El IMSS-Bienestar es un Programa “hecho sobre las rodillas” que no resolverá las necesidades de salud que la población mexicana requiere, porque no plantea mejor infraestructura, no garantiza más medicamentos y tampoco más personal de salud. Esto, de acuerdo con expertos en la materia durante el programa “Lo Marginal en el Centro”, quienes esbozaron las problemáticas que enfrenta el sistema médico desde que inició el actual gobierno.

Los programas de salud referentes a la actual administración, es decir, el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y el IMSS- Bienestar, están construidos sobre la narrativa del combate a la corrupción y no sobre una estrategia seria en materia de salud, sostuvo Luis Javier Córtes, maestro en Administración y Políticas Públicas por el Centro de Investigación y Docencia Económica.

En ese sentido, el Licenciado en Medicina por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Arquímedes Bonilla Merino, expuso que al mero estilo de Morena, el Insabi fue impuesto bajo la política de “primero pongo y después compongo”, lo cual, evidentemente lo orilló al fracaso.

Sobre todo porque tras conocer las deficiencias del Programa “Seguro Popular” que le destinaba al sector salud menos del 3% del Producto Interno Bruto (PIB) –como el mismo Presidente evidenció en su momento– lo que se esperaba del Insabi era un aumento de los recursos públicos, con lo que se garantizarían mayores beneficios. Sin embargo, ocurrió lo contrario, se le redujo el presupuesto en este rubro.

AMLO, “negligente criminal”

Por ello, el diputado federal por la LX Legislatura con una amplia trayectoria en política y administración pública, Éctor Jaime Ramírez, calificó a López Obrador como un “negligente criminal”, dado que en lo que va de su gobierno se han registrado tres mil muertes por falta de insumos, 45 millones de recetas no han sido surtidas, alrededor del 51% de demandas no han sido atendidas y hay 91% menos medicamentos que en 2021, refirió, citando los datos del Instituto Nacional de la Salud.

Los especialistas también hablaron sobre el aumento de la atención en el sector privado, que pasó del 30% en 2017 a 66%.

Datos oficiales advierten que el 41% de los mexicanos pagan su salud con dinero de sus bolsillos, lo que impacta sobre todo a los sectores más vulnerables, quienes no tienen el suficiente recurso para comprar la canasta básica; y un gasto que podría parecer menor, genera gastos empobrecedores e incluso catastróficos en los deciles más bajos de la población.

A esto se le agregan factores externos como la falta de agua potable, la falta de luz y, por tanto, de refrigeración, etc., que generan mayores enfermedades en las comunidades más marginadas del país, donde impera la insuficiencia del personal sanitario, la falta de vacunas y la falta de infraestructura.

Maniobra política traslado de Insabi a IMSS-Bienestar

Los panelistas coincidieron en que la votación ocurrida el pasado 28 de abril en la Cámara de Diputados para que el Insabi transfiriera sus responsabilidades al IMSS-Bienestar, fue una maniobra política y no estratégica, porque no se le movió ni una coma, ni un punto a la propuesta de reformar a la Ley General de la Salud.

Incluso, Bonilla Merino explicó que se eliminó un apartado de la ley que garantizaba el medicamento permanente, lo cual es muy peligroso, porque a partir de ahora el gobierno “se lava las manos” al no estar obligado a garantizar el medicamento a toda la población. Además, el gobierno no incrementará el recurso público al IMSS y en general a ningún organismo y “no es posible tapar más con la misma cobija”, remató, el licenciado por la BUAP.

Queda claro, entonces, que la promesa de un sistema de salud como el de Dinamarca está muy lejos de cumplirse, incluso hemos retrocedido décadas en esta materia, refirió el diputado Éctor Javier.