El Bosque de la Primavera, el “pulmón” más importante de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) –integrada además por Zapopan, Tala y Tlajomulco– corre el riesgo de verse afectado con más incendios fuera de control debido a la drástica reducción del personal de vigilancia de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), a la que el Gobierno Federal aplicó una importante merma en el presupuesto de 2019.

El impacto fue nacional, pero en el Bosque de la Primavera, conformado con 30 mil 500 hectáreas (Ha.) arboladas, provisto de una gran diversidad de especies animales, algunas en riesgo de extinción, la mayor preocupación deriva precisamente del despido de vigilantes que se dedicaban a evitar los principales riesgos de incendio en esa área protegida.

Alejandro Cárdenas, presidente del Parlamento de Colonias, asociación civil que organiza a los colonos de Guadalajara y Zapopan, cuyas áreas resultan directamente afectadas por los incendios en la temporada de estiaje, dijo que la situación es crítica porque las principales causas del fuego son humanas, propiciadas por incuria en las labores de limpieza, fogatas olvidadas por paseantes e incluso por incendios intencionales.

Los vecinos de Zapopan y Guadalajara reciben constantemente alertas por la mala calidad del aire en la zona metropolitana, contingencia que en buena proporción se debe a los incendios provocados y a la falta de viento en determinadas horarios, por lo que muchos de ellos se ven obligados a reducir sus actividades físicas, a no enviar a sus hijos a la escuela y, en el caso de los empresarios, a restringir sus actividades.

“Como vecinos colindantes al bosque, nosotros tenemos una gran responsabilidad para generar campañas de concientización y acciones de mitigación para evitar cualquier tipo de riesgo. En otras acciones limpiamos la hojarasca y hacemos composta para mejorar los suelos de su colindancia”, dijo Cárdenas en entrevista con buzos.

Es lamentable que las autoridades no estén haciendo los programas de prevención, porque redujeron el número de personal de vigilancia “sin tomar en cuenta las necesidades del bosque”, agregó el activista y vecino, quien comentó que el porcentaje de incendios en esta época es mucho mayor porque el grado humedad en el bosque es muy bajo.

Grave riesgo de incendio

“Este año 2019, por lo menos en el Bosque de la Primavera, de acuerdo a los ciclos de los últimos siete años, nos puede tocar un incendio grande; puede o no suceder, depende de varios factores”, dijo el profesor e investigador de la Universidad de Guadalajara (UG) Gerardo Alberto González Cuevas.

Explicó que, en las épocas de estiaje, dependiendo desde luego de la ubicación geográfica de cada región, la humedad del ambiente baja y la temperatura sube, éstos son factores para los incendios. En el caso de La Primavera, como ocurrió entre 1998 y 2005, y luego entre 2006 y 2012 –ambos, lapsos de siete años– hubo incendios con mucha intensidad que afectaron amplias zonas del bosque; incluso la superficie total de La Primavera fue dañada. Por ello existe el riesgo de que en 2019 se presente un escenario similar.

Una de las medidas de prevención tomadas hasta ahora por las autoridades municipales de la ZMG consiste en que las patrullas incluyan en sus rondines de vigilancia avistamientos específicos en las áreas periféricas del bosque. Éste acuerdo se tomó hace varias semanas en la reunión del Comité Estatal del Manejo del Fuego, en que concurrieron todas las unidades de protección civil de los gobiernos municipales y el estatal, además de académicos.

El investigador recuerda que la temperatura en la ZMG y el Bosque de la Primavera alcanza los 32 grados centígrados y, como sucede en todo el país y el mundo, va al alza.  “En el aspecto meteorológico, cada año estamos rompiendo los records del día más cálido en tal o cual localidad. Entonces estamos rompiendo cada vez más los topes máximos, cada vez hay más calor, menos humedad y condiciones más difíciles para combatir los incendios que se presentan”, añadio.

Para los académicos, buena parte del aumento de los riesgos para las personas, reservas forestales, ecosistemas, áreas de biodiversidad, etc., generadas por los incendios, se debe a la reducción del 60 por ciento en el presupuesto de la Conafor en este año, con la anuencia del Congreso de la Unión y la imprevisión del presidente Andrés Manuel López Obrador, para quien, al parecer, los bosques de México no son prioritarios.

Durante el sexenio anterior, la Conafor dispuso de un presupuesto más o menos suficiente para atender las emergencias; pero en la administración actual, esta oficina solo dispondrá de dos mil 765 millones de pesos (mdp) en contraste con los cinco mil 178 mdp que tuvo en 2016, diferencia equivalente al 60 por ciento.

Con esta reducción brutal, la Conafor se vio obligada a despedir a trabajadores eventuales en las áreas de vigilancia y combate a incendios, quienes además quedaron en situación muy precaria para atender a sus familias. En el Bosque de la Primavera han sido despedidos el 80 por ciento de los 140 bomberos forestales, es decir, solo han quedado 28 o 30.

