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Inundaciones y negligencia golpean a jaliscienses
Los representantes de las colonias afectadas por las inundaciones se manifestaron en una de las principales avenidas de la ciudad para denunciar que los tres niveles de gobierno los tienen en completo abandono.
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El abandono de los tres niveles de gobierno, la ambición de las empresas inmobiliarias y la desaparición del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) son causantes de los daños que hoy sufren los habitantes de la región sur de la zona metropolitana de Guadalajara afectada por las inundaciones, afirmó Alejandro Cárdenas Ochoa, presidente del Parlamento de Colonias, asociación civil especializada en ecología.

Cárdenas explicó que el agua de las cuencas del Bosque de la Primavera se mueve con mayor fuerza y libertad porque no hay árboles ni maleza que estorben su paso, debido a que los incendios naturales e intencionales propiciaron una nueva geografía en un área donde se localizan 20 colonias del municipio de Zapopan.

Para los vecinos de las colonias Miramar y Arenales Tapatíos, los severos daños a sus casas y menajes causados por las lluvias habían sido previstos por expertos de varias universidades, quienes les advirtieron que los incendios en La Primavera provocarían el deslave de cerros y la inundación de las áreas urbanas más cercanas.

 

 

El desbordamiento del arroyo El Seco, que se localiza en el sur de Zapopan, afectó 608 viviendas, de las cuales 86 quedaron inhabitables, 153 sufrieron daños estructurales y 457 perdieron sus menajes, de acuerdo con un reporte de la Coordinación Municipal de Protección Civil y Bomberos de Zapopan.

El Seco inundó las colonias Colinas de la Primavera, El Tizate, Miramar, Arenales Tapatíos, El Briseño, El Fortín, Lomas de la Primavera, Carlos Rivera Aceves, La floresta de El Colli, Mariano Otero, Brisas de la Primavera, Cataluña y otros vecindarios cercanos.

El mayor problema para las familias afectadas se genera por la carencia de recursos económicos para cubrir sus necesidades más elementales, tampoco pueden solicitar el apoyo del Fonden, debido a que éste fue liquidado en 2020 por el Congreso de la Unión, a petición del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

El Fonden era un instrumento financiero que brindaba asistencia a familias en situaciones de emergencia ocasionadas por fenómenos naturales como inundaciones, sismos, etc. Su desaparición en agosto de 2020 se produjo con otros 108 fideicomisos, lo que provocó críticas y protestas ciudadanas al gobierno morenista.

 

 

En aquel momento, el entonces secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Arturo Herrera, aseguró que se seguirán transfiriendo recursos a las personas que sean afectadas por algún tipo de desastre natural. Su declaración textual fue la siguiente:

“La Unidad de Política y Control Presupuestario de la SHCP emitirá y, en su caso, modificará las disposiciones específicas que establezcan los mecanismos presupuestarios que permitan ejercer los recursos para ejecutar programas y proyectos para atender los daños ocasionados por fenómenos naturales perturbadores, de conformidad con lo establecido en el artículo 37 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y demás disposiciones jurídicas aplicables”.

En 2020 contaba con cuatro mil 911 millones de pesos (mdp) para enfrentar desastres naturales, pero sus pasivos eran de 18 mil 34 mdp debido a los huracanes ocurridos en años pasados y a los sismos de 2017. En este sexenio, el dinero del Fonden y de otros fideicomisos fue destinado a los programas sociales de transferencia monetaria.

 

Los apoyos no llegan

Los representantes de las colonias afectadas por las inundaciones en la zona sur de Zapopan y oriente de Guadalajara se manifestaron en una de las principales avenidas de la ciudad para denunciar que los tres niveles de gobierno los tienen en completo abandono. En rueda de prensa, realizada en el cruce de la Avenida López Mateos y Anillo Periférico, informaron que los recursos ofrecidos por el Ayuntamiento de Zapopan para reconstruir sus viviendas y adquirir muebles –tres millones de pesos– están aún en trámite y que serán insuficientes.

