Cargando, por favor espere...

Internacional
México-Rusia: 135 años de amistad, desde los confines del mundo
Entre los Montes Urales y la Sierra Madre hay 11 mil 714 kilómetros de por medio, además del resto de Europa y el Atlántico; pero ningún obstáculo ha impedido que desde el Siglo XVIII surgiera el interés de mexicanos y rusos por encontrarse, dialogar y caminar juntos hacia un mundo mejor.


Entre los Montes Urales y la Sierra Madre hay 11 mil 714 kilómetros de por medio, además del resto de Europa y el Atlántico; pero ningún obstáculo ha impedido que desde el Siglo XVIII surgiera el interés de mexicanos y rusos por encontrarse, dialogar y caminar juntos hacia un mundo mejor.

En 135 años, Rusia y México han coincidido en varias coyunturas históricasProtagonizaron las dos revoluciones más trascendentes del Siglo XX y, pese a la diversidad de sus distintos modelos políticos, buscaron un horizonte común: expulsar el viejo orden, suprimir la tremenda desigualdad y alcanzar el desarrollo digno.

De esta confluencia derivó su combate conjunto al nazifascismo que provocó la Segunda Guerra Mundial (1939-1945); y que sus relaciones se mantuvieran cálidas durante la llamada Guerra Fría (1962-1979), porque siempre han mantenido un interés mutuo por descubrirse.

En octubre de 1963, los mexicanos recibieron emocionados al primer hombre en viajar al espacio extraterrestre, el ruso Yuri Gagarin; y el de Valentina Tereshkova, primera cosmonauta en completar 48 órbitas a la Tierra en tres días.

Consistentemente, rusos y mexicanos han alentado foros y causas internacionales por la defensa de la paz, la libertad, el desarme; la descolonización y la desnuclearización de América Latina; por el fin del Apartheid en norteamérica, y siempre han luchado juntos contra el imperialismo de Occidente.

La disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), que reunió a 15 naciones, y el colapso de otros bloques socialistas, generaron un enorme desafío para México porque se halló solo ante la avasalladora expansión del neoliberalismo económico y su falaz teoría del “fin de la historia”.

Después de este trance, en los albores del Siglo XXI, la Federación de Rusia dio una lección de resistencia frente el imperialismo occidental cuando dedicó su gran potencial energético al bienestar de su sociedad, en tanto se reposicionaba como un actor indispensable en la escena global. En este lapso siempre vio hacia México.

Transcurrido el primer cuarto de este Siglo XXI, cuando gran parte del Extremo Oriente, algunas naciones de África, el Medio Oriente y Sudamérica postularon un nuevo orden antihegemónico contra el neofascismo de Occidente, sería oportuno que México se sumara a esta visión descolonizadora en la que reforzará sus lazos con Rusia.

Disputa por las mentes

Hoy, como durante la Guerra Fría, se libra una batalla por la percepción del otro en las relaciones internacionales. Entre 1956 y 1991, la propaganda del gobierno imperial de Estados Unidos (EE. UU.) caracterizó a la URSS como un rival y una “amenaza para el mundo libre”; en tanto que José Stalin usó la táctica de atraer a los intelectuales, artistas y académicos de otras naciones interesados en el proceso soviético, sin requerirles militancia socialista.

El artífice de ese “frente ideológico” fue Andréi Zhdánov y a través de sus gestiones en México surgió el Instituto de Intercambio Cultural Mexicano-Ruso (IICMR) en 1944. En las labores del centro cultural destacaron Leopoldo Zea, José Chávez Morado, Alfonso Reyes y Emilio Abreu Gómez, entre otros intelectuales.

Uno de los múltiples frutos de este esfuerzo de convivencia diplomática con la Rusia soviética ocurrió el 18 de noviembre de 1959, cuando el Ilyushin II-18 turbo-hélice del viceprimer ministro de la URSS, Anastas Mikoyán, aterrizó en México.

Ese viaje, del que se cuenta haber sido planteado por el entonces líder soviético Nikita Jruschov, tuvo varios propósitos: proyectar el socialismo en América Latina, responder a la propaganda antisoviética de EE. UU. y fortalecer la relación comercial en un país donde el Estado controlaba la mayoría de los procesos industriales y económicos.

En el curso de esa visita se organizó la Exposición de Ciencia, Técnica y Cultura, magistral muestra de softpowerque, durante 20 días, difundió los avances industriales y científicos logrados en la URSS ante más de un millón de visitantes.

