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Platón señala que uno de los delitos más graves que pueden cometerse en contra de la sociedad es desobedecer las leyes y utilizarlas en beneficio propio, malversarlas irracionalmente, en otras palabras, apropiarse de las leyes: esclavizarlas. Quien suplanta la ley utilizándola en favor de su persona o de un grupo de su misma calaña merecería, de acuerdo con Sócrates, la pena de muerte.
Por otro lado, el pueblo estaría en su derecho de cambiar sus leyes, pero esto ha de hacerse con base en la legalidad, para que así, el ser humano no caiga en poder del ser humano, sino que siempre obedezca a la racionalidad que está intrínseca en lo legal. Para que las leyes sean justas, es decir, que no estén a expensas de un tirano, o de alguna camarilla de tiranos, deberán estar más allá de los hombres y de las mujeres, más allá de todo el pueblo. Fue así como se estableció la ciudadanía en la Ilustración, en donde se dedujo que las personas obedecerían a la ley obedeciéndose a sí mismas, y esto las convertiría en seres libres.
Así, en la Ilustración se planteaba que no existiera ya una obediencia a un duque, a un rey, a un sacerdote o a un Dios; obedecer a la ley implica, en este caso, obedecerse a uno mismo. Fue esto lo que caracterizó a la Modernidad y de lo cual estamos todavía muy lejos, pese a que en determinado momento pareció que el advenimiento de la razón y de las leyes estaba en su esplendor; Hegel incluso planteó que finalmente la razón gobernaba el mundo, como alguna vez lo concibió Anaxágoras.
Dada la Revolución Francesa parecía, pues, que realmente la razón comenzaba a gobernar el mundo. Sin embargo, al tiempo que comenzó a forjarse el proyecto de ciudadanía de la Modernidad, sobrevino el proyecto de la sociedad capitalista. Así, mientras la Ilustración intentaba forjar una ciudadanía, por el patio trasero de la historia fue surgiendo el proletariado, de acuerdo con la reconocida historiadora francesa Florence Gauthier.
Las leyes ciudadanas, entonces, no fueron planteadas originalmente para servir al capital, sino que quienes defendieron a éste las utilizaron oportunamente en su favor, es decir, las esclavizaron. Y al día de hoy las leyes y la población están sometidas al dominio del capital. Bajo las leyes del mercado, la población entera está sometida; y en lugar de ciudadanía lo que hay es gente explotada: proletariado. La explotación de las mayorías es una condición sine qua non para el capitalismo; solamente al eliminar la explotación y las injusticias de este sistema cualquier persona podría no depender de la voluntad del capital, es decir, que podría no depender de la necesidad de trabajar para poder subsistir, podría darse autonomía a sí mismo, es decir, podría ser ciudadano.
Los medios de vida, como la vivienda, el agua potable, los servicios de salud, la educación y la comida, son necesarios para que un ser humano se forje como ciudadano en el sentido de la Ilustración, puesto que para llegar a ser un ciudadano responsable que pueda desarrollarse íntegramente, que pueda independizarse, es preciso que no esté sometido a la necesidad de esclavizarse en el modo de producción capitalista. El proyecto humanista de la Modernidad podría ser alcanzado si de esta sociedad explotada surge su sepulturero natural: un proletariado autoconsciente que la enfrente y la supere.
Las Dos Sesiones han demostrado plenamente la ley de oro del desarrollo de China. Con las cinco letras de la palabra China, quisiera analizar las cinco señales transmitidas:
El salario promedio mensual en esta ocupación fue de ocho mil 120 pesos
Rodrigo Lara, presidente de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos CDMX, señaló que el plan y el programa están mal hechos; no abordan temas fundamentales como el del agua.
Que este primero de Mayo sirva como una nueva campanada para que los trabadores de México retomen su lucha con mayor determinación, convencidos de la urgente e inaplazable tarea de construir una sociedad más justa y solidaria.
El hambre golpea aún más que antes de la pandemia. Más de 42 millones de habitantes de América Latina y el Caribe padecen hambre.
Donald Trump firmó el documento correspondiente y el pueblo trabajador de nuestro país debe saberlo y hacer conciencia de su gravedad.
En la enajenación ideológica la clase trabajadora extravía su concepción del mundo.
El problema es grave, los cárteles están en todo el territorio nacional. Nuestros gobernantes están en contubernio con los criminales y en el mejor de los casos “son de chocolate".
Estamos ante una monumental y despreciable campaña propagandística para ocultar el hambre, la sed, las enfermedades, el sufrimiento indecible que ya padece, y que se incrementará, la clase trabajadora de Acapulco y sus alrededores.
¿Por qué hoy Morena no hace un fideicomiso con sus prerrogativas para ayudar a los damnificados del huracán Otis? Porque solo piensa en las elecciones, y porque ayudar a los damnificados es poco rentable electoralmente.
Trabajadores del Poder Judicial se manifestaron frente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para exigir la eliminación de la Reforma Judicial.
Informaron “se viene registrando tras la apertura total de la línea”.
A casi una semana de los hechos aún nadie responde a la cuestión ¿Por qué atacar a Moscú?
No hay duda, por último, de que cuando AMLO habla de moral, lo hace invocando la moral burguesa, la del poder político, la que controla la economía y las leyes, y no la moral humanitaria de las clases trabajadoras del pueblo mexicano.
¿Por qué ha fracasado la izquierda en AL? ¿Qué ha hecho que perdió la confianza de la gente? ¿Aún puede encabezar las grandes transformaciones que la realidad demanda en los países latinoamericanos?
Escrito por Betzy Bravo García
Investigadora del Centro Mexicano de Estudios Económicos y Sociales. Ganadora del Segundo Certamen Internacional de Ensayo Filosófico. Investiga la ontología marxista, la política educativa actual y el marxismo en el México contemporáneo.