Un aroma fétido impregna el ambiente de Gaviotas Sur, la segunda colonia más grande de Villahermosa, la capital tabasqueña, donde 13 mil familias sobreviven en las aguas de la lluvia estancada y del drenaje, que se desbordó en las últimas seis semanas.

Esos chuchos se parecen a los políticos mentirosos; tanto pleito que hacen para alcanzar el carro, y luego que alcanzan el hueso no saben qué hacer.

Hoy, la historia se repite, pero ninguno de los desastres registrados este año en esta entidad, Quintana Roo, Yucatán, Campeche y Chiapas, sirvió de argumento para evitar la desaparición del Fonden.

Pese a la gravedad del conflicto social y económico que vive la comunidad de Maya Balam, las autoridades estatales y federales no muestran el interés necesario para hacer cumplir los compromisos.

Se menciona que grupos de empresarios y gente vinculada con el narcotráfico está influyendo en el conflicto de Maya Balam, por el control de las tierras, que hoy en esa parte de México se cotizan a muy buen precio.

En Sonora hay 202 concesiones para extraer agua del subsuelo en poder de empresas mineras, de las cuales 116 son explotadas por el Grupo México, que acapara el 80 por ciento del líquido vital en esa entidad.

En el paraíso turístico de las hermosas playas de Yucatán, que aportan a los hoteleros centenares de millones de pesos, viven también miles de familias en la pobreza.