Los mexicanos apreciaron unas seis mil máquinas de uso industrial, petrolero, agrícola, médico y transportes de todo tipo, como el impresionante rompe-hielos Lenin.

El más visitado fue el Pabellón Espacial, que incluyó satélites que regresaron de su misión en la Luna, trajes de cosmonautas, reactores de energía nuclear y aceleradores de partículas, entre otras novedades.

En su informe al canciller Andréi Gromyko, el embajador Vladimir Mazhukin escribió que la exposición proyectó la imagen convincente de la modernidad soviética. Y el director del Banco de Comercio Exterior, Ricardo Zevada, declaró que la muestra destruyó cualquier duda sobre el origen real de los bienes soviéticos.

Sin embargo, la relación comercial no prosperó debido a la venta de 75 tractores soviéticos, modelo DT-54, pactada con ejidatarios de la Comarca Lagunera. Este fracaso se debió a la política comercial del entonces Secretario de Agricultura local con las firmas estadounidenses (Caterpillar, Ford y John Deere), refiere Vanni Pettiná.

Pero aun así continuó la estrategia de un frente ideológico común. Mientras EE. UU. saturaba la escena con su triunfalismo capitalista, a México llegaban artistas soviéticos de compañías de ballet, como el Bolshoi y el Kirov; así como el sorprendente Circo de Moscú y el fascinante espectáculo de danzas y cantos del Ejército Soviético.

También fue exitoso el apoyo educativo de la URSS a mexicanos que se formaron en sus prestigiados centros educativos, como la Universidad de la Amistad de los Pueblos, la Patrice Lumumba y la Universidad Estatal Lomonosov.

Esa relación se afianzó también con la información que llegaba en libros y revistas que, desde los años 30, producía la empresa Ediciones Frente Cultural, que mostraba los avances soviéticos en química, física, matemáticas, arte, ciencia ficción y literatura.

El IICMR publicaba, asimismo, una revista mensual con novedades de geología, cine, economía, música y tecnología. Ya en los años 60, miles de mexicanos accedieron a ejemplares de bajo costo y buena calidad editados por la entrañable Mir (Progreso); y no pocos iban a la embajada para consultar la colección de periódicos Pravda.

Durante décadas, la emblemática revista URSS llegó a las casas de muchos mexicanos que con gran sorpresa leían las reseñas de logros y retos del socialismo en el país más grande del planeta.

Ya a todo color, en los 80, esa revista explicaba el proceso de la Perestroika y la Glasnost; y así también mostró la mirada rusa sobre la crisis en Centroamérica y reveló la preocupación de los obreros por su contacto con sustancias peligrosas.

Detrás de tal proeza de difusión estuvo el interés del Soviet Supremo por acercarse a América Latina cuando no solamente se disputaba el control de las mentes, sino también el de territorios como Vietnam y Nicaragua.

Ciencia rusa para todos

México y Rusia han dialogado a través de la ciencia y ha formado fecundos vínculos. El biólogo Nikolái I. Vavílov visitó México en dos ocasiones (1930 y 1932); fue uno de los mejores científicos de su tiempo, según Julian Huxley, y se le comparó con Alexander von Humboldt.

Ante la Academia de Ciencias de la URSS, Vavilov destacó que nuestro país era el “acumulador de abundancia de especies” y que, por sus variedades de maíz, frijol, maguey, agave y aguacate, debía considerarse la “cuna de la cultura agrícola primitiva”.

Yuri Knórosov, lingüista, historiador y etnólogo soviético, descifró los glifos de los códices mayas y, con la identificación de sus valores fonéticos, evaluó el enorme avance multidisciplinario de la cultura maya. Knórosov visitó México en 1992 y, por su gran trabajo, recibió la Orden del Águila Azteca en 1995.

Al disolverse la URSS, México enriqueció su plantilla científica con intelectuales y artistas a quienes insertó a través del Programa de Atracción para Extranjeros de la academia mexicana. En 1991 llegaron el matemático Alexander Gelbukh, que presidió la Sociedad Mexicana de Inteligencia Artificial; los científicos Anna Iliná, Alexander Balankin y el arquitecto Vladimir Kaspé, entre otros académicos.

Desinformar y atemorizar

Y así como en 1924 México fue el primer país del hemisferio occidental en reconocer a la URSS, en este Siglo XXI, muchos analistas piensan que una convergencia de esfuerzos en la defensa común de su soberanía entre los 153.5 millones de rusos y los 133.4 millones de mexicanos haría posible la construcción de un mejor futuro.

