuando fue dirigida por el realizador hispano-mexicano Luis Buñuel, con quien Silvia Pinal filmó Viridiana (1961), El Ángel exterminador (1962) y Simón del desierto (1965). Buñuel supo aprovechar el talento actoral y la belleza de la actriz (nacida en la Ciudad de México en 1931 y fallecida en la misma ciudad, apenas hace unos días).

Viridiana es una coproducción hispano-mexicana filmada en España en la que el reparto actoral estuvo compuesto por actores españoles, pero con el protagónico principal a cargo de Silvia Pinal; es una adaptación de la novela de Benito Pérez Galdós, Halma, en la que el realizador hispano-mexicano hace una crítica a la hipocresía de la sociedad española gobernada por el franquismo (que en los momentos del rodaje era una sociedad muy conservadora, dado que el clericalismo –instrumento del régimen fascista– mantenía un fuerte control de la educación, la cultura y el arte en la península ibérica.

Buñuel filmó Viridiana en blanco y negro; no obstante, a través de toda la cinta se pueden apreciar excelentes planos (generales, de detalle y primeros planos). No cabe duda de que, como han señalado los expertos, la fotografía en un filme puede representar un alto porcentaje de su calidad y del impacto en el cine espectador. Con su alta calidad fotográfica, Viridiana logra atrapar al público desde el comienzo de la narración fílmica. Sin embargo, no sólo es la fotografía y los excelentes encuadres, sino también el montaje y las buenas actuaciones los que contribuyen a sumergirnos en la belleza de esta historia; y es, por supuesto, también el argumento.

La novicia Viridiana (Silvia Pinal) aspira a convertirse en monja; y en alguna ocasión, la madre superiora del convento en donde realiza su noviciado le conmina a que vaya a ver a su tío, quien ha pagado los estudios de Viridiana. Jaime (Fernando Rey) vive en una mansión lejos del convento, es viudo y se enamora de su sobrina, cuando ésta lo visita, lo que dará lugar a un intento de violación, la huida de la protagonista, el suicidio del adinerado tío y una serie de incidentes que en su momento provocaron tal escándalo que la película fue prohibida en España y fue Silvia Pinal quien rescató una copia del filme para que fuese exhibido en México y otros países. Viridiana ganó, al siguiente año, La Palma de oro del festival de Cannes, lo cual fue un golpe al reaccionarismo clerical y fascistoide del gobierno español y del Vaticano.