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De acuerdo con datos del casi “sepultado” Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), 50.4 millones de mexicanos, 39 por ciento de la población, no han podido acceder a atención médica adecuada, una realidad que prácticamente deja a las familias vulnerables ante cualquier enfermedad. Las ocurrencias y malas decisiones de la “Cuarta Transformación” (4T) concernientes a salud simplemente no paran.
El sexenio de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dejó un sistema de salud en ruinas y la administración de la doctora Claudia Sheinbaum Pardo todavía atenta contra ese derecho porque, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos 2026 enviado por la Secretaría de Hacienda (SHCP) a la Cámara de Diputados, la estructura operativa del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSTE) se reducirá de 29 a 17 programas, 41.4 por ciento, y la del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de 20 a 16 programas, 20 por ciento menos.
Los mexicanos no han visto nada de la famosa “cobertura universal”; incluso con la mortandad generada por el Covid-19, se evidenció un sistema de salud débil y la urgente necesidad de mejorarlo; ahora, la segunda administración morenista de la doctora Sheinbaum jamás planteó el estado del sistema sanitario dejado por AMLO, pero sí argumenta falta de recursos; el objetivo consiste en ocultar el retroceso causado por la 4T durante el sexenio reciente, una vez profundizada la crisis a la que el Coneval llama “carencia por acceso a la salud” producida después de dos décadas de estabilidad y mejoría de la cobertura a la salud mexicana.
Cuando AMLO presentó su Plan Nacional de Desarrollo 20219-2024, se afirmaba que el sistema de salud del país era un desastre, resultado de “los afanes privatizadores de los gobiernos neoliberales”; sin embargo, ninguna cifra oficial respaldó tal declaración; pero sí se demostró que gracias al Seguro Popular, le guste o no a los morenistas, la cobertura de atención en México se incrementó en 55 millones de personas entre 2003 y 2018; y se destinaron recursos públicos del Gobierno Federal incrementando el presupuesto de la Secretaría de Salud cuatro veces más. No hay ninguna duda de que estábamos mejor cuando, según la 4T y Morena, estábamos peor.
La tragedia de la salud mexicana no se detiene, sino que empeora. En los primeros cuatro años del sexenio obradorista, 33 millones de mexicanos se quedaron sin atención y sin servicios médicos porque el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) resultó ser un completo fracaso; por tal motivo, el propio gobierno debió sustituirlo por los servicios del IMSS–Bienestar, que tampoco augura nada nuevo.
Recientemente, la SHCP decidió “eficientar” el gasto público y simplificar la administración y transparencia de los recursos, por lo que recortará el Presupuesto 2026, y eliminará 347 programas presupuestales de los 893 establecidos hasta ahora, lo que representará una reducción de 38.9 por ciento general.
Entre los recortes graves destaca el efectuado al sector Salud, que pasará de 49 a 33 programas; también serán afectados los programas de Infraestructura, Comunicaciones y Transporte, de 43 a 17, 26 menos que representan 60.5 por ciento que en la administración actual; la misma suerte correrán programas de Petróleos Mexicanos, que pasarán de 22 a 12 (45 por ciento), la Comisión Federal de Electricidad de 27 a 16 (40.7 por ciento); en contraparte, la Secretaría de Defensa Nacional sólo pierde tres programas y la Secretaría de Marina pierde cinco; esto sugiere un gran interés en la maquinaria de las fuerzas del Estado al servicio del gobierno.
Las propuestas de recorte afectarán a la población más empobrecida y representan igualmente un grave retroceso para el desarrollo nacional; eliminar 347 programas presupuestales significa infundir la “estocada mortal” a la espalda de los mexicanos pobres, porque el Estado no invierte en atención médica para el pueblo y, cuando no se destina dinero suficiente a infraestructura social, los recortes excluyen al pueblo y lo condenan a la marginación, la miseria y pobreza extremas.
Con los morenistas encabezados por Sheinbaum Pardo, la salud de los mexicanos está más acorralada y amenazada; el bienestar social se encuentra muy lejos, y la inconformidad y crisis avanzan contra el pueblo, aspectos que deberán orientarse para que los mexicanos reflexionen y se organicen para quitar del poder a los malos gobernantes y preparar un gobierno popular que es lo que México necesita urgentemente. La hora está cerca. Por el momento, amigo lector, es todo.
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) detectó una red de colusión para beneficiar a una empresa con evaluaciones menos estrictas de medicamentos genéricos.
Más de mil 600 personas han muerto desde agosto del año pasado en el segundo brote de ébola más mortal de la historia, que se está desarrollando en una región descrita como una zona de guerra.
Ya inició la discusión del PEF 2024. Según la propuesta de AMLO, ¿habrá más y mejores servicios de salud pública? No, si quieren curarse, deberán pagar medicamentos y medicina privada. Así de sencillo.
Varios municipios de la zona metropolitana, como el caso de Chimalhuacán, han trabajado para atender a su población con recursos propios.
Seguir estrictas medidas preventivas como el uso de cubrebocas en espacios públicos y vacunarse, son parte de las recomendaciones de la Secretaría de Salud para evitar contraer enfermedades respiratorias.
La OMS señaló que el consumo de tabaco resulta perjudicial en todas sus formas y no existe un nivel seguro de exposición.
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Se registran valores de 155 puntos en el Índice de Calidad del Aire en la estación Nezahualcóyotl, en la zona noroeste del Valle de México.
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Escrito por Miguel Ángel Casique
Columnista político y analista de medios de comunicación con Diplomado en Comunicación Social y Relaciones Públicas por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).