Cargando, por favor espere...
El primero. El miércoles de la semana pasada, es decir el miércoles 14 de noviembre, en Sesión ordinaria, la LXXIV Legislatura del estado de Michoacán de Ocampo, tuvo a bien aprobar un importante exhorto al Gobernador del estado. El llamado del Congreso del estado se refiere a una importante -y esperamos que decisiva- medida para salvar la vida del lago de Pátzcuaro pues el deterioro de este importantísimo cuerpo de agua salta a la vista para el que no tenga ninguna preparación científica ni técnica y hasta para el que nunca haya tenido oportunidad de contemplarlo en tiempos mejores. El lago se muere.
En consecuencia, la LXXIV Legislatura aprobó un Acuerdo por medio del cual “se exhorta respetuosamente al C. Gobernador del estado y al titular de la secretaría de Finanzas y Administración… para que instruyan la creación de un fideicomiso público que tenga como fin coadyuvar a la autoridad en el diseño, la elaboración y ejecución de un Plan integral que incluya estudios, programas acciones y obras por la vida del lago de Pátzcuaro… se exhorta (también) a las autoridades municipales de los municipios de Pátzcuaro, Erongarícuaro, Quiroga y Tzintzúntzan, así como a la Comisión estatal de Agua y Gestión de Cuencas y a la Comisión Nacional del Agua para que, de acuerdo con sus atribuciones, apoyen las acciones necesarias para el rescate del lago de Pátzcuaro”. Así respondieron los señores diputados y las señoras diputadas a la petición de un importante y laborioso grupo ciudadano que tiene representación en casi cien comunidades de los cuatro municipios ribereños y en otros tantos de la muy vecina Meseta purépecha.
Es muy importante que el lector interesado sepa y valore que el acuerdo al que me vengo refiriendo, se tomó como de “urgente y obvia resolución”, calificativo que, como proyecta su significado literal, da cuenta cabal de la perentoriedad e importancia que se le concede al tema y, vale la pena agregar, también, que son muy contados los temas que llegan a alcanzar esta categoría. Con lo dicho hasta aquí, no se hace suficiente justicia a la responsabilidad de los señores y señoras legisladoras, ya que hay que añadir que su compromiso con la conservación del medio ambiente, su interés por mantener viva a esa maravilla michoacana y quizá, más que nada, su convicción de representantes populares auténticos, los inclinó a escuchar una demanda ciudadana y pronunciarse votando de manera unánime, todas las fracciones juntas, sin que se registrara ni una sola abstención.
Las obras de “urgente y obvia” solución que detecta la Comisión Nacional del Agua en un diagnóstico reciente consisten en a) la elaboración de 36 proyectos ejecutivos de Agua potable, Alcantarillado y Saneamiento para comunidades de los cuatro municipios ribereños del lago con un importe que se calcula en 14.7 millones de pesos, b) la elaboración del Proyecto Ejecutivo del rediseño de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) San Pedrito y Rehabilitación de la existente de la ciudad de Pátzcuaro con un importe de 20 millones de pesos, todo esto sólo para que el agua sucia de varias localidades ribereñas no siga cayendo en grandes cantidades al lago y c) Estudio para la recuperación de importantes manantiales que alimentan al lago con una inversión de 2.5 millones de pesos. Sólo para empezar.
En la sesión del Congreso de ese día estuvieron presentes poco más de cien habitantes de la zona, representantes de varias decenas de miles más quienes, además de los propios legisladores, atestiguaron el acontecimiento y se retiraron contentos y agradecidos con el fuerte impulso que reciben sus anhelos. Ahora, luego de la recomendación del Congreso, pueden tener un instrumento legal que le otorgue a su iniciativa autoridad, fuerza y más posibilidades de resistir la prueba de las negativas y las maniobras, del tiempo y de los cambios de las administraciones. Esperamos que el exhorto encuentre buena acogida de parte del Señor Gobernador, Silvano Aureoles Conejo y las otras autoridades involucradas. Por nuestra parte deberemos empujar fuerte para que se hagan realidad los presupuestos para las obras señaladas como consecuencia de las visitas y las entrevistas en México con altos funcionarios de la Comisión Nacional del Agua. El proyecto va tomando forma ¡Adelante compañeros!
