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Uno de los sectores económicos más importantes y estratégicos para el desarrollo de un país es el agropecuario. Ningún país, por más desarrollado que esté, puede prescindir de la producción de materias primas y alimentos; en algunos Estados, estos últimos son materia de seguridad nacional debido a que su falta de producción puede exponerlos a amenazas o a acciones de chantaje de parte de los países proveedores. Así se explica que naciones como Japón, Canadá, Estados Unidos, Australia y las que integran la Unión Europea, entre otras, destinen alto subsidios a la producción de alimentos.
Otro aspecto de vital importancia que los países desarrollados toman en cuenta para impulsar su sector primario es la estructura de las unidades de producción, es decir, identifican puntualmente los tipos de estratos que existen y diseñan políticas enfocadas para cada uno de éstos.
En el caso de Mexico, las unidades de producción en el sector agropecuario son muy heterogéneas. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) y la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Recursos Hidráulicos ( Sagarpa), en el territorio nacional existen cinco milllones 325 mil 223 unidades de producción (UP), que se dividen en seis estratos tomando en cuenta sus ingresos por ventas promedio al año. En el estrato uno (E1) existen un millón 192 mil 29 de UP de subsistencia (el 22.45 por ciento) sin vinculación con el mercado; en el E2 hay dos millones 696 mil 735 de UP de subsistencia con vinculación con el mercado (50.6 por ciento) cuyos ingresos promedio en ventas al año son de 17 mil 205 pesos; en el E3 hay 442 mil 370 de UP en transición (8.3 por ciento) con ventas anuales de 73 mil 931; en el E4 hay 528 mil 355 UP empresariales (9.9 por ciento) con rentabilidad frágil y con ventas de 151 mil 958; en el E5 hay 448 mil 101 UP empresariales pujantes 101(8.4 por ciento) con ventas de 562 mil 433; y, finalmente, en el E6 hay 17 mil 633 UP empresariales dinámicas (0.3 por ciento) con ventas anuales promedio de 11 millones 700 mil pesos.
Con la información anterior podemos identificar tres tipos de unidades de producción: de autoconsumo, de transición y empresariales. El primero es el más importante en cuanto a cantidad, ya que representa más del 70 por ciento de las unidades. Esto representa un problema debido a que en estos estratos la acumulación de capital es muy baja y emplean técnicas e instrumentos de trabajo rudimentarios. Esto hace que su nivel de producción y productividad sean muy bajas. La gran mayoría tiene bajos ingresos y como consecuencia sufren algún tipo de pobreza.
El segundo representa el 18.2 por ciento de los productores y sus unidades de producción han dejado de producir únicamente para autoconsumo y se han vinculado al mercado. Estos estratos presentan un grave problema de rentabilidad; algunos no alcanzan a cubrir sus costos de producción y en otros casos sus ganancias no les permiten capitalizarse y por lo tanto están al borde de la quiebra.
En tercer lugar están los productores de tipo empresarial, que representan el 8.7 por ciento. Éstos son los que producen a gran escala y cuentan con tecnología de punta; son competitivos en el mercado nacional e internacional, por lo que gran parte de su producción se destina a la exportación.
Ante esta situación, y para impulsar el sector agropecuario, es necesario, en primer lugar, incentivar a los sectores industrial y de servicios para que absorban la mano de obra excedente que se encuentra en el estrato de autoconsumo. En segundo lugar deben diseñarse políticas públicas enfocadas al estrato en transición, tales como proveerlas con créditos baratos, seguros, infraestructura para almacenamiento y distribución, transferencia de tecnología, capacitación técnica, etc. En tercer lugar debe dejarse de subsidiar al estrato empresarial. Para ello deben diseñarse políticas públicas que ayuden a mantener la competitividad en el mercado mundial en el largo plazo. Hay que desarrollar infraestructura para la exportación, como carreteras y puertos; modernizar y aumentar el sistema de ferrocarriles de carga para disminuir el costo del transporte; agilizar trámites para la exportación, etc. Por último, debe proveerse de seguridad social a todas las personas que se encuentran en los estratos sociales más bajos.
Es necesario que se impulse el sector agropecuario, por su importancia económica y social a través de una mejor distribución del gasto público. Es decir, hay que diseñar políticas públicas enfocadas a resolver problemas específicos en cada estrato. En otras palabras, dejar de tratar igual a lo que es distinto.
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Escrito por Redacción