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A finales de 2019, la Cámara de Diputados, con mayoría morenista, le recortó mil 71 millones de pesos al programa de gastos del Instituto Nacional Electoral (INE) para este año en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF 2020); ésta es la más clara evidencia de que el gobierno de la “Cuarta Transformación” (4T) intenta violentar la autonomía del INE.
A partir de noviembre pasado se sumaron otros ataques contra el INE, como el que protagonizó el diputado morenista Pablo Gómez, quien cuestionó los altos salarios de los consejeros electorales, alegando que ningún funcionario del Estado mexicano debe ganar más que el Presidente de la República; una iniciativa de reforma electoral presentada en febrero, que propone la remoción del Consejero Presidente, Lorenzo Córdova Vianello y la manifiesta intención de los diputados del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) de que los cuatro nuevos consejeros que el INE renueve en abril, surjan de sus filas o le sean políticamente afines.
Pero el acoso contra el INE no se limitó a la práctica de maniobras políticas obvias e indirectas, sino que también incluye ataques vulgares y amenazas como los que legisladores, funcionarios públicos y actores de redes sociales de Morena han lanzado abiertamente para someter a “juicio político” a Córdova Vianello o para acallar a analistas y periodistas críticos de la 4T.
El propio Presidente ha cuestionado que en el Instituto no se aplique la “austeridad republicana”, política que, según él, caracteriza a su administración. Incluso criticó el gasto que el INE hará en la elaboración de la nueva credencial de elector, que empezará a circular en diciembre de este año: “Ahora estoy viendo que habrá nueva credencial de elector, que va a tener más seguridad, ¿cuánto cuesta eso?, ¿Y los sueldos?, ¿hubo democracia en el periodo neoliberal?”, refirió en una de sus conferencias matutinas.
Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no desaprovecha la mínima oportunidad para desacreditar al INE y sus consejeros ante la opinión pública; y en algunas ocasiones los ha llamado “alcahuetes”, “cínicos”, “privilegiados”, “maiceados” y hasta “floreros”. Entre los efectos de estos ataques presidenciales está la iniciativa de reforma electoral promovida por un legislador de Morena para que el consejero presidente del INE cambie cada tres años. Esta iniciativa tiene dedicatoria: quitar a Lorenzo Córdova, quien fue electo para estar al frente del instituto autónomo durante nueve años, es decir, para desempeñarse como consejero presidente de 2014 a 2023. Si se aprueba esta iniciativa, Morena, con mayoría en el Congreso, lograría remover a Córdova y apoderarse del control político del INE.
Por ello, diversas voces críticas se expresaron en contra de la pretensión de de vulnerar la autonomía del INE y someterlo a un mando personal y partidista, como antes ya lo han hecho con otros organismos, entre ellos la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), donde AMLO colocó a una de sus simpatizantes y la Comisión Reguladora de Energía (CRE). En esta lista de objetivos figura, además del INE, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Peligra la incipiente democracia
Académicos, investigadores, legisladores de oposición, analistas políticos y dirigentes de organizaciones civiles rechazaron la intromisión del Presidente y de Morena en el INE, ya que la pérdida de la autonomía de esta institución generaría desconfianza ciudadana, se pondrían en riesgo las elecciones en todos los niveles y el proceso de democratización retrocedería.
María Amparo Casar, presidenta ejecutiva de la agrupación Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), en entrevista con buzos señaló que las acciones tomadas por AMLO ponen en riesgo la democracia alcanzada en el periodo reciente.
“Rayar la reputación del instituto, de sus integrantes, de su presidente, desde las conferencias matutinas causa un daño real, que hace que baje la confianza… creo que sí hay peligro para la autonomía y la independencia del INE. Esto debe unir a los mexicanos, no importa la ideología, el partido, si eres “chairo” o “fifí”; en fin, eso no importa”, indicó la activista.
Casar afirmó que el INE ha resultado clave en el desempeño democrático-electoral durante las décadas pasadas y que su fortaleza radica precisamente en su autonomía. Incluso destacó que AMLO llegó al Poder Ejecutivo gracias precisamente a las reglas de imparcialidad vigentes en este instituto, por lo que ahora no entiende cómo es que éste intenta “estrangularlo” como organismo autónomo.
La analista explicó que la “captura” del INE empezó con el recorte de su presupuesto, que obviamente no tuvo por causa la austeridad republicana, sino el objetivo político de acotarlo. Esta intención advierte la existencia de otros “dardos” que el régimen actual de Morena lanza contra la institución electoral:
“Hay muchas iniciativas. Hay más de tres docenas de iniciativas en las Cámara de Diputados y en la de Senadores. No creo que se vayan a tratar todas, pero entre ellas hay unas que van desde modificar el número de diputados y senadores, hasta el de poner ciertos requisitos o que el INE se vaya a Gobernación. Hay otra que opone a la representación proporcional con la mayoritaria y una para disminuir el dinero de los partidos, la que sí figura en la agenda tanto de Morena como de AMLO, es decir, en la agenda que ellos llaman concurrente”, destacó la analista.
