Durante los tres años y medio que lleva al frente del país el gobierno de la 4T, la brecha entre ricos y pobres se ha ensanchado, a pesar de que una de sus banderas sea “primero los pobres”, de sus más exitosas consignas.

Los peores usos y costumbres de gobiernos anteriores continúan vigentes. Ni los vicios más deleznables se han perdido. La designación de candidatos a la Presidencia, del seguro sucesor del primer mandatario.

No se cumplieron las promesas de un servicio médico de primer mundo y gratuito para todos los mexicanos; a cambio de esto, la población sufre los efectos de recortes presupuestales al sector salud y del desmantelamiento de instituciones y programas.

A pesar de todo el optimismo del Gobierno, las voces escépticas han venido aumentando, sumándose a ellas la opinión de economistas, investigadores y líderes agrarios que analizan esta problemática en nuestro Reporte Especial.

En opinión de analistas especializados en el tema de las asignaciones directas y de la licitación pública, esta centralización en una misma oficina conlleva graves peligros de corrupción de los que se ocupa nuestro Reporte Especial.