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Se acerca una edición más de la entrega de los premios de la Academia de Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos y, como ya es una tradición, las reseñas y críticas se han centrado en las películas que van a disputarse las estatuillas del Oscar. Hasta el momento, El irlandés tiene 10 nominaciones, entre otras la de “mejor película”, “mejor director” y “mejor actor de reparto”, que se suman a las cinco que logró para los Globos de oro, entre las que destacó el premio a la “mejor cinta”. El irlandés (2019), del conocido y veterano realizador Martin Scorsese, es una cinta que había querido filmar desde 1980 y que solo comenzó a preparar en 2014 porque otros compromisos le habían impedido hacerlo. La principal dificultad que enfrentó el realizador italo-americano consistió en que los actores Robert De Niro, Al Pacino y Joe Pesci, protagonistas de varias de sus filmes más famosos, rebasan los 70 años de edad y no podía hacerlos aparecer como jóvenes. Para lograrlo, Scorsese tuvo que utilizar una plataforma personalizada con tres cámaras para facilitar la aplicación de efectos digitales. Pero la crítica especializada ha resaltado otros aspectos notables del filme de Scorsese. Por ejemplo, la revista Variety reveló recientemente que “Los números de El irlandés son asombrosos: 108 días de filmación, 117 locaciones distintas, 319 escenas, 160 actores en una trama que abarca 50 años”. La crítica cinematográfica ha reconocido también el excelente trabajo del director de fotografía, el mexicano Rodrigo Prieto.
El irlandés es una historia de gángsters en la que Frank Sheeran (Robert De Niro), chofer de un camión repartidor de carne, es defendido y protegido por Russell Bufalino (Joe Pesci), quien lo convierte en parte de su mafia. Por medio de su jefe, Sheeran conoce al líder de camioneros Jimmy Hoffa (Al Pacino), para el que trabajó durante varios años como guardaespaldas. Hoffa conoce a la familia de Sheeran, incluida su hija Sonia (Anna Paquin). Cuando Hoffa comienza a tener desencuentros con otros grupos de mafiosos, entre ellos los que se dedican a traficar con estupefacientes y los sindicales que controlan importantes sectores de la clase trabajadora gringa, Bufalino le encomienda a Sheeran hablar con Hoffa, pero éste no acata las “recomendaciones” porque aduce que tiene información con la que puede destruir a los líderes de las mafias. Entonces Bufalino decide matar a Hoffa y comisiona para ello a Sheeran. Con engaños sobre una supuesta negociación con otras cabezas del crimen organizado, Sheeran lleva a Hoffa a una casa en un barrio de Nueva York y cuando éste se da cuenta de que no hay nadie y quiere salir, Sheeran lo asesina a quemarropa.
En la historia de Sheeran (El irlandés), Scorsese aborda una de las contradicciones más recurrentes en su carrera fílmica: la lealtad y su contrario, la traición. El gran director se empeñó en realizar esta cinta con actores muy veteranos, no por su fama sino porque consideró que ellos podían interpretarla con mayor realismo, fuerza y nitidez actoral. Cuando Sheeran, ya muy viejo, quiere ver a su hija Sonia y ésta se niega, Scorsese nos ofrece una escena muy realista en la que se describe el altísimo precio que deben pagar los traidores.
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Escrito por Cousteau
COLUMNISTA