Cargando, por favor espere...
Vladimir Ilich Uliánov, Lenin, fue un personaje irrepetible de la historia universal del Siglo XX, cuyo pensamiento teórico y hechos políticos vertieron en la creación de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS), y que hoy propician que el mundo supere la gran sensación de derrota generada por la crisis “civilizatoria” de este primer cuarto del Siglo XXI, al que Slavoj Zizek llama “tiempos interesantes”.
Su obra teórica y política se difundió en América Latina a comienzos del Siglo XX. En junio de 1929 fue discutida en la 1ª Conferencia Comunista Latinoamericana celebrada en Argentina con delegados de varios partidos latinoamericanos, de Estados Unidos (EE. UU.), Francia y la Internacional Comunista, recuerda Víctor Piemonte.
Sus reflexiones sobre el marxismo llegaron de ultramar con el intercambio entre las organizaciones de izquierda y los pensadores europeos, cuya visión no estaba exenta de justificaciones al colonialismo, que también permeaba en algunos círculos americanos.
Fue precisamente durante esta deformación cuando se impuso el pensamiento anticolonial del hombre nacido en Simbirsk (hoy Uliánovsk), ciudad ubicada a 700 kilómetros de Moscú, cuyo ideario orientó a los movimientos sociales en las siguientes décadas.
En la conmemoración de los 100 años de la muerte de ese artífice de revoluciones, se recuerda también como político profesional y promotor de los movimientos de liberación nacional de los pueblos, reveló Rodney Arismend.
Lenin entendió al marxismo científicamente como una herramienta teórica, de carácter estratégico y con lucidez táctica. De ahí que su noción del socialismo como conductor del desarrollo fue bien recibida abiertamente e influyó de modo significativo en lo que fue denominado “socialismo autónomo sudamericano”, recuerda Jorge Arrate.
En América Latina, el leninismo generó la imagen común de que la Revolución Rusa había realizado un programa. Hoy, ante el desarrollo más crudo del imperialismo, los movimientos sociales y populares del río Bravo a la Patagonia recuperan el ideario y los principios de Uliánov, aunque con expresiones originales y novedosas.
La influencia de Lenin en América no se opone a la de Simón Bolívar. Aunque pertenecieron a épocas distintas, los unió la historia, incluso tienen similitudes. En la práctica, Bolívar enfrentó a España y a EE. UU.; y Lenin desafió a la Rusia zarista, a la Europa colonialista y al mismo EE. UU.
Bolívar esbozó la integración latinoamericana con su frase “la patria es América”, mientras que Lenin concibió a la federación como un medio de transición hacia la unidad de los trabajadores de las naciones. En su última proclama, El Libertador afirmó: “Mis últimos votos por la felicidad de la patria”. Lenin lo emuló con su lucha por la liberación de los trabajadores.
Ambos fueron internacionalistas y reivindicaron los derechos de los oprimidos en un mundo sin fronteras. Coincidieron en sus críticas al colonialismo y en la defensa del derecho de los pueblos a su autodeterminación.
Sin embargo, es Lenin quien apremia el estudio de la cuestión económica para comprender la guerra y la política. En su libro El imperialismo, fase superior del capitalismo, explicó este periodo como el principal factor de la dependencia entre los países de América Latina frente al imperialismo estadounidense, como lo evidenciaron los golpes militares contra Jacobo Árbenz en Guatemala (1954) y Salvador Allende en Chile (1973); y se mostró ahora en el nuevo rostro del golpismo (lawfare).
En el prólogo de esa obra, Lenin recomienda estudiar economía para entender mejor gran parte de los problemas sociales y políticos. Así lo entendieron los liderazgos latinoamericanos y sus gobiernos de centroizquierda a partir del año 2000, cuando usaron sus materias primas como arma contra la pobreza.
Hoy, en el umbral de un nuevo ciclo electoral sobre la región, sus hipótesis muestran de forma magistral la vigencia de sus ideas: la dominación de los monopolios avanza mediante la fusión del capital bancario, industrial y comercial para concentrar cada vez más la producción en unas cuantas manos; además de que las asociaciones monopólicas se están internacionalizando, repartiendo el mundo y arriesgando a la clase trabajadora.
Lenin, como riguroso investigador, acudió a fuentes múltiples y centró sus análisis e hipótesis en la definición de una estrategia antiimperialista y las proyectó hacia el socialismo. Los artífices de la Revolución Cubana adoptaron su metodología y agregaron conceptos nuevos y experiencias a la doctrina leninista.
Fidel Castro Ruz denominó a su movimiento como “marxista-leninista” pese a las obvias diferencias, porque la praxis leninista fue aplicada al entorno ruso y euroasiático, mientras que la revolución socialista cubana se efectuó varias décadas después y en una sociedad con desigualdades más profundas.