El segundo. Durante el fin de semana pasado atendí a una invitación que me hiciera la Comisión Nacional Cultural del Movimiento Antorchista, que encabezan los compañeros Juan Manuel Celis Aguirre y Soraya Córdova Morán, para fungir como jurado en la categoría Amateur en el XIX Encuentro Nacional de Teatro que se celebró en la ciudad de San Luis Potosí. La inauguración tuvo lugar en el histórico Teatro de la Paz y ahí mismo se escenificaron durante tres días las obras correspondientes a la categoría Semiprofesional, mientras que en la zona del lobby se instalaron las pinturas del XIV concurso nacional de Dibujo y pintura.
Espero que nadie me lo tome a mal ni se me acuse de discriminación o de grosero, pero siento que lo debo decir coloquialmente: era un hervidero de muchachos. Los chicos y las chicas estaban de fiesta “¿Cuál obra sigue?” “¿Cómo están las de allá?” (la categoría Amateur se presentaba en el auditorio del Instituto Potosino de Bellas Artes, IPBA, a unas cuantas cuadras del Teatro de la Paz). “¿Te maquillo?” “aquí falta una silla”. Extrañas conversaciones, entusiasmos desusados en el México de los reventones y la legalización de la mariguana. Los actos de inauguración y clausura fueron soberbios, únicos, arrebatadores, algo muy poco visto y oído, con las canciones de los Grupos nacionales de música del Movimiento Antorchista y los bailes de su Ballet Nacional.
El teatro se muere. Como el lago de Pátzcuaro. ¿Cuántos millones de mexicanos nunca en su vida han visto una obra de teatro, menos todavía, una buena obra de teatro? ¿Se le hacen muchos 125 millones de mexicanos? Pero el teatro es -todavía- una de las bellas artes, es el espejo del pueblo, es un poderoso instrumento de concientización de la realidad humana, grandes pensadores, fueron grandes dramaturgos. El Movimiento Antorchista Nacional, la única (estoy consciente del peso de la palabra) organización política auténticamente preocupada por el rescate de las bellas artes, promueve el teatro con ingentes esfuerzos, como lo dijo en su discurso inaugural su Secretario General, el Maestro Aquiles Córdova Morán, el mejor orador que jamás haya usted escuchado, “para concientizar al pueblo acerca de las causas de su dura realidad y convencerlo de cambiarla”.
Durante tres días, con jornadas teatrales hasta de 13 horas, desfilaron “Las Troyanas” de Eurípides, “El sí de las niñas” de Leandro Fernández de Moratin, “Los cuervos están de luto” de Hugo Argüelles, “Sacco y Vanzeti” de Mauricio Kartun, “Gordura es hermosura” de Darío Fo, “Los Justos” de Albert Camus, “Tierra baja” de Ángel Guimerá, “La vida es sueño” de Pedro Calderón de la Barca y así, hasta alcanzar 20 obras de la categoría Amateur y 10 de la categoría profesional. Una experiencia única, irrepetible ¿Irrepetible? No. El año que entra, por estos mismos días, en San Luis Potosí, el Movimiento Antorchista realizará su versión XX del Encuentro Nacional de Teatro y XV de Pintura y Dibujo. Somos admiradores, partidarios e imitadores de la insignificante gotita de agua que quebró la inmensa peña.
¿Quién mató al republicanismo español en 1936?
Extender la guerra es acelerar el fin de la humanidad
Multas en Edomex y CDMX por quema de pirotecnia
Álvaro Yunque, la poesía al servicio de la clase obrera
Recortes a estímulos fiscales encarecen precios de gasolinas en 2024
Congreso de CDMX aprueba Presupuesto 2025; crea un impuesto ecológico
Escrito por Omar Carreón Abud
Ingeniero Agrónomo por la Universidad Autónoma Chapingo y luchador social. Autor del libro "Reivindicar la verdad".