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¿Se puede calcular la probabilidad de morir? ¿Puede una persona de setenta años tener la edad biológica de cincuenta? ¿Qué ocurre en nuestro cerebro cuando morimos? ¿Hay semejanza entre el efecto de ciertas drogas psicodélicas y las experiencias de personas que estuvieron al borde de la muerte?
En la mitología griega, las Moiras tejían un hilo cuando alguien nacía y lo cortaban al momento de su muerte. ¿Cuándo ha de cortarse y qué ocurre en ese momento, de acuerdo con la ciencia?
Cando se trata de salud y de muerte la actuaría (disciplina que aplica modelos matemáticos y estadísticos a la gestión de riesgos en contextos financieros, por ejemplo, en seguros) se asoma por la ventana. En 1825, el matemático y actuario inglés Benjamin Grompertz formuló su “Ley de la Mortalidad Humana”. Esta ley indica la probabilidad de morir en un año determinado y resulta que ésta se duplica cada ocho años. Por ejemplo, si a los 25 años la probabilidad de morir es de uno entre tres mil (0.033%), a los 33 será de uno entre mil 500, es decir, 0.066 por ciento. Esto se ha demostrado de manera empírica en las estadísticas de mortalidad de numerosos países. En 1860, William Makeham agregó al modelo una constante que no depende de la edad y que contempla el azar, accidentes, malnutrición, enfermedades, etc. “Las casas de seguros saben entonces cuándo nos vamos a morir” (Juan José Millás).
¿Puede medirse la velocidad a la que envejece el organismo, es decir, nuestra edad biológica? Sí. Es en lo que Mónica de la Fuente del Rey, eminente bióloga, médica e investigadora de la Universidad Complutense de Madrid, ha trabajado por más de tres décadas. Ella define la salud como la capacidad de adaptarnos a los continuos cambios internos y externos que experimentamos, y al envejecimiento como la pérdida generalizada de la función del organismo. Para tener buena salud se requiere el adecuado funcionamiento e interrelación de los sistemas nervioso, endocrino e inmunológico. La ciencia que estudia cómo dichos sistemas se comunican entre sí se denomina Psiconeuroinmunoendocrinología.
El sistema inmunitario, dada su accesibilidad, es un buen indicador de la edad biológica. Partiendo de una muestra de sangre, se separan y analizan las células inmunitarias, fagocitos, linfocitos y las natural killer (que de manera natural eliminan cánceres). De los datos obtenidos se forma un modelo con cinco variables (inmunity clock), que determina la edad biológica de la persona.
Estos estudios (con casi un 90 por ciento de fiabilidad) demuestran que una parte del envejecimiento depende de nuestros genes y la otra la podemos modificar con nuestros hábitos. Una persona con ansiedad está envejeciendo más deprisa que una persona sana. Lo mismo ocurre con la obesidad. Por el contrario, el ejercicio moderado, la buena alimentación, buenas compañías y emociones positivas se relacionan con edades biológicas bajas.
Existe una diferencia entre la muerte clínica (paro cardiorrespiratorio) y la muerte cerebral. ¿Qué ocurre con nuestro cerebro en ese momento? El cerebro entra en hiperalerta debido a un incremento en la actividad eléctrica producida unos segundos antes de la muerte cerebral.
Aproximadamente un 20 por ciento de las personas reanimadas después de la muerte clínica experimentaron alucinaciones de acuerdo con un experimento realizado por el Imperial College de Londres en 2018. Este experimento mostró similitudes entre estas alucinaciones y las generadas por el consumo de DMT (dimetiltriptamina), una potente droga psicodélica. Los puntos en común eran la sensación de trascendencia en el espacio y el tiempo y la unidad con personas y objetos.
Estas investigaciones contribuyen a reducir la angustia, el miedo y la ansiedad antes de la muerte. Lejos de ser tenebroso ese momento puede ser incluso agradable.
¿Será que estos opuestos se tocan, como dijo Chris Timmermann (director del experimento), “podemos encontrar la muerte en la vida y en las experiencias de la vida”, o se excluyen: “mientras existimos, la muerte no está presente, y cuando la muerte está presente, nosotros no existimos” (Epicuro)?
Los moquitos tienen un sentido del olfato sumamente fino.
El sistema CRISPR/Cas9 es considerado como el método más simple, versátil y preciso de manipulación genética.
El ser humano ha entendido las diferentes formas de vida a través de la observación, distinguiendo las similitudes y diferencias de los organismos.
El Meteorito de Allende abrió “una ventana para entender el origen del Sistema Solar” y junto a otro célebre meteorito “mexicano” de hace 66 millones de años en el área submarina de Chicxulub, ha aportado importantes conocimientos científicos sobre la historia de la Tierra.
Las lombrices desempeñan un papel fundamental en la producción de granos; sin ellas no podríamos comer pan dulce ni esos deliciosos bolillos recién horneados o tortillas recién salidas del comal.
Para Pitágoras, el conocimiento no se agota con lo empírico, porque su esencia está en el segundo, se encuentra donde está el número, concebido como una relación abstracta (no de cálculo).
Este primero de diciembre, después de medio día, se esperan apagones en señales de radio y GPS; así como en teléfonos celulares y el internet, esto luego de que una tormenta solar denominada “Caníbal” golpee nuestro planeta.
En el ámbito de la astronomía, Galileo no solo confirmó que la Tierra se movía en torno al Sol y se burló de los inquisidores del Santo Oficio.
En nuestro país, el uso indiscriminado de fertilizantes químicos en la actividad agrícola se ha vuelto muy importante debido al empobrecimiento de los suelos.
Las consecuencias de la desatención del programa de vacunación infantil ya se están manifestando, pues hay rebrotes de Sarampión y Tuberculosis.
La tarde del miércoles 8 de mayo se registró un enfrentamiento entre estudiantes y porros
La importancia de su trabajo científico radicó en que se adelantaron a predecir lo que pasaría antes de la completa destrucción de la capa de ozono (O3).
“Es por demás evidente que la acusación que se ha lanzado desde la FGR es absurda e impropia de un país gobernado bajo principios mínimos de Estado de derecho".
La luminiscencia se encuentra, entre otro organismos, en estrellas de mar, tiburones y los dinoflagelados que, al emitir luz, hacen que el mar se llene de vida con olas brillantes, proyectando luz a lo largo de las costas.
Se observaron más microplásticos en los polvos atmosféricos cerca de los centros industriales, comerciales y urbanos como: Tlalnepantla, Iztapalapa y La Merced.
Escrito por Daniel Lara
Licenciado en Física por la UNAM y Maestro en Administración de Negocios. Docente de Física y Matemáticas en la UDEG y en la UPA. Actualmente se desempeña en la Dirección General de Estadísticas Económicas del Inegi.