En la edición de febrero de la revista Nexos, Luis Carlos Ugalde, quien fuera presidente del entonces Instituto Federal Electoral (IFE) entre 2003 y 2007, publicó un artículo titulado El INE bajo ataque y la elección de cuatro Consejeros Electorales, donde denuncia que esta institución se halla bajo el ataque de Morena, situación que no es nueva porque en el pasado reciente –durante los años 90 del Siglo XX y las primeras dos décadas del XXI– padeció el acoso de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD).
Ugalde explica, sin embargo, que hay una diferencia notoria entre los ataques de Morena y los de los otros partidos: los de éstos provienen de organizaciones derrotadas y los de Morena de un partido triunfador y del propio AMLO, el cual ganó con las reglas actuales del instituto.
“Ahora en 2020 renacen los ataques. Lo inédito es que ahora provienen del partido triunfante en las elecciones de 2018 organizadas por el INE. Así como el desafuero de AMLO en 2005 afectó desde un año antes la celebración de los comicios presidenciales de 2006, los ataques de hoy al INE reverberarán durante las campañas del próximo año cuando se celebrará la elección más grande de la historia de México (y presiento que también la más conflictiva)”, escribe Ugalde.
El también director de la consultora Integralia destacó que “cualquier candidato perdedor de Morena podrá acusar al Instituto de ser culpable porque desde hoy se le acusa de cometer fraude y de estar controlado por una suerte de pandilla de conservadores que se aferran a su presupuesto y sus privilegios. Si ésa es la imagen que se dibuja desde Palacio Nacional, ya sabemos cómo serán los ataques en los próximos meses”.
Durante una entrevista con el periodista Ramsés Yunes, en el programa En Contacto, Ugalde declaró que “el INE le cae mal a López Obrador”, porque éste piensa que es una “institución burguesa, neoliberal”, porque él se asume como la democracia misma y supone que todo lo existente antes de él es una farsa. Para Ugalde, esta actitud es “inentendible, porque Morena, en 2021, tiene la posibilidad de ganar más cargos, sin embargo, ataca al Instituto”.
En el diario El Financiero, el columnista Pablo Hiriart afirmó que “El asalto al INE comenzó por parte del gobierno, Morena y su formidable aparato de propaganda, que aborrecen los equilibrios democráticos y los organismos autónomos, porque estorban su proyecto totalitario. Abrieron el fuego de manera estratégicamente coordinada desde el gobierno, las redes sociales, la dirigencia nacional de Morena y panfletarios de la 4T en medios impresos. Se trata de propaganda orquestada para demoler la independencia del INE por la vía del desprestigio y tomarlo por asalto”.
Morena va con todo contra el INE
Pero en la cargada contra el INE no solo están los aliados de AMLO, los legisladores de Morena y sus “chairos”, sino que también participan funcionarios públicos del Gobierno Federal, de quienes se esperarían actitudes políticas e intelectuales de mayor responsabilidad.
En tal situación se colocó hace unas semanas Irma Eréndira Sandoval, Secretaria de la Función Pública, quien en sus redes sociales publicó este texto: “No es de demócratas, señor Lorenzo Córdova. Sea valiente: escuche bien al único consejero electoral del @INEMexico que hoy nos representa a todos los mexicanos. Mi reconocimiento @Jose_Roberto77, por su valor y dignidad”.
Para la Secretaria Sandoval el “único consejero electoral que representa a todos los mexicanos” es José Roberto Ruiz Saldaña, quien se opuso a la reelección de Edmundo Jacobo Molina como secretario ejecutivo del INE, un cargo de responsabilidad técnica clave para el funcionamiento de esta institución en la organización de los procesos comiciales.
A la arremetida de Sandoval contra esta decisión del INE se sumaron de inmediato Pedro Miguel y Enrique Galván Ochoa, consejeros de Morena. Galván Ochoa, leal seguidor y defensor de AMLO, así como columnista de La Jornada y Aristegui Online, donde difunde y comparte constantemente mensajes de odio mediante las redes sociales. En uno de estos textos, Galván escribió: “Van por ti @lorenzocordovav. No vas a escapar”. El mensaje iba acompañado con un video de “ciudadanos” que acusan al Consejero Presidente de “corrupción”.
En este contexto, el presidente del Partido Acción Nacional (PAN), Marko Cortes, convocó a la población a sumarse a la defensa del INE, pues si se cumplen las intenciones de AMLO y de Morena, es previsible que la incipiente democracia mexicana pierda el camino y vuelva a las trampas, chanchullos y actos de corrupción.
