Cargando, por favor espere...

China defiende su postura de paz ante la ONU
Al defender el principio de una sola China, el país “no solo defiende su soberanía e integridad territorial, sino también salvaguarda la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán", sostuvo Wang Yi.
Cargando...

“Debemos optar por la paz y oponernos a la guerra”, refirió el ministro de Relaciones Exteriores en China, Wang Yi, ante el pleno de la Asamblea General de la ONU el sábado pasado.

El funcionario chino explicó que es una violación al principio de una sola China la injerencia de países extranjeros al conflicto que mantiene con Taiwán y que su nación combatirá estas acciones separatistas.

Al defender el principio de una sola China, el país “no solo defiende su soberanía e integridad territorial, sino también salvaguarda la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán. Sólo cuando China esté reunificada podrá haber “paz verdadera en el estrecho de Taiwán”, recalcó.

En el asunto de Rusia, el ministro también fue muy claro, y dio a entender que apoya todos los esfuerzos encaminados a la resolución pacífica de la crisis en Ucrania.

Para resolver los conflictos mundiales, explicó, los mandatarios de las naciones deben defender la igualdad y rechazar la intimidación, deben respetar al resto de países, sean grandes o pequeños, como lo detalla la Carta de la ONU.

“Llamamos a todos los actores implicados a evitar que la crisis se extienda y a proteger los intereses legítimos de los países en desarrollo”, sostuvo.


Escrito por Fernando Landeros

Periodista


Notas relacionadas

Desde el año pasado, China anunció la construcción conjunta de la comunidad de futuro compartido China-Asia Central, como una decisión histórica en el contexto actual para proteger los intereses básicos de los pueblos.

Sobre las declaraciones de la Secretaria del Tesoro de EE. UU., Janet L. Yellen, de que los químicos para la fabricación ilícita de fentanilo proceden de China, éste se posicionó al respecto y al tiempo que lamentó las afirmaciones de Yellen.

Su historia, -del Partido Comunista Chino-, desde Mao hasta Xi, encierra grandes lecciones para los partidos revolucionarios del mundo.

En las últimas décadas, en medio del colapso repetido de las “teorías del colapso de China”, China ha pasado de ser un país pobre y atrasado a convertirse en la segunda economía más grande del mundo.

En busca de un progreso conjunto de todos los países y regiones a lo largo de la Franja y la Ruta, la iniciativa trata de inyectar un nuevo vigor a la economía mundial, comenzando con la interconectividad infraestructural.

Los pueblos del mundo deben cambiar su concepción sobre la palabra socialismo y para ello deben ver en China cómo es posible la construcción de una sociedad más justa, desarrollada, equilibrada, libre de pobreza extrema. Veamos en qué consiste la tarea.

La República Popular China (RPCh) ha pasado de la extrema pobreza y las hambrunas a ser la segunda economía mundial con un crecimiento anual promedio de 9.4 por ciento.

Se trata de una prueba fácil de usar y transparentes, destacó la oficina de Ciencia y Tecnología de la ciudad de Wuxi.

El sistema económico estadounidense se halla en decadencia; EE. UU. está empeñado en restituir el mundo bipolar que existió hasta la caída de la Unión Soviética en 1989; mientras, hoy en gran parte del orbe emerge un régimen de vida económico y político multipolar.

A China sólo le bastó con liberar un producto para echar abajo todo el humo que traía consigo la inteligencia artificial occidental.

A unos 50 kilómetros de Pekín, en un valle al sur de la montaña Tianshou (Longevidad del Cielo) en el distrito de Changping, encontramos la vida cotidiana de esa China profunda.

Al evento asistieron más de 200 personas, incluidos jefes de más de 10 países y organizaciones internacionales.

Durante el encuentro se destaca la adhesión de Nicaragua a la iniciativa de la Franja y Ruta de China.

El Foro se dio en torno a tres temas: el intercambio de experiencia de gobernación y administración del Estado en China y México, la cooperación entre China y México en la pospandemia, y la gobernanza mundial y desarrollo común.

Guterres expresó su confianza en que "China seguirá avanzando en sus esfuerzos por no dejar a nadie atrás".