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Antorcha y la cohesión de las micropartículas
Cuando hay una energía de carga opuesta que se acerca a su colonia, ellas se cohesionan y la rechazan. La fuerza de atracción que las mantiene unidas es la fuerza nuclear.
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En algún lugar del universo, en un espacio muy pequeño, en el universo cuántico, habitan millones de micropartículas. Algunas se tocan, otras no, pero una característica común a todas ellas es la armonía de su convivencia; ninguna es superior a la otra, siempre se consultan y nunca se traicionan. Cuando hay una energía de carga opuesta que se acerca a su colonia, ellas se cohesionan y la rechazan. La fuerza de atracción que las mantiene unidas es la fuerza nuclear. Y se mantienen cohesionadas precisamente porque son regidas por el mismo principio: tienen la misma carga y energía.

Pues bien, así como ellas que viven en armonía con sus camaradas, que siempre se defienden solidariamente ante las amenazas, así actúan los miembros de la única organización que en México plantea, exige y lucha en consecuencia para acabar de una vez por todas con los males que existen en el país, entre ellos la pobreza, porque sabe que los mexicanos y todos los seres humanos pueden vivir dignamente como tales.

La organización que yo conozco, la más científica en todos sus términos, ha dedicado sus 45 años de existencia a velar por los pobres y solamente por ellos. No solo exige que la pobreza alimentaria se acabe, sino también la pobreza espiritual. Sus hechos lo han demostrado a lo largo y ancho del territorio mexicano.

 ¿No acaba de pasar la vigésima Espartaqueada Cultural, en donde obreros, trabajadores, campesinos, amas de casa, niños y jóvenes alcanzaron lo más sublime que existe en este mundo, el arte destinado solamente a los dioses? Fuimos testigos de una titánica labor artística de esa organización, una semana completa de baile, danza, poesía, oratoria, etc. ¡Cuánto arte en esta tierra que los pobres no han probado! ¡Cuánta cultura desconocida para ellos!

Y el único movimiento que sacia plenamente la sed cultural de su pueblo es el Movimiento Antorchista. Durante sus 45 años, ha logrado lo que la Unión Soviética logró en su momento: elevar la cultura de su pueblo. Solamente que con una pequeña diferencia: En la Unión Soviética era el Estado el que realizaba estas actividades y ponía los recursos; en cambio, el Movimiento Antorchista lo ha logrado con sus propios recursos y con el apoyo de su pueblo.

Sus actos culturales no son transmitidos por las cadenas de televisión mexicana y tampoco son difundidos en los periódicos, ni siquiera en los menos reconocidos. No recibe apoyo de las instituciones encargadas de llevar deporte, cultura y ciencia a las poblaciones. Y, muy por el contrario, Antorcha Campesina ha sido la más atacada y calumniada. Si hace el bien, ¿por qué se le ataca tanto en las televisoras y los medios periodísticos nacionales? ¿No se supone que todo aquel que hace el bien debe ser reconocido y hasta premiado? Algo anda mal en este mundo de las partículas.

He visto con mis propios ojos la transformación de un pueblo que antes carecía de todo y ahora cuenta con escuelas, auditorios, hospitales, casas de cultura, dormitorios estudiantiles, etc., los cuales me es imposible describir en pocas líneas. Conozco de primera mano al ingeniero Aquiles Córdova Morán y puedo decir que es un hombre de los más sencillos y humildes que habitan esta tierra.

Un hombre sabio que ha entregado su vida completa para que los pobres de este país vivan dignamente; y lo mínimo que un hombre noble debiera hacer, en los tiempos que corren, es respetar y agradecer su labor. Pero en este mundo de las partículas pasa todo lo contrario. No hay momento que no tachen a la organización que encabeza de “huachicolera”, “intermediaria” y todo lo que se le viene a la mente, amigo lector, hasta agresiones soeces al propio dirigente.

Señor, Señor, ¿por qué odiarán los

[hombres

al que lucha, al que sueña y al que

[canta?

¿Por qué junto al camino de la gloria

siempre la envidia pálida

acecha el paso del romero cándido

y le lanza su flecha envenenada?

Camaradas y hermanos: el enemigo nos lanzará su flecha envenenada, pero si nos mantenemos cohesionados en torno a los mismos principios, objetivos y proyectos, así como las micropartículas que se mantienen cohesionadas por la misma fuerza nuclear, nadie nos dividirá.

 

 


Escrito por Romeo Pérez

Doctor en Física y Matemáticas por la Facultad de Mecánica y Matemáticas de la Universidad Estatal de Lomonosov, de Moscú, Rusia.


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