Cargando, por favor espere...
Hacer crítica o reseña cinematográfica de un documental que habla sobre la vida de un historiador puede ser un tema que a muchos les parezca algo árido, incluso aburrido. Sin embargo, la virtud que tienen estos documentales es que permiten conocer con cierta profundidad y cierto colorido la vida, la obra y su trascendencia, de personas que se han dedicado a una disciplina que contribuye a interpretar de manera científica la realidad que vivimos. Los consuelos de la historia, del realizador Anthony Wilks, es un documental que nos habla de la vida y obra del historiador británico (de origen judío) Eric Hobsbawm y que nos describe a su vez la esencia de sus aportaciones a la historia de la sociedad. El documental discurre para darnos una espléndida semblanza del historiador con las contribuciones de Frances Stonor Saunders, Richard J. Evans, John Foot, Stefan Collini, Marlene Hobsbawm y Donald Sassoon, así como del propio Hobsbawm, en un extenso metraje de archivo.
El documental narra cómo fue allanada la casa de Hobsbawm en 1955, cuando el historiador era apenas un joven académico, pero ya militaba en el Partido Comunista Británico (PCB). Ahí, el M15 (Servicio de inteligencia del gobierno británico) robó 48 mil documentos, entre los que se encontraba una autobiografía del historiador. Una de las narradoras señala que en esa autobiografía, Hobsbawm señala que sentía que hacía lo mejor que podía su trabajo académico y su trabajo de estudioso de la historia, pero que él tenía la necesidad de estar cerca de los trabajadores ingleses. Otro narrador dice que Eric Hobsbawm es un historiador inusual, pues ha vendido millones de libros de su autoría, por su alta popularidad por el enfoque que le dio a la historia. Para Hobsbawm la Historia era “una forma de reconciliarse con el pasado”. Cuando es entrevistado en la narración, este historiador habla, por ejemplo, de la gran trascendencia de la Revolución Rusa de 1917, revolución que hasta hoy día sigue influyendo en la sociedad actual (Hobsbawm nació en 1917 y en ese mismo año se hizo la primera grabación de música de Jazz, algo que siempre tendrá presente el historiador, pues estos acontecimientos influyeron grandemente en su vida).
La narración documental señala que Eric era hijo de un británico que trabajaba para una compañía en Egipto; donde conoció a Nelly, de nacionalidad austriaca y quien sería madre del historiador. En Egipto, la situación social era explosiva, por ello, la familia se trasladó a Viena. En 1931 murió su padre y Nelly apenas pudo mantener a Eric y a sus dos hermanos –era traductora–. En 1933 muere también ella, a consecuencia de la tuberculosis. Eric y sus hermanos fueron adoptados por los padres de Nelly. Fue por esa época, cuando estudiaba la secundaria y comenzó a ser seguidor de la doctrina de Marx (Eric narra la influencia de un profesor suyo); los narradores del documental señalan que en Austria y en Alemania, la crisis del capitalismo, acentuada por la gran depresión, influyó para que fuese adquiriendo su orientación filosófica y política, aunque también se hace notar que en esa época se desarrollaban en Alemania las ideas nacionalsocialistas, que tomaron cuerpo con la formación y acelerado crecimiento del partido nazi de Hitler).
En 1933, Hitler se convierte en Canciller de Alemania. Los comunistas alemanes hicieron grandes manifestaciones en contra de la política fascista; Eric, aun muy joven, participó muy activamente en el reparto de propaganda entre la población obrera de Berlín (distribuía folletos casa por casa, lo que era muy agotador). Dado el peligro de que los miembros de la familia de Eric fueran asesinados, su tío decidió trasladarlos a Londres.
Allí leyó el Manifiesto del Partido Comunista, de Marx y Engels y se consolidó su ideología. En 1936 ingresó a la Universidad de Cambridge, y por esa época se incorporó a las filas del Partido Comunista Británico.
Escrito por Cousteau
COLUMNISTA