México sigue enfermo. Los contagios por la tercera ola del Covid-19 han aumentado más que en los picos anteriores, pues ahora afectan a la población joven; los hospitales están saturados y la alta demanda de oxígeno muestra el grave peligro que enfrentan millones de mexicanos. La alarma es tan fuerte que organismos internacionales como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió que el incremento de contagios y decesos se debe al relajamiento de las medidas sanitarias en la población y a la falta de prevención oportuna del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para combatir la variante Delta.

En voz de su directora, Carissa Etienne, la OPS destacó que, en la segunda semana de agosto, hubo más de un millón 600 mil contagios en “las Américas” y más de 19 mil muertes relacionadas con el Covid-19, y que la mayoría de las víctimas se han generado en Estados Unidos, Canadá y México, donde además de prevalecer el relajamiento popular y el torpe control del semáforo epidemiológico por el Gobierno Federal, la vacunación avanza lentamente.

Entrevistado por el reportero Jesús Anaya, Julio Boltvinik, investigador del Colmex, se refirió a los datos del Coneval sobre el impacto de la crisis sanitaria en las cifras de la pobreza, que hoy afecta a 96 millones de mexicanos. Nunca, en la historia moderna, la miseria en nuestro país había sido tan grande y aguda, especialmente cuando el gobierno entrega “más ayudas del bienestar” a los pobres, quienes deberían hallarse en mejores condiciones que en administraciones pasadas.

La realidad descrita por Julio Boltvinik debería servir para que, en los próximos años, el Gobierno Federal corrija el rumbo de sus políticas públicas que han acarreado la catástrofe sobre millones de mexicanos. Pero para esto, los mexicanos debemos cobrar conciencia de la situación y denunciar y rechazar los engaños y la manipulación del gobierno morenista.

El panorama es inédito y aterrador. A mediados de la semana anterior, México sumó más de tres millones de contagios, según la Secretaría de Salud (SS), un número colosal solo entendible por lo que el Coneval reveló hace unos días: hay más de 35 millones de mexicanos que no cuentan con servicios públicos de salud, porque éstos empeoraron de 2019 a la fecha. Y todo esto se produce sin considerar que la realidad puede ser peor, porque el subsecretario Hugo López-Gatell maquilla las estadísticas reales de la pandemia para no incomodar al Presidente.

La manipulación de las cifras de la pandemia se debe a que el Gobierno Federal –según Arturo Erdely, actuario y doctor en ciencias matemáticas de la UNAM–“no quiere” decretar los cambios en el semáforo epidemiológico que contradirían la decisión presidencial de abrir las escuelas, y porque el cierre de negocios en las principales capitales del país colapsaría las finanzas de los mexicanos; pero de ese tamaño debiera ser el apoyo que se debería entregar a las familias mexicanas para evitar una hambruna.

El doctor Erdely, entrevistado por un medio de prensa nacional, reveló que esos tres millones de contagiados pudieron haber tenido contacto con otros 90 millones de personas, la mayoría asintomáticos, ya que el “contagio real es 30 veces más que el confirmado”; es decir, hasta ahora, dos de cada tres mexicanos ya habrían sido contagiados por Covid-19. Esto, comentó el matemático, “no es un dato del que le guste hablar al gobierno, porque se presta a comentarios, y porque la inconformidad popular sería mayúscula; la población podría caer en terrible pánico y llevar al gobierno a una encrucijada de la que quizá no saldría fácilmente.

Al Gobierno Federal y al Presidente se les acaba el tiempo para sentar las bases de su proyecto político. La pandemia los ha acorralado tanto, que ni los mejores distractores y manipulaciones les están sirviendo para ocultar la realidad nacional, donde AMLO encabeza un gobierno que no da prioridad a la vida de los mexicanos, como lo evidencia la difusión de las cifras de muertos por la pandemia, que oficialmente, hasta el miércoles pasado, eran 246 mil; aunque en la realidad puedan ser más de un millón. Por ello, ¿qué más da que en la tercera ola de Covid-19 mueran otros 100 mil, 200 mil o 300 mil más? Esto suena fuerte, cruel, inhumano, aterrador; pero es muy cercano a la realidad.

Los mexicanos debemos reaccionar y organizarnos como un solo hombre para cambiar lo que hoy está mal. México está en crisis y muchos mexicanos están muriendo por los errores de un gobierno irresponsable que solo ha generado más pobreza, marginación y enfermos. No perdamos más tiempo. Los pobres deben romper sus cadenas y hacer realidad el sueño de las mayorías: un México más equitativo donde sus hijos no sufran las consecuencias de la irresponsabilidad de un gobierno que los “asesina indirectamente”. Por el momento, querido lector, es todo.