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Magda Portal
Es considerada la primera poeta vanguardista en la literatura Latinoamericana. Su Obra poética completa, se conoció dos décadas después de su muerte, pese a que el conjunto de su poesía se hallaba dispersa en distintos lugares.
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Digo

 

Digo malditos sean

los que te niegan el derecho al canto

los que no dejan que alumbre la yerba ni la espiga

ni vibre el aire con la voz del niño.

Digo malditos los que medran con tu dolor y el mío

los infecundos de belleza

los que roban sus dones a la vida

los de las manos pútridas de sangre

que han esterilizado toda tierra.

Los que hicieron los llantos de Hiroshima

y su silencio y los que mutilaron Nagasaki

y están lloviendo su odio sobre Cuba.

Los verdugos de Argelia

y del Vietnam

y de los campesinos de mi tierra.

¿Dónde poner ahora la esperanza?

¿Dónde la dulce flor de la sonrisa

de las madres que gestan y amamantan

si caminamos al azar heridos

de muerte?

ni sabemos

la dirección de su puñal     su aliento

envenenado su siniestro y certero acometer.

Ellos inventan cárceles y muros

fabrican piedra a piedra la vergüenza

erigen sus altares de ignominia

son los amos del miedo

y la sospecha.

Desde el principio de los tiempos

ellos marcaron las fronteras.

Pero dicen palabras y palabras

dicen “la libertad” “el progreso” “la justicia”

“la paz” “la convivencia”.

Ellos alquilan líderes

subastan las conciencias

y fabrican sus héroes de trapo

para que el pueblo los admire y crea.

Suprímete el pigmento hermano negro

deja el poncho la ojota viejo indio

esconde tu hambre secular

arranca tu raíz oscura

y macera tu piel

si has de sentarte a su banquete

y apréndete palabras extranjeras

entiende su lenguaje

obrero campesino chino negro

de Puerto Rico o del Japón

de Nueva York…. o del Brasil.

Ilota de tu propia tierra

trashumante de latitud en latitud

te saben de memoria los caminos del mundo

apátrida andariego

traspones las montañas

cruzas los ríos... hollas las selvas

ubérrimas... e inhóspitas

te traspasa el anofeles... o la silicosis

o nada más el hambre herrumbra tus pulmones

en las barriadas marginales

donde no cabe más miseria.

Mientras ellos siguen batiendo sus banderas

proclamando doctrinas

y dogmas y principios

para que en su nombre te sigan exprimiendo

los jugos humorales

la luz la voz el aire

los anhelos.

Ellos mutilan las palabras

quiebran los signos

borran las estrellas

hacen amargo el pan

y te niegan el sueño.

Te siguen  te persiguen y te acosan

y te señalan con el dedo.

Noche a noche se enciende el firmamento

con los reclamos luminosos

de las bombas atómicas

y aunque huyas y te sumerjas en la tierra

te seguirá la muerte roja

se elevarán los hongos gigantescos

y cubrirá la atmósfera

las radiaciones deletéreas.

Tus hijos y tus nietos recogerán la herencia

mutilados deformes enloquecidos o

simplemente inmersos

en la gran noche de la inconsciencia.

Solo que ellos también respirarán veneno

y tendrán miedo

y entonces sí se habrá cumplido la justicia

equitativa ciega

ellos tendrán su propia muerte

fabricada por sus propias manos

cruel sin tregua.

Homicidas hipócritas traidores

profetas del horror

por eso digo

malditos sean por los siglos de los siglos.

A m é n.

 

Mujer

 

Mujer de ásperas manos anchas manos

rubricadas de venas varicosas

para quien amanece antes del alba

para quien nunca acaba la fatiga

mujer encinta siempre resignada

alumbras vidas al azar

sin ton ni son

sin pan bajo el brazo

ni camino trazado

para ti no se hicieron los halagos

ni los cines de lujo

tu jardín es la tierra

las avenidas sin pavimento

las calles sin veredas

con charcos malolientes

donde juegan los chicos

y pelean

y patean pelotas de trapos sucios

y a veces oscurece más temprano

porque ni el Sol alumbra un poco más

para suplir al alumbrado público

que no existe en tu barrio

A veces sueñas

¿cómo será una casa limpia

la comida caliente sin apuros

silla buena

para sentarte sin que nadie te quite

sin que nadie te obligue a levantarte

venciendo tu cansancio

para ir a servirles?

¿Cómo será no oír los gritos destemplados

del marido o los hijos

exigiendo

cargando

resoplando

maldiciendo?

NO nadie ha de saber

que a ratos piensas

que a ratos tienes un extraño fulgor

en los opacos ojos desvelados

que miran lejos columbrando distancias

Traspasando los muros

de tu vivir sin horizontes

donde tal vez el aire sea solo tuyo

el aire a respirar a todo pecho

y el mar quizá tal vez

¡el mar tan lejos!

 

Magda Portal

Nació el 27 de mayo de 1900 en Lima, Perú. Fue una poetisa, narradora, política y activista social peruana que, debido a las innovaciones estéticas que plasmó desde sus inicios literarios, se la considera como la primera poeta vanguardista en la literatura Latinoamericana. Desde muy temprana edad desempeñó un papel decisivo en la reivindicación de los derechos a la igualdad entre hombres y mujeres, cuando el debate al respecto era inexistente, a través de su personalidad contestataria y el respeto que generaba su activismo político.

En sus años de formación decidió acudir como oyente a la Universidad San Marcos, donde entró en contacto con la intelectualidad y el medio artístico de la capital peruana, etapa en la que publicaría sus primeros poemas con el seudónimo de Tula Soavani y obtendría el Primer lugar en los Juegos Florales de esa institución educativa. En ese ambiente, junto a los hermanos Federico y Reynaldo Bolaños, fundaron la primera revista literaria de vanguardia de Perú, llamada Flechas, en 1924.

Pocos años después debió partir al exilio en México, donde destruyó su primer poemario Ánima absorta (1920-1924), del cual se recuperaron póstumamente varios textos. Pocos años después, se editó su libro de poesía Una esperanza i el mar (1927), considerado el primero inserto en la vanguardia de las letras latinoamericanas escrito por una mujer. En aquella época, a su paso por San José de Costa Rica, camino de regreso a Perú, entregó a un editor un puñado de poemas que conformarían el volumen Vidrios de amor (1929).

Entre 1927 y 1945 se dedicó a la militancia política en la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), los tres primeros años de este periodo vivió en el destierro, acusada de actividades subversivas, hasta su retorno, en 1930. Cuatro años más tarde fue detenida y sentenciada a 500 días en la cárcel Santo Tomás, después de lo cual volvió a irse de Perú en un periplo por Bolivia, Uruguay, Argentina y Chile, en cuya capital terminaría por radicarse durante el siguiente lustro. En esa ciudad se publicaría el libro Costa sur (1945), justo antes de un nuevo regreso a su país, en el que se recoge su producción poética de los últimos 17 años, un periodo muy agitado y convulso de su vida.

Más de dos décadas después de su muerte, es decir recién en 2010, se conoció su Obra poética completa, pese a que el conjunto de su poesía se hallaba dispersa en distintos lugares. En el volumen se recogen muchos de los poemas que se pudieron recopilar de Ánima absorta (1920-1924), toda su obra posterior publicada en vida y Poesía interdicta, un conjunto de poemas recuperados de sus papeles personales mecanografiados que abarca su producción poética entre 1965 y 1988. 


Escrito por Redacción


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