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Aunque vivimos una supuesta democracia, los mexicanos no elegimos a nuestro representante, sino a alguien que ya está en el poder, sea del partido que sea, por lo que las cosas siguen igual, porque el pueblo no manda y está desorganizado.Ante la difícil situación en México, donde la pobreza, la violencia y el hambre crecen más, sin importar qué partido esté en el poder, el líder del Movimiento Antorchista Nacional, Aquiles Córdova Morán, aseguró que la verdadera liberación del pueblo la debe hacer el pueblo mismo organizado, educado, saludable y consciente de sus obligaciones, garantizando así una verdadera democracia, donde los mexicanos puedan elegir a sus candidatos y gobernantes y sean ellos mismos quienes vigilen y actúen correctamente.
Durante la celebración por los 40 años de la colonia Balcones del sur, en la capital poblana, a la que asistieron más de 10 mil antorchistas, Córdova Morán explicó que, en los albores de la humanidad, el instinto gregario del hombre lo hizo organizarse y trabajar en conjunto para superar a las demás especies, lo que garantizó su supervivencia; sin embargo, en la actualidad, la sociedad humana se ha dividido en dos grandes grupos: ricos y pobres (explotadores y explotados), lo que volvió imposible la unión de la sociedad, ya que los intereses son diferentes y contrarios.
“Actualmente se ve una amenaza en la unión, ya que está de moda el liberalismo, es decir, la filosofía que pone los intereses del individuo por encima de la sociedad y, por lo tanto, muchos de los organismos y de los aparatos con los que cuenta la sociedad para hacer sus funciones, están destinados a sembrar en las personas la idea de que el individuo está por encima de todo”, señaló.
Dicha filosofía, basada en el enriquecimiento, la acumulación de bienes y poder a costa de lo que sea, hace que la gente no alcance a discernir el veneno que trae en las entrañas, en el que el individualismo es el más poderoso disolvente de las organizaciones sociales.
“Parece que somos una gran colectividad cuantitativamente, pero cualitativamente estamos aislados los unos de los otros. No hay a quien recurrir para que nos dé una respuesta a los problemas, no hay en quién confiar. Somos muchos, pero cada uno en una absoluta soledad. Eso trae como consecuencia que los individuos no se puedan defender de sus problemas particulares y colectivos”.
Añadió que esto se representa en la política; aunque se afirma que vivimos en una democracia (que significa el poder del pueblo, mismo que lo entrega mediante su voto a un grupo de personas que pueda gobernar) los gobernantes se vuelven en contra de él, tomándolo en su propio beneficio:
“El pueblo de México ha vivido esto muchos años, ya que los gobernantes sólo buscan enriquecerse. A pesar de eso, sigue ocurriendo de la misma manera; el pueblo a lo que llega es a pedir un cambio, pero cambiamos a un gobierno por otro y las cosas siguen igual, porque el pueblo no manda y está desorganizado”.
Si realmente se quiere arreglar esta situación, el pueblo debe acabar con la partidocracia y él mismo elegir a sus candidatos y gobernantes, los cuales deben salir del mismo seno del pueblo y prepararlos para que gobiernen mejor. La verdadera democracia organizativa y participativa requiere que el pueblo nunca se desorganice, vigile, participe y modifique si se equivocó al elegir. “Tenemos que unirnos, crear una organización que cumpla dos tareas: una, que el pueblo elija a sus candidatos y vote por ellos; dos, el pueblo debe vigilar el desempeño de sus autoridades los 365 días del año. Sólo así se podrá convertir a México en un país progresista y con un desarrollo continuo donde se eliminen la miseria, el hambre y la violencia”.
Al referirse al 40 Aniversario del antorchismo en Balcones del sur aseguró que la celebración es apenas una pequeña fracción de lo que debe durar la lucha del pueblo, “necesitamos ser una organización que esté sólidamente unida, que sea un muro que aguante todas las tempestades, donde nadie traicione a su pueblo.”
Por su parte, Soraya Córdova, líder del antorchismo en la capital del estado, rememoró los inicios de la colonia donde una centena de colonos que fueron defraudados por una empresa inmobiliaria, fue a buscar ayuda de Antorcha ante la falta de solución por parte del gobierno estatal, quienes inmediatamente buscaron resolver la situación de la colonia, que no contaba con ningún servicio y su acceso era casi nulo dada su localización. Hoy, el contraste está a la vista de todos, hay servicios, educación y salud para todos; “esta celebración demuestra cómo la lucha social sí transforma las condiciones de vida del pueblo pero la única vía efectiva para hacerlo, de manera rápida y eficiente, es tomar el poder del país y desde un gobierno popular acabar con la pobreza y mejorar las condiciones de todos. Esto sólo será posible, con un verdadero partido de los trabajadores de México”.