La reelección de Jacobo Molina como titular de la Secretaría Ejecutiva fue decidida legalmente por Córdova Vianello –es decir, conforme a la Ley Orgánica de la institución– con el argumento de que “en unos meses más, el INE tendrá que superar dos grandes desafíos que requieren conocimiento detallado sobre el funcionamiento de la institución: el arranque del proceso electoral 2020-2021 y el déficit financiero e inaudito con el que hemos iniciado este año fiscal”.
La determinación del Consejero Presidente obviamente no fue bien vista por los legisladores de Morena y el consejero “morenista” que votó en contra, pero contó con la aprobación de la mayoría de los demás integrantes del Consejo General, como lo difundió un comunicado oficial del INE. Adriana Favela, por ejemplo, mencionó que no “existe un impedimento legal para que el actual secretario ejecutivo sea nuevamente designado para ocupar este mismo cargo antes de la fecha de la conclusión del encargo previsto para el 10 de abril de 2020”.
En efecto, en las próximas semanas, el INE iniciará la organización de las elecciones federales de 2021 para renovar las 500 curules de la Cámara de Diputados y la de los comicios locales en la mitad de las entidades de la República. En total se elegirán tres mil 495 nuevos titulares de diputaciones locales, alcaldías y regidurías y el INE, en colaboración y coordinación con los 32 institutos electorales estatales, deberá instalar 160 mil casillas.
“La experiencia de Edmundo Jacobo Molina, quien ha sido responsable de la operación institucional del órgano electoral durante 12 años; su labor en la instrumentación de la reforma electoral de 2014 y su aplicación en casi 200 procesos electorales, sus conocimientos como jefe del servicio profesional, así como la capacidad de interlocución que ha manifestado con otras instituciones publicas y privadas, lo convierten en el mejor candidato posible para enfrentar los desafíos”, argumentó el INE para justificar su ratificación en la Secretaría Técnica.
¿Con la venia ciudadana o la de Morena?
El pasado 17 de febrero se publicó la convocatoria para la elección de cuatro nuevos consejeros del INE, así como la instalación de un Comité Técnico de Evaluación que se encargará de revisar el proceso electoral interno.
La inscripción de los aspirantes fue del 18 al 28 de febrero y la de los integrantes del Comité Técnico fue el 26 de febrero. Según los diputados, este órgano será integrado por personas sin filiación partidista. Sin embargo, dos de sus candidatos fueron designados por la CNDH –cuya titular es afín a AMLO–, dos más fueron propuestos por el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) y tres por la propia Cámara de Diputados con mayoría morenista.
Porfirio Muñoz Ledo, legislador por Morena y expresidente de la Mesa Directiva, pidió a los legisladores de su partido “no caer en la tentación, ya que algunos lambiscones quieren entregar el INE al Presidente como un trofeo”, según Notimex. Incluso sugirió que las consejerías fueran ocupadas por mujeres.
“Yo veo en algunos sectores de Morena alguna tendencia un poco obsesiva de nombrar a los consejeros; lo oí en varios compañeros, esto es un error histórico y una tontería política porque nada conviene a la Cuarta Transformación”, puntualizó el veterano político expriista, experredista y ahora exmorenista.
Las cuatro personas que resulten electas como consejeros electorales estarán en el cargo nueve años, es decir del cuatro de abril de 2020 al tres de abril de 2029 y sustituirán a Marco Antonio Baños Martínez, Enrique Andrade González, Pamela San Martín Ríos y Benito Nacif Hernández quienes, en abril, concluirán sus periodos de función pública en el INE.
De acuerdo con información oficial de la Cámara de Diputados, el cuatro de marzo se informará quiénes de los aspirantes cumplieron con los requisitos solicitados y los que aún no los cubran podrán hacerlo hasta el seis de marzo. El Comité Técnico deberá revisar los perfiles y remitir sus propuestas hasta el 24 de marzo para que la Junta de Coordinación Política (Jucopo) las analice hasta el 30 de marzo y, un día después, la Mesa Directiva someta a los postulantes finales ante la votación del pleno de la Cámara, en caso de que no se alcance la mayoría en una sesión prevista para el 1° de abril de 2020; con esto concluirá el proceso.
En un mensaje difundido en redes sociales, Córdova Vianello se mostró satisfecho con el inicio del proceso de cambio; en tanto, insistió en la necesidad de que los próximos consejeros se apeguen a los principios electorales de legalidad, certeza, imparcialidad, objetividad e independencia. “En el INE celebramos que esta primera señal de consenso se haya dado en un tema que resulta clave para el funcionamiento de nuestra democracia; lo hemos dicho y lo reiteramos, el acuerdo en torno al árbitro y en torno a las reglas electorales es condición fundamental para que en México sigamos teniendo comicios limpios”.
Escrito por Trinidad González .
Reportero. Estudió la maestría en Periodismo Político en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García.