Sin embargo, la violencia supremacista neocolonial estadounidense erosiona esta comunión y la autodeterminación de México, porque sabe que su ampliación impediría el saqueo de sus recursos humanos y naturales. Por ello amenaza con intervenir en su territorio con cualquier pretexto.

Este interés mezquino cierra a México el acceso a la información veraz sobre Rusia. Al privar a millones de mexicanos de fuentes alternativas, que les permitan contrastar el discurso imperialista con la verdad, los imposibilita para responder a la rusofobia de quienes ni siquiera ubican a Rusia en un mapamundi.

Sin aviso ni explicación, suscriptores mexicanos de plataformas de televisión por cable quedaron sin acceso a la amplia oferta informativa y de esparcimiento de Russia Today (RT); y cada día crece la campaña de descalificación al trabajo de Sputnik, Novosti y TASS, entre otras agencias informativas.

Con ello se trata de evitar las versiones de fuentes directas sobre los sucesos en Ucrania o el Medio Oriente. Es una estrategia del Departamento de Estado de EE. UU. para perpetuar el desconocimiento; que beneficia a los concesionarios de televisoras y radiodifusoras de ese país, que han hecho de la ignorancia un buen negocio.

Esa situación alienta la permanente campaña de engaño del Tío Sam, como el incluido en un artículo de El Sol de México (24 de noviembre de 2025), en el que se afirma que EE. UU. “advierte campaña de desinformación rusa en México”; luego de que The New York Times citara un telegrama diplomático (sin identificar receptor ni emisario), alertando sobre la expansión “repentina y espectacular” de RT

 

México y Rusia en el mundo malva

En el Siglo XVIII se produjo el encuentro entre rusos y mexicanos, poco después de que el navegante Vitus Behring cumpliera la orden de la visionaria zarina Catalina II La Grande, de confirmar la existencia de un paso hacia el noreste de América. Después de cruzar el hoy Estrecho de Behring, y llegar a Alaska (bajo dominio español) los rusos fundaron la ciudad de Sitka.

Ahí, más tarde, el barón ruso y gobernador local Ferdinand von Wrangel pactó un acuerdo comercial con mexicano-españoles. Entre 1841 y 1867, los rusos avanzaron al sur dirigidos por el capitán Nikolai Rezánov y crearon en California el Fuerte Ross y la Compañía ruso-americana. Pero su presencia terminó durante la guerra hispano-rusa y Alaska fue vendida a EE. UU.

En 1890, cuando el colonialismo de la Época Victoriana británica aún dominaba el mundo, EE. UU. vivía su Edad de Oro, a la que llamaba Década Malva, por el colorante creado por Henry Perkin y con el que se impuso una nueva moda en la vestimenta.

Ese año, el zar Alejandro III envió al Baron Rosen a México como su primer embajador; y Porfirio Díaz designó al exgobernador del Estado de México, Pedro Rincón Gallardo como su representante ante el zar.

Rosen llegó a un México que exportaba minerales y en el que se instituían el primer Servicio Geológico Nacional y la Biblioteca Botánica; fluía la inversión extranjera, Ignacio Manuel Altamirano y Vicente Riva Palacio eran exponentes de la literatura y la burguesía se afrancesabaRusia desarrollaba su industria, Alejandro Pushkin y Nikolay Karamzin enriquecían la literatura, Igor Tchaikovski ofrecía su obertura y Rimski-Kórsakov creaba la suite Sherezade.

 

Caminata de 135 años

En 1925, la Unión Soviética envió al erudito y excombatiente de la Revolución de Octubre, Stanislav Pestkovski como su primer embajador. México designó al educador y funcionario Basilio Vadillo. El diplomático ruso encontró un país cuyos habitantes se repartían entre el campo y la ciudad durante los “fabulosos veintes”. En los cafés y tertulias de la capital se platicaba sobre la Revolución Soviética, se admiraba el muralismo mexicano y el incipiente uso de la electricidad alentaba funciones del cine mudo.

Un año antes había fallecido Vladimir Ilich Uliánov, Lenin, en la aún joven URSS y donde la Revolución era gobierno. La sorprendente “bombilla de Ilich” transformaba la vida cotidiana, los cines exhibían Potemkin, de Serguéi Eisenstein y la geométrica Casa Mosovet, del arquitecto Alexander Ródchenko, asombraba a los moscovitas.

