Cargando, por favor espere...

"Esperando a los bárbaros"
La cinta, del realizador chileno Ciro Guerra, es una parábola que refleja lo que es el eurocentrismo. La historia se basa en la novela homónima del escritor sudafricano (premio Nobel) J. M. Coetzee.
Cargando...

Joseph Borrell, jefe de la diplomacia de la Unión Europea, en una declaración muy criticada por los medios de comunicación progresistas, pero ocultada o banalizada por los medios de comunicación corporativos de Occidente, dijo que: “mientras Europa es un jardín, el resto del mundo es una jungla”. Para este político, como para muchos dirigentes políticos y miembros de las clases adineradas de lo que hoy se conoce como Occidente (en donde no solo se consideran los países europeos, sino también Estados Unidos, Canadá y países de población anglosajona, como Australia, Nueva Zelanda, etc.), solo esos países se pueden considerar verdaderamente “civilizados”, dignos de admirar por el resto de países del planeta Tierra: esto se conoce desde hace siglos como eurocentrismo.

El eurocentrismo es la concepción racista, supremacista de los países europeos y los países que se encuentran en otros continentes y cuya población es descendiente de europeos del norte del viejo continente. Para el etnocentrismo europeo, solo la cultura europea ha brindado progreso, avances científicos y culturales a toda la humanidad y solo los regímenes socioeconómicos capitalistas de origen europeo son los que se pueden considerar “democráticos” y dignos de imitar por ser los más avanzados en “justicia”, en “desarrollo cultural” y en todo tipo de manifestaciones artísticas o científicas. Pudiéramos decir que ese etnocentrismo europeo tuvo su expresión más extrema y brutal con la ideología y práctica del nazismo alemán; expresión que condujo a la más devastadora conflagración que ha conocido la humanidad y que dejó el saldo de más de 60 millones de muertos.

Esperando a los bárbaros (2019), del realizador chileno Ciro Guerra, es una parábola cinematográfica que refleja con buena dosis de dramatismo lo que es ese eurocentrismo. La historia se basa en la novela homónima del escritor sudafricano (premio Nobel) J. M. Coetzee. La adaptación al cine permite a Ciro Guerra hacer algunas variantes sobre la historia de Coetzee, pero respetando la esencia de la historia literaria.

En alguna región de Asia central existe un destacamento de un ejército europeo, quien cuida esa porción de una colonia. La autoridad en esa región la ejerce un magistrado (Mark Rylance). El magistrado recibe la visita del coronel Joll (Johnny Depp), un despiadado carnicero que tiene la idea preconcebida de que las tribus nómadas que habitan la comarca son enemigos de la nación colonizadora. Este prejuicio y su naturaleza de militar cuya ideología es el supremacismo racial, lo lleva a iniciar una serie de actos de brutal represión hacia los nómadas. El magistrado, quien no ve ningún peligro y se ha adaptado a convivir con los habitantes autóctonos, le reclama a Joll, pero éste no acepta ninguna observación.

El magistrado encuentra en el poblado a una joven mujer, perteneciente a una tribu nómada (Gana Bayarsaikhan), quien ha sido torturada por el ejército colonialista; ella tiene quebrados los huesos de ambos tobillos y padece cierto grado de ceguera. El magistrado la lleva a su domicilio y le aplica curaciones en los tobillos (en la historia cinematográfica el magistrado tiene una relación con esta mujer basada en la empatía, mientras que, en la novela, el magistrado tiene relaciones basadas en el sexo). El magistrado decide llevar a la nómada a su tribu, en un lugar lejano al poblado, a su regreso se encuentra que todas sus pertenencias han sido revisadas por órdenes de un oficial del destacamento militar invasor (Robert Pattinson) y él es acusado de traición. Es encarcelado, torturado y sometido a humillaciones públicas. Finalmente, los bárbaros se rebelan y se lanzan en contra de los invasores europeos.

Esperando a los bárbaros parece una premonición sobre lo que está ocurriendo y seguramente se agravará en los próximos años: Occidente será enfrentado por los “bárbaros”; por aquellos que no pertenecen al “jardín europeo”. Occidente está en plena caída y la hora de las naciones progresistas como China, Rusia, etc. está llegando. El mundo se acerca a una transformación dialéctica, no cabe duda.


Escrito por Cousteau

COLUMNISTA


Notas relacionadas

Edición impresa

Editorial

El verdadero culpable del atentado contra Trump


La venta de armamento es un fructífero negocio; las más perfectas y mortíferas armas dejan fabulosas ganancias a los capitalistas.

Sociedad anónima

Sociedad anónima 1143