Cargando, por favor espere...

Murat y Morena reprimen y desalojan a trabajadores de la salud
El operativo no fue pacífico, los gritos y disparos de gases lacrimógenos para dispersar a los plantonistas fue muy obvio y grotesco.
Cargando...

El aún gobernador, más morenista que priista, Alejandro Murat Hinojosa y el liliputiense alcalde morenista de Oaxaca, Oswaldo García Jarquín, festejaron el 111 Aniversario de la Revolución Mexicana con represión y con desalojo de los trabajadores de la salud que mantenían un plantón desde hace ya más de tres meses en demanda de que el gobernador oaxaqueño interviniera y junto con el presidente López Obrador recontrataran a los médicos, enfermeros y demás trabajadores del sector salud que fueron despedidos injustamente.

La madrugada de este domingo 21 de noviembre, a las 02:00 am, un aparatoso operativo policíaco y armado hasta los dientes, aparentemente policía municipal morenista pero que también iban elementos del cuerpo de granadores de la Policía Estatal, desalojaron a personal médico que ha estado luchando porque sean reinstalados en sus centros de trabajo, lugares completamente marginados y olvidados por las administraciones pasadas y la actual. Y que, por ende, la salud es “un lujo” que los oaxaqueños no pueden acceder a ella porque no existe el personal requerido ante un recorte de “austeridad” para ahorrar dinero en las arcas gubernamentales de Oaxaca.

Aunque la careta oficial de la represión fue la policía local, detrás de la operación y la instrucción se encuentra la mano opresora de Alejandro Murat, así lo aseguraron los médicos desalojados al ser entrevistados en la madrugada de hoy, toda vez que en días anteriores y ayer mismo estuvieron recibiendo amenazas y mensajes de que debían retirarse del plantón o se enviaría a la policía.

El operativo no fue pacífico, los gritos y disparos de gases lacrimógenos para dispersar a los plantonistas fue muy obvio y grotesco. El ataque brutal del gobierno estatal priista atentó contra amas de casa, enfermeras, médicos y trabajadores de la salud que se encontraban respaldando la lucha de quienes “ayer eran héroes y hoy son despedidos y perseguidos".

Llevaban 100 días la protesta pacífica en la Casa Oficial de Gobierno, en la avenida Benito Juárez de la capital oaxaqueña, porque más de 2 mil 500 trabajadores del sector salud en Oaxaca no han encontrado atención de su gobernador y tampoco el gobierno federal ha cumplido con lo que prometió en su última visita a la entidad.

El camino de Alejandro Murat casi concluye, sin embargo, está al filo de convertirse en un gobernador represor que condenó a Oaxaca a más pobreza y más marginación, y que su único legado será ese. Hace unos días presentó su 5to informe de gobierno, con muy bajo perfil para evitar que los vientos de inconformidad social lo despeinaran y lo denunciaran de ser un mal gobierno muy servil ante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador que está destruyendo, a grande velocidad, a nuestra pobre nación.

Pero el junior de la dinastía muratista no sólo es corresponsable de la protesta del sector salud, es responsable directo porque en su administración las prestaciones de los médicos han ido a parar a otras arcas y no para los médicos, es el gobierno estatal quien ha oscurecido 6 mil millones de pesos que eran para los trabajadores, fueron desviados y ahora no puede pagar porque Oaxaca está en crisis por no saber administrar correctamente las arcas estatales. Muchos trabajadores con “supuestas bases fijas” siguen trabajando en la clandestinidad porque sus plazas no corresponden a sus labores que ejercen. Así, la salud continuará bloqueada y evitará su mejoramiento.

Y quien sí de plano es usado como un ventrílocuo oaxaqueño es el alcalde morenista Oswaldo García, ese presidentito municipal que trae al municipio convertido en un basurero y de cabeza; aquel que por no escuchar y atender las demandas de los trabajadores del servicio de limpia le han ido a tirar la basura a su casa, mismos días que se sintió con la mayor felicidad porque se sentía como pez en el agua porque su gobierno también se está convirtiendo en basura política.

Y precisamente, en la semana que termina, la organización México, ¿Cómo vamos? Presentó su “Índice de Progreso social México 2015-2020”, y precisamente Oaxaca sale reprobado en el mejoramiento de las condiciones de vida de sus habitantes… y la 4T en tres años no ha logrado que todos los mexicanos tengan acceso a la salud, así que de nada sirve que AMLO en promedio vaya cada dos meses a esa entidad.

¡Pobre Oaxaca, pobres oaxaqueños! Con ambos gobernantes, uno priista y otro morenista, el estado seguirá estando entre los cinco estamos más pobres. Pero Murat no debe jugar con fuego y echarle más gasolina a la inconformidad social, salvo que esté deseando, como parece así lo es, que su carrera política nomás llegue al 2022, aunque sea aceptado en el círculo "privilegiado" de Palacio Nacional. Por el momento, querido lector, es todo.


Escrito por Miguel Ángel Casique

Columnista político y analista de medios de comunicación con Diplomado en Comunicación Social y Relaciones Públicas por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).


Notas relacionadas

También los pequeños comerciantes serán víctimas de que los nuevos gobernantes, como los anteriores, no quieran incomodar a las clases ricas y poderosas con pagos de impuestos sobre sus fabulosos ingresos.

“No hay condiciones para el desconfinamiento”, aseguró el alcalde de Chimalhuacán, quien recordó que los contagios aumentan todos los días.

Las condiciones de los trabajadores no van a mejorar en el sexenio que comenzó el día primero de octubre.

A un año de gobierno de la “Cuarta Transformación” no hay nada claro, ni siquiera una promesa o el mínimo interés por recomponer el régimen de contribuciones.

Al analizar los fenómenos sociales, es frecuente escuchar, tanto en la academia como en los medios,

Tradicionalmente, al hablar de hambre se piensa de inmediato en alguno de los países más pobres de África, y se la asocia con fotografías de niños reducidos a esqueletos vivientes, cuya simple contemplación causa horror.

A esta violenta confrontación entre campesinos humildes se agrega la indiferencia criminal de los gobiernos Federal y estatal, encabezados respectivamente por López Obrador y Astudillo Flores.

El gobierno municipal lleva como consigna “no atender las demandas de los tuxtlecos, como el compromiso de ayudar en el drenaje que hoy se nos fue negada” justificó.

AMLO dijo sentirse muy contento por los resultados de la ENIGH, que "demuestran" la disminución de la pobreza y desigualdad en su gobierno. Pero, una vez más, la terca realidad, los datos y análisis serios lo desmienten.

El concepto de capital humano, formulado inicialmente por el economista norteamericano Theodore Schultz en los años cincuenta, fue más tarde desarrollado por Gary Becker, de la escuela de economía de Chicago, catedral del pensamiento neoclásico.

Las medidas implementadas por el gobierno de Milei incluyen recortes de gasto público, despidos masivos y una devaluación del peso.

Un informe elaborado por el Instituto Belisario Domínguez concuerda con varios organismos internacionales en el sentido de que la pandemia ha profundizado las brechas la desigualdad en México y en ALC.

Pero la ley es letra muerta. Lejos de atender el problema, muchos gobiernos incluso persiguen a quienes demandan su solución.

Un contingente de 11 médicos y enfermeras del Hospital 8 del IMSS en Córdoba, bloquearon la avenida 11 de esa ciudad. Una de sus consignas era: “Sí trabajamos, pero bajo protesta. Queremos insumos de protección”.

Para AMLO, el principal problema es la corrupción, por lo que dedica gran parte de su discurso y acciones a combatirla. Error. La corrupción no es la raíz del problema, sino la injusta distribución de la riqueza.