Para Cuba, el ideario leninista representó la esperanza de crear un proyecto de desarrollo sostenible, al igual que en Chile donde, ya durante los años 30 del Siglo XX, el Partido Obrero Socialista (POS) publicó los textos: Los bancos y su nuevo papel, El Extremismo, enfermedad infantil (1933), así como La religión y el materialismo histórico (1938).
Años después, el gobierno de Allende se inspiró en el pensamiento leninista de que el socialismo y la democracia se desarrollan juntos. El libro de bolsillo de los líderes de los movimientos de liberación latinoamericanos fue El Estado y la Revolución, que Lenin terminó en 1917 y publicó en 1918, recuerda Eduardo Rothe.
El leninismo, fraguado con el objetivo de dar el liderazgo a la clase trabajadora, nutrió a las revoluciones de Cuba, Nicaragua y Venezuela, como antes lo hizo en China, Norcorea y Vietnam.
En la Revolución Mexicana de 1910, precursora de la rusa, hay un viso de leninismo que se plasma en sus aspiraciones a distribuir equitativamente la tierra y la riqueza, y en su concepción más aventajada de los derechos sociales en comparación al resto del mundo, según el historiador Stefan Rinke.
Hoy, del leninismo se rescata su esencia anti-globalizadora, por lo que –al menos por un amplio periodo– se ofrece como alternativa contra el capitalismo. Hoy, en resumen, el mundo es un lugar mejor gracias a Vladimir Ilich Uliánov, Lenin.
Los portavoces del sionismo e imperialismo justifican los crímenes de guerra diciendo que combaten el terrorismo. Sin embargo, según el propio Consejo de Seguridad de la ONU “casi 70% de las víctimas en Gaza son niños y mujeres”.
Una de las ramas industriales con mayor desarrollo en nuestro país es la industria automotriz.
AMLO prometió al municipio con mayor pobreza extrema en México y ahora devastado, 61 mil millones de pesos, es decir, sólo el 21.7% de todo lo que se calcula que se necesita. Muy disminuido. Revisemos.
Las contribuciones de Heráclito al pensamiento filosófico no se pueden exponer profundamente en un texto como el presente, pero sí es posible recuperar una, aquella que se condensa en este título.
¿Por qué hacer futuro? Porque en unos años más, serán las manos y mentes que moverán el aparato productivo, político y social del país. ¿Por qué sostengo que el Estado mexicano tiene en el olvido a la juventud?
Los enternecedores lomitos y michis suelen ser los principales sujetos de atracción en las primeras planas de los medios impresos, incluso evadiendo los graves problemas que afectan a las mayorías.
Lo que respalda al dólar reside en la creencia de la fortaleza económica de EE. UU., su crecimiento continuo y la posibilidad de pagar sus deudas, respaldo que se erosiona cada día más.
Rusia ha dado una vez más un gran ejemplo mundial de sacrificio por las mejores causas de la humanidad: ha derrotado otra agresión nazi de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Son pocas personas, muy pocas, las que rebasan a los antorchistas en la cantidad y calidad de los ataques brutales que ha descargado sobre ellos AMLO. Los quiso exterminar y desaparecer hasta de la historia del país.
Para establecer un movimiento social exitoso se necesita conocer al sistema, en constante cambio; comprender la dinámica social capitalista requiere, de acuerdo con Lenin, estudiar las contradicciones fundamentales del mismo...
La conferencia que impartirá el Ing. Aquiles Córdova, destacará la vigencia del pensamiento del líder de los bolcheviques que, a 100 años de su muerte, su pensamiento aún resuena en millones de hombres y mujeres que buscan una sociedad más justa para todos.
El desprecio por lo popular (ahora no sólo en la música) es una reproducción cultural que las burguesías inyectan en la consciencia de la población en general.
Apenas un poco más de un mes ha pasado desde la asunción de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos (EE. UU.), y parece que ya hubiera transcurrido por lo menos un año.
China ha construido una sociedad en la que no hay hambre y se preconiza el bienestar de la población, ¿qué ha hecho esa nación que nosotros no? No sólo es gracias a sus políticas económicas.
Si, como pregona López Obrador, hoy hay menos pobreza y ya derrotó al neoliberalismo, ¿cómo explicar, entonces, la emigración masiva de mexicanos en busca de mejor vida en otra parte, arriesgando incluso la vida para cruzar la frontera?
Gran Guerra Patria, la fase más atroz de la lucha de clases bajo el Imperialismo
El legado político-moral de la victoria soviética sobre el nazifascismo
El Día de la Victoria Soviética
Los más ricos del mundo provocan mayor impacto ambiental, revela estudio suizo
Empresa CICSA se deslinda de responsabilidad por desplome de Línea dorada
Escrito por Nydia Egremy
Internacionalista mexicana y periodista especializada en investigaciones sobre seguridad nacional, inteligencia y conflictos armados.