A Pestkovky lo sucedió Aleksandra Mijáilova Kollontái en 1926, la llamada Embajadora Roja,quien apoyó a Lenin en su visión en torno a los soviets y primera mujer al frente del Sovnarkom (Consejo de Comisarios del Pueblo). Su breve estancia fue fructífera, como consignó en sus Memorias.

En 1943, el Kremlin envió al lingüista y corresponsal de TASS, Konstantin Umansky. Ante Manuel Ávila Camacho, el soviético habló en inglés y prometió aprender castellano; lo hizo en tres meses. México envió al abogado, maestro y diplomático Narciso Bassols-Luis Sánchez.

Luis Echeverría Álvarez fue el primer presidente mexicano en visitar la URSS y Carlos Salinas de Gortari el último en hacerlo antes de la disolución soviética. En 2004, el presidente Vladimir Putin visitó México y, hasta 2017, Enrique Peña Nieto fue el último en visitar Rusia.

En 2021, en su intento por estrechar la relación, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, pactó un acuerdo de exploración pacífica del espacio ultraterrestre. Aún no ha entrado en vigor.

 

Solidaridad 

Un hito en la relación entre México y Rusia fue la misiva al presidente Álvaro Obregón, del director de la Cruz Roja Rusa en América, David H. Dubrowsky, quien desde Nueva York agradeció la ayuda enviada a víctimas por la hambruna en la región del Volga durante la intensa sequía de 1921-1923.

El mensaje del soviético, transmitido el 25 de mayo de 1923, agradeció el “puente” construido por ambos Estados a pesar de sus respectivos avatares. Ese acercamiento culminó con la formalización de la relación entre nuestro país y la URSS el dos de agosto de 1924.

Noventa años después, el 30 de marzo de 2020, se declaraba el Estado Mundial de Emergencia Sanitaria por la pandemia de Covid-19; y en abril, ante el abusivo acaparamiento de antígenos por EE. UU. y Europa, México recurrió a Rusia.

La respuesta fue rauda y fraterna. Llegaron a nuestro país millones de vacunas Sputnik V,recién creadas y envasadas en el moscovita Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya.

Sin embargo, el 24 de febrero de 2022, cuando Rusia lanzó su Operación Militar Especial para desnazificar Ucrania, México no respaldó la aplicación de sanciones que Occidente impuso sobre Kremlin. Y después del asalto a la sede diplomática de México en abril de 2024 por fuerzas de seguridad de Ecuador, Rusia se solidariza con nuestro país.

Esas acciones de hermandad ruso-mexicana exhiben el más alto significado del vocablo “solidaridad”.


Escrito por Nydia Egremy

Internacionalista mexicana y periodista especializada en investigaciones sobre seguridad nacional, inteligencia y conflictos armados.


Notas relacionadas

Sheinbaum acepta invitación de Trump de regresar a Washington.

En pruebas con sangre humana y en modelos animales, la terapia fue capaz de atacar el virus latente, que es cuando este se encuentra “dormido”.

El tratado podría extenderse 16 años más, hasta 2042, o lo renovarán de manera anual hasta 2036, fecha en la que podría terminar.

Hasta la fecha, sólo alrededor de ocho mil palestinos han logrado ser evacuados desde que comenzó el asedio israelí en la Franja de Gaza.

Destacó que los obispos venezolanos trabajan para calmar la situación.

Indonesia y Sri Lanka son las naciones más afectadas.

El gobierno de Japón, instigado por su homólogo de Estados Unidos (EE. UU.) que está interesado en generar una crisis en el extremo oriente, crispó su relación con la República Popular China (RPCh) al acusarla de que planea un improbable ataque a Taiwán.

Desde el pasado 1 de septiembre, las fuerzas estadounidenses han destruido más de 20 lanchas y causaron la muerte a más de 80 personas.

El gobierno chino ha declarado la robótica humanoide como un sector estratégico para el crecimiento.

El reclutamiento lo lleva a cabo la empresa estadounidense RMS International, con sede en Florida y que se especializa en servicios de seguridad.

La emergencia alcanzó nivel 5 y dejó a residentes atrapados en un complejo con cerca de dos mil unidades.

Israel pone en marcha nueva operación militar en Cisjordania.

El bloque crece en comercio y financiamiento alternativo, abriendo nuevas puertas a la región.

Estados Unidos no participó en el acto final, pese a ser el próximo país que asumirá la presidencia rotativa del grupo.