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Los compromisos contraídos con individuos y grupos de poder, todas la cláusulas no escritas, pero sobreentendidas, de un pacto para lograr el apoyo de poderosas fuerzas económicas y políticas y así acceder al primer puesto de mando, tienen que cumplirse al pie de la letra, so pena de recibir el embate, el castigo de esas fuerzas que reclaman el pago de sus favores. Dicen que eso pasa a quienes sellan un pacto con el diablo: consiguen sus favores y después intentan burlarse y marcharse sin pagar; eso parece estarle ocurriendo al Presidente de la República en su pacto con fuerzas aparentemente antagónicas cuyos intereses ofreció proteger.
Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dio garantías a la clase empresarial y a sus asociaciones de que sus ganancias no se verían afectadas. La promesa de cancelar la reforma educativa, aprobada a principios del sexenio anterior, sigue sin cumplirse; ésta prevaleció contra viento y marea y no ha sido modificada a pesar del rechazo del magisterio y sus organizaciones sindicales. La iniciativa presidencial, que supuestamente superaría las deficiencias de la anterior reforma, no es más que la repetición de la anterior, con unas cuantas frases cambiadas y algunas concesiones al experto forcejeo sindical, como respuesta a los compromisos electorales de AMLO; pero en esencia propone el mismo modelo educativo que promovieron las administraciones del “abolido” neoliberalismo.
En su prolongada campaña, AMLO prometió la derogación inmediata de la reforma educativa, que afectaba los intereses del magisterio y de toda la población; así consiguió el apoyo de organismos “de izquierda”, como la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que en el pasado sirvió muchas veces como instrumento del gobierno para agredir violentamente a luchadores sociales en el campo de la educación; baste recordar el atentado de la CNTE en Morelia, Michoacán en contra de maestros, padres de familia y niños que habían hecho realidad el proyecto de Escuelas de Tiempo Completo (buzos 651). Esta organización, adherida a Morena y aliada de AMLO en su campaña, hoy se vuelve en contra de su antiguo adalid y le exige el cumplimiento de una promesa con la que atrajo un buen número de votos: la cancelación total de aquella reforma educativa, tan atacada por él. ¿A quién de todos le cumplirá AMLO, a fin de cuentas?
Nuestro reporte especial de esta semana repasa el caso y consulta la opinión de expertos para llegar a la conclusión de que el Presidente y todo su partido, Morena, están entrampados por sus promesas, sus pactos, sus compromisos, muy difíciles de cumplir; los analistas concluyen que no podrá abrogar la reforma educativa como prometió, porque ésta conviene a las fuerzas económicas y políticas más poderosas del país; cuando eso se evidencia, la CNTE mostrará su verdadera naturaleza. La contradicción se desarrolla aceleradamente; incluso la exlíder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que hasta hace poco permanecía en la sombra y que fue reivindicada por el propio AMLO, hoy hace acto de presencia para reprobar la “nueva” reforma educativa y de paso la “Cuarta Transformación”.
Escrito por Redacción