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La inminente “trumpificación” de la Internet
El cierre de TikTok en Estados Unidos (EE. UU.) es un tema central del final de gestión del achacoso belicista Joe Biden.
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El cierre de TikTok en Estados Unidos (EE. UU.) es un tema central del final de gestión del achacoso belicista Joe Biden: el escándalo sobre si la plataforma china cerraría o no sus operaciones en territorio gringo se aclaró durante la toma de protesta del nuevo timonel imperialista, a donde asistió Shou Zi Chew, CEO de esa red social, a quien el mandatario aseguró, casi inmediatamente, que las funciones de la aplicación para videos verticales se reanudarían en breve.

En un día se colapsó el discurso demócrata antichina ensañado contra TikTok, más la presencia del oligopolio de la Internet a espaldas de Donald Trump, es lo que en verdad nos debería alertar sobre el nuevo rumbo de la Internet.

Los altos mandos del lobby gringo de la big data estaban en primera fila del respaldo al 47° presidente estadunidense: Mark Zuckerberg (Meta), Jeff Bezos (Amazon), Sundar Pichai (Google) y Elon Musk (Twitter-X). La oligarquía gringa está definida.

Musk aseguró un puesto en el gabinete trumpista desde la campaña, otros como Zuckerberg cambiaron drásticamente, como veleta: en 2021, el dueño de Facebook canceló las cuentas del republicano durante el “Asalto al Capitolio” por “violentar la democracia”; hoy, el panorama resulta irreconocible, las oficinas de Meta se hallan en un estado republicano, implementan medidas “contra la censura” al estilo de Elon Musk y las puertas a los simpatizantes trumpistas se abren de par en par.

El nuevo mandato de Trump contará no sólo con un respaldo político y económico imprevisto en su primera gestión, el respaldo provendrá además de las grandes redes sociales.

X, propiedad de Elon Musk, quitó los obstáculos que la administración Biden impuso al discurso extremista y radical del republicano; el algoritmo sesgado priorizó las cuentas afines al trumpismo y redujo el alcance de los críticos al mínimo. Musk, más que en dueño, se convirtió en un maestro de ceremonias que dicta las conversaciones globales en su plataforma.

Facebook, la red social con más usuarios en el mundo, en la pasada campaña de Trump marcó la diferencia para obtener el poder con la controversial manipulación norteamericana de Cambrydge Analytic. Las reformas anunciadas por Zuckerberg son prácticamente las mismas que Musk aplicó sobre la suya. 

No sería aventurado afirmar que se aproxima la trumpificación de las redes sociales, es decir, el desenmascaramiento de los intereses reales sobre las redes sociales occidentales. No es novedad advertir que éstas siempre han sido una vía masiva para que los poderosos impulsen su ideología e intereses. Ahora, el descaro de quienes pretenden apropiarse del mundo simplemente será más abierto.

TikTok ya era una red social con muchas coincidencias con el presidente Trump, y no por el hecho de ser una red social china, sino por su naturaleza inmediata y pasionaria, algo que los asesores trumpistas han aprovechado para explotar la visceral inconformidad norteamericana. No nos extraña que el presidente haya invitado a su CEO a su investidura y busque restablecer su funcionamiento en lo inmediato, ya que en TikTok existe una fuerte base de propagandistas al servicio de Trump.

Mientras el equipo de Biden alimentaba la hoguera anti-China mermando la popularidad de TikTok, los asesores republicanos decidieron acercarse a la red china para mantener “los vientos a su favor”. Pese al optimismo de quienes ven a TikTok como un foro de pluralidad, las cosas no lucen favorables; ya hay algunos ejemplos que prevén el nuevo camino a la censura.

La trumpificación de la Internet nos lleva a la polarización y descaro total del discurso hegemónico dictado desde las altas esferas de Washington.

A los pueblos del mundo, y en especial a los mexicanos, bien les haría conocer la próxima jugarreta de la burguesía global, no para desinstalar sus redes sociales y deshacerse de una herramienta de comunicación (a lo mejor a este punto) irreemplazable, sino para quitarse la venda de mentiras sobre la neutralidad de las redes, informarse mejor pero, sobre todo, formar un bloque sólido para denunciar y luchar contra las injusticias de sus semejantes. Los ricos del mundo están más unidos cada vez, los pobres debemos estar más unidos también. La guerra es de clases, las definiciones ya comenzaron. 


Escrito por Óscar Manuel Pérez

Licenciado en Comunicación por la UNAM.


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