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Y esa forma de captar la realidad, la cual no se aprecia a simple vista, es la que Sam Mendes nos presentó en 1917, un filme, que compitió en las categorías más importantes de los premios Oscar en su edicion 2020 (Mejor director, Mejor cinta, mejor guion original, mejor fotografía, entre otras categorías). Mendes nos presenta la historia de dos soldados Schofield y Blake (George McKay y Dean Charles Chpaman) británicos que participan en la I Guerra Mundial. A ambos soldados se les encomienda la misión de llevar un mensaje al comandante que dirige una operación militar que se realizará en contra de los alemanes, los cuales se han retirado de la línea Hindemburg, en la Operación Alberich.
El mensaje señala con toda claridad que durante meses los alemanes planearon provocar esa operación en la que participaran más de mil 600 soldados británicos, pero que en realidad es una trampa que les han tendido los germanos. Los dos soldados emprenden su misión y la cámara del director de fotografía Roger Deakins –a quien se le ha elogiado su forma de utilizar prácticamente una sola secuencia durante el transcurso de todo el filme y quien ganó el Oscar–, tiene el mérito no sólo de ser un maestro del encuadre y de los efectos visuales, sino que de la mano de Sam Mendes logra un retrato de la desolación, de la desesperanza, de la crueldad y de la terrible soledad que suele ser un conflicto bélico. Mendes no hizo, como dicen los críticos superficiales, una cinta “bélica”; Mendes hizo un filme antibélico, un filme que rinde homenaje a otras cintas como Sendero de gloria de Stanley Kubrick, o Salvando al soldado Ryan de Steven Spielberg. El soldado Schofield es el que sobrevive a la peligrosa misión.
Pero la historia de Mendes muestra como su heroísmo –como ha ocurrido con millones de soldados que mueren en los frentes de batalla-, ni siquiera se le considera como un héroe. Shoefield tiene la misión personal también de salvar al hermano de su compañero Blake, quien murió cuando un aviador alemán, al que los dos soldados británicos le salvaron la vida al sacarlo del avión, después de que éste se estrella en la granja donde se encuentran ellos, en pago el aviador acuchilla a Blake. El hermano de Blake que es oficial en el ejército que acaba de ser salvado de la trampa de los alemanes, pues el que dirige toda la operación ordena retroceder a los soldados, cuando se da cuenta de que el documento que le presenta Shofield es auténtico, se entera de la muerte de su hermano, y conteniendo las lágrimas, en un gesto de agradecimiento invita a Shcofield a que vaya a comer. Mendes, una vez más nos presenta un retrato de la sociedad, pero en 1917 nos muestra bellamente la terrible fealdad de la guerra.
El más reciente filme de Sam Mendes realizado en 2022 y estrenado en 2023 es Imperio de la luz. La historia está ambientada en la década de los años 80 en la costa sur de Inglaterra. Una mujer cuarentona, Hilary (Olivia Colman) trabaja en un viejo cine. Su vida es solitaria, rutinaria, es amante ocasional del gerente del cine (Colin Firth). pero la situación cambia cuando llega Stephen (Micheal Ward), un joven afroamericano del que se enamora. La cinta se mueve entre los problemas de bipolaridad de Hilary y la visión optimista del joven afroamericano.
Las cintas de Sam Mendes hay que verlas con los ojos del materialismo dialéctico, buscando lo esencial, penetrando lo superficial para poder obtener una visión más profunda de la realidad social que vivimos en la sociedad contemporánea capitalista.
Escrito por Cousteau
COLUMNISTA