Una fuente fidedigna, que solicitó no ser identificada para evitar consecuencias negativas a su persona, confirmó este dato y explicó que la mayoría de los trabajadores despedidos eran eventuales y se les prometió que serían llamados en caso de emergencia, pero hasta el momento no se les ha vuelto a llamar. Esos bomberos terminaron sus contratos en diciembre de 2018.

El cambio de administración federal afectó, en la Conafor de Jalisco, a ocho de cada diez trabajadores; entre éstos figuran empleados administrativos y del departamento jurídico. A algunos con varios años antigüedad se les liquidó. Hasta el cierre de esta edición, el director general de esta oficina, León Jorge Castaños, no había dado respuesta a una solicitud de entrevista planteada por buzos.

Esfuerzos ciudadanos

Ante la situación de alarma que prevalece en la ZMG, tanto por el incremento de incendios como por el drástico recorte de presupuesto de la Conafor-Jalisco, los vecinos del Bosque de la Primavera han puesto en marcha diversas estrategias encaminadas a prevenir y combatir estos flagelos.

El investigador universitario González Cuevas reconoció que ya “hay una gran cantidad de recursos humanos, sobre todo de la gente que está en las brigadas de incendios forestales; algunos están permanentemente contratados como brigadistas del Gobierno Federal, de la Conafor; y algunos forman parte de brigadas temporales en municipios con menos recursos económicos”.

A estos recursos humanos se suman herramientas y vehículos especializados disponibles tanto en la Conafor como en los gobiernos estatal y municipal; sin embargo, no se sabe si  de los que se desconoce si serán suficientes o resultarán rebasados en caso de presentarse una contingencia de magnitud superior. Lo importante, sin embargo, es la disposición de la sociedad y sus autoridades locales para colaborar y sumar esfuerzos.

“Aquí hay una cuestión en la parte ambiental, eso se hace desde hace años; no parece que con este Gobierno Federal vayamos a salir del rezago que existe en el ámbito forestal y ambiental. Pero, bueno, ésa es la realidad. Estas condiciones van a impactar en el medio ambiente, no solo en el Bosque de la Primavera. Lo decimos porque es nuestro bosque; este fenómeno que yo pongo en relieve puede suceder en La Primavera y en cualquier parte del país”, denunció el investigador.

Reforestación a medias o engañosa

Hasta el momento, el programa de reforestación en importantes áreas de Jalisco no ha tenido el impacto esperado, debido fundamentalmente a que no ha sido planificado, denunció González Cuevas, quien incluso enderezó sus críticas contra el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), quien engaña a la ciudadanía con su supuesta política de reforestación.

El investigador explicó que durante muchos años este partido aprovechando los sentimientos ecológicos de la gente, ha convocado a eventos masivos prometiendo plantar árboles, “miles de árboles”, pero desgraciadamente sus acciones solo han servido para manipular a los ciudadanos en provecho de los intereses políticos de los dirigentes de ese partido.

“La reforestación debe hacerse de forma planificada, más vale poca superficie, bien hecha que mucha superficie mal hecha. Mañosamente, el PVEM asegura que logró que el cinco de junio de 2018 se declarara como el Día del Medio Ambiente; pero los analistas aseguran que eso es mentira, porque tal celebración ya estaba establecida y cualquiera puede comprobarlo, verificando los cambios en las leyes”, explicó.

Sin embargo, el académico centró su análisis en asuntos más serios y advirtió que, según la Ley de Desarrollo Forestal Sustentable, cuando un terreno forestal se quema no se puede cambiar el uso de suelo; y aclaró que deben esperarse hasta 20 años a fin de que los programas de reforestación y restauración agoten todas las posibilidades de regeneración.

“Normativamente está impedido el cambio de uso de suelo en el área de un bosque incendiado”. Por esta razón, insistió, la Procuraduría Federal Agraria (PFA) está obligada a actuar, a fin de impedir cualquier cambio en el uso del suelo de un bosque incendiado. Esta regulación está vigente desde la administración federal del expresidente Ernesto Zedillo (1994-2000) y desaprueba cualquier cambio de uso suelo no solo en los casos de incendio, sino también del paso de huracanes o cualquier otro fenómeno meteorológico devastador.

“Otro ejemplo que a lo mejor no tenemos nosotros tan cercano, pero también es relevante, es el caso de los manglares y de las zonas costeras para desarrollos turísticos. ¿Cómo ha permitido el gobierno el cambio de uso de suelo?, no solo ha sido omiso, también ha participado en esos cambios.

“Por eso digo que el problema no es privativo de La Primavera. Ojalá solo sucediera en La Primavera, pero es un fenómeno nacional. Debemos hacer un llamado a la población en general para que haga conciencia de los daños que provocamos al ambiente, que ya empiezan a sentirse en el alza de las temperaturas; cuando hayamos devastado los recursos forestales de Jalisco y de todo México, la reducción de la recarga de mantos freáticos, entre otros efectos, van a ser verdaderos problemas vitales”, advirtió el investigador.