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El Presidente Nacional de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) Enoch Castellanos dio a conocer que, ante la falta de apoyos por parte del gobierno federal, las pequeñas y medianas empresas se encuentran en riesgo de cerrar.
Presentó un informe de la situación que guardan las pequeñas y medianas empresas, como efecto de la pandemia y la conducción de las políticas gubernamentales.
Castellanos hizo un detallado diagnóstico sobre la devastadora condición en que se encuentra el sector privado en estos momentos. Señaló que los datos son muy preocupantes.
El crecimiento de la economía mexicana se deteriora, a partir del último trimestre del 2018, sin ninguna razón exógena, perdiendo capacidad para generar empleos. En este lapso disminuyó la inversión pública y privada en el país.
La pandemia golpeó a una economía mexicana débil, lo que ocasionó el cierre de más de un millón de micro, pequeñas y medianas empresas. Aún con la reapertura de actividades, hay más de 11 mil 500 empresas formales que han cerrado entre abril-octubre de 2020, el 98% de ellas MiPYMES.
Sólo el 5% de las empresas del país han recibido algún apoyo por parte del Gobierno durante esta crisis. El ritmo de creación de empleo formal dentro de esta administración era históricamente lento aún antes de la pandemia. Actualmente existen 824,591 menos trabajadores dados de alta ante el IMSS, de los que había hace un año.
En un comunicado informó que la recuperación parcial del empleo se ha dado en la economía informal, el subempleo y el autoempleo. Dentro del sector formal, casi la mitad de los trabajos recuperados son eventuales.
El cierre de año traerá una desaceleración aún mayor de la recuperación del empleo formal, debido a su tendencia cíclica.
Las importaciones, presentan una tendencia a la baja desde el año 2019 reflejando la pérdida de poder adquisitivo e inversión del país. Actualmente se encuentran casi 30% por debajo de los niveles de 2018. La importación de bienes de consumo es 62% menor a los niveles de 2018, y la de bienes de capital 40%.
Pese a ello, pareciera que el gobierno no acaba de dimensionar el tamaño de la situación, y sigue actuando como si la economía y la crisis de salud fueran dos cosas distintas. Fue enfático en afirmar que eso no es así.
Hay una verdadera situación de emergencia que sigue oculta bajo la narrativa del que “ya salimos de lo peor”, y que no se sostiene frente a los datos duros. Estamos hablando de la supervivencia de la planta productiva, el empleo de millones de mexicanos y las expectativas de mejorar la calidad de vida y garantizar el sustento de las familias.
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Escrito por Redacción