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Con Morena dos años sin agua en Chimalhuacán e Ixtapaluca
“Es absurda y contradictoria la manera de trabajar de Morena... Los vecinos nos vemos en la necesidad de pagar entre 600 y 800 pesos a las pipas privadas o de plano estar reutilizando el agua”, denunció afectado en Ixtapaluca.
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Cerca de 300 mil habitantes de estos municipios en la región oriente del Estado de México (Edomex) sufren la falta de agua potable, debido a las deficiencias en la operatividad de las redes hidráulicas y la corrupción de los gobiernos locales.

 

Esto ocurre desde hace dos años, cuando a la administración municipal de Chimalhuacán e Ixtapaluca accedieron políticos de Morena, que en sólo un bienio “lograron” abatir a cero la cobertura de agua que antes funcionaba a más del 90 por ciento en una docena de colonias populares. 

Por ello se sienten despojados de su agua los vecinos de las comunidades San Buenaventura, Jiménez Cantú, Ayotla y Marco Antonio Sosa, de Ixtapaluca; y Hojalateros, San Agustín, Balcones de San Agustín, Labradores, Fundidores, Acuitlapilco, Tlatel Xochitenco y Ejido Santa María (ESM), en Chimalhuacán.

 

 

Antes de 2021, estos mexiquenses disfrutaban del suministro permanente del vital líquido, pero desde que Morena asumió el control de los gobiernos municipales se instaló también la escasez y la contravención al Artículo 4º de la Constitución General de los Estados Unidos Mexicanos, que establece que “Toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible”.

Entre las víctimas de la carencia de agua en Ixtapaluca se halla Vicente Martínez Montaño, quien informó que en la colonia Marco Antonio Sosa el líquido únicamente se abastece una vez a la semana durante dos horas, suministro que resulta insuficiente para sus más de 200 habitantes.

“Es absurda y contradictoria la manera de trabajar de Morena. Por un lado nos deja sin agua durante 166 horas y, por el otro, no manda pipas porque nos da agua sólo dos horas cada siete días. Los vecinos nos vemos en la necesidad de pagar entre 600 y 800 pesos a las pipas privadas o de plano estar reutilizando el agua”.

A la denuncia de Martínez Montaño se sumaron Hiram Soto y Elizabeth Acosta, vecinos de la unidad San Buenaventura, quienes revelaron que en esta sección desde hace dos años se padece la escasez de agua. 

A su parecer, esta carencia se debe a que “constantemente se rompen las tuberías; lo reportamos y tardan hasta un mes en repararlas. Si es que lo hacen, si no, sólo abren, según ven el problema y lo dejan igual, sin que les importe que se desperdicien litros y litros.

“Esta situación nos afecta a todos, porque dependemos de este recurso para desarrollar nuestra vida; más aún, los comerciantes que tienen, por ejemplo, lavanderías o autolavados. Ya hay vecinos que presentan problemas de salud por la falta del vital líquido en los hogares. Pero, qué tal en las calles: ahí no falta el agua; porque en muchas partes pueden verse las fugas”, denunciaron ambos vecinos.

Coincidieron, asimismo, en que “hoy queda claro que el cambio prometido por Morena fue para retroceder; antes la atención de las autoridades era casi inmediata, pero ahora tardan meses para atender un reporte. Esto seguro que les restará votos en las próximas elecciones, pues quedó claro que resultaron peor para gobernar”.

Cabe recordar que antes de los morenistas, los municipios de Ixtapaluca y Chimalhuacán fueron gobernados durante nueve y 21 años, respectivamente, por autoridades militantes del Movimiento Antorchista Nacional (MAN), que con los pobladores proyectaron desarrollos urbanos y sociales de alto impacto (sanitario, educativo, laboral, ecológico, etc.).

 

 

Los gobernantes de Morena recibieron organismos descentralizados de agua potable con finanzas sanas y con infraestructura eficiente al 100 por ciento; pero su inexperiencia en administración pública provocó que, en tan sólo un bienio, los “inmensos sistemas hídricos” de Chimalhuacán e Ixtapaluca se volvieran inoperantes.

 

Xóchitl Flores amedrenta a vecinos

El pasado 25 de enero, un grupo de vecinos de la calle Ococentl, del barrio Herreros en Chimalhuacán, se reunía con los reporteros de buzos para denunciar la falta de agua en sus hogares cuando un comando de más de 10 policías llegó a bordo de dos patrullas y motopatrullas, y los rodeó para “observar” y escuchar lo que se decía en la reunión.

El manifiesto acto intimidatorio de los uniformados inconformó a los pobladores, por lo que denunciaron que se trataba de espionaje y hostigamiento ordenado por la presidenta municipal morenista Xóchitl Flores Jiménez, y amagaron con cerrar la avenida El Peñón, a menos de que el Organismo Descentralizado de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (ODAPAS) se “apersonara” en la reunión.

En respuesta a la amenaza de bloqueo sobre una de las avenidas de mayor afluencia en Chimalhuacán, el comando se retiró cuando el policía Marco Antonio Zeferino, de la Unidad SCM-114, intentó disuadir a los vecinos de que se dispersaran, y se comprometió a llamar a las autoridades del ODAPAS para que acudieran al lugar, aunque hizo esta aclaración: “pero no esperen que suceda ahorita; no creo que venga en unos 10 o 15 minutos. Tal vez tarde algunos días. Pero yo paso mi reporte”.

Ana Telles, Ebodyo Ríos y Sergio Valdez, quienes tienen entre 30 y 40 años domiciliados en la calle Ococentl, denunciaron, a nombre de los demás vecinos, que debido al desabasto de agua, cada 15 días deben corretear a las pipas privadas para comprar tambos en 500 y 600 pesos, cuyo costo se cuadruplica en el ESM y supera los dos mil 800 pesos, porque se trata de una zona de difícil acceso.

Antes de Morena, la respuesta del ODAPAS era casi inmediata; en menos de tres días, el servicio era reactivado o, en su defecto, suministraban arriba de cinco mil litros de agua a la población donde hacía falta.

“Aquí no tienen nada qué hacer, mejor vayan y detengan a la presidenta municipal Xóchitl Flores. Ella nos robó el agua; así que procésenla”, manifestaron los vecinos, que además denunciaron el empeoramiento del municipio:

“Esta señora no ha hecho nada, y sabemos que hay dinero; pero nadie sabe en qué lo están gastando. La venta de agua ya es un negocio para su gobierno; por un lado, nos exige estar al corriente; y aunque paguemos, nos deja sin agua”, demandó uno de los vecinos.

Además, insistieron en denunciar que, para amedrentar a los vecinos deudores o con moratoria en pagos de servicio de agua, el Departamento de Ingresos del gobierno municipal de Morena en Chimalhuacán pega sellos con la leyenda “en proceso de restricción” en las fachadas de las casas.