Los funcionarios del Ayuntamiento argumentan que se trata de colonias irregulares y se desentienden de los riesgos de una mayor tragedia; porque muchas de las casas tienen daños estructurales y los gaviones, instalados en la parte alta del bosque, en cualquier momento pueden desbordarse y causar el deslizamiento de miles de toneladas de agua y lodo.

Denunciaron que cuando se inició la temporada de lluvias acudieron a Protección Civil, Atención Ciudadana, Seguridad Pública y en ninguna de estas oficinas se les quiso atender. Octavio Álamo Rivera, uno de los dirigentes vecinales, indicó que acudirán nuevamente a estas dependencias en demanda de atención; y si continúan con evasivas, cerrarán la avenida López Mateos y el Anillo Periférico hasta que se les atienda debidamente.

 

 

El profesor investigador del Departamento de Geografía y Reordenación Territorial, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), Luis Valdivia Ornelas, reveló que al menos 37 zonas del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) tienen alto riesgo de inundación debido al cambio de uso de suelo y que en 15 de ellas lo hicieron en el último año en Santa Anita.

Un estudio realizado hace varios años por el CUCSH señala 350 puntos con riesgo de inundación en colonias marginadas como La Martinica, Indígena, Las Pintas, El Quince y Ferrocarril, y en vialidades con alto flujo vehicular como las avenidas del Federalismo, Revolución, Américas, López Mateos, Calzada Independencia y Mariano Otero, entre otras.

Valdivia Ornelas aclaró que, en estos lugares, el agua alcanza alturas elevadas y flujos muy rápidos, incluso con lluvia moderada, exponiendo a graves problemas de sobrevivencia a personas con altos niveles de pobreza y marginación.

“Hemos visto un incremento considerable de las zonas que tienen nuevos registros de inundación, sobre todo en el perímetro del Bosque La Primavera, especialmente en las zonas que se están urbanizando como Santa Anita, El Garabato –cercano a Mariano Otero–, Arenales Tapatíos; y hemos encontrado que en el norte de Zapopan los nuevos desarrollos urbanos de los últimos cinco años, de la carretera de Tesistán a San Cristóbal de la Barranca, han tenido registros de inundaciones, además de los nuevos pasos a desnivel, que son los de mayor incremento de peligrosidad porque alcanzan más de dos metros de acumulación de agua, como el caso de los desniveles en Plaza Patria”, informó.

Aseveró que los incendios en varias áreas naturales y la imposibilidad de que el agua de lluvia se filtre al subsuelo han propiciado que los cauces arrastren troncos y restos de maleza sobre las calles de las colonias cercanas al Bosque La Primavera, lo que aumenta el peligro para la gente.

Desde hace dos años, dicha universidad trabaja en el perfeccionamiento de un estudio radiográfico en cada una de las manzanas de las colonias en riesgo para que sus habitantes conozcan el tamaño exacto del problema que hay en su entorno y que las autoridades tomen las medidas pertinentes para prevenir las implicaciones de la temporada de lluvias.

“El problema es que el diseño de la infraestructura hidráulica no es el adecuado para los patrones de precipitación en la ciudad, que lleva décadas; el problema es que se tomaron malas decisiones en los cambios de las condiciones del ciclo del agua, particularmente de las microcuencas y esto ocasionó que muchos cauces naturales desaparecieran y que otros se entubaran con condiciones de un diámetro totalmente insuficiente”, detalló.

 

Previó que el estudio permitirá a las autoridades municipales establecer criterios máximos de la cantidad de agua que debe haber en las calles.

“Las vías metropolitanas no deberían de inundarse, como López Mateos, Patria o Acueducto, porque son en las que se da el desplazamiento de una buena parte de la población, no tendrían que inundarse o el nivel de agua tendría que ser mínimo, porque cuando se corta la movilidad en López Mateos eso impacta a nivel regional en Ciudad Guzmán, Zacoalco de Torres, e incluso en Colima”, concluyó.

 

Medir los daños

El doctor Arturo Gleason Espíndola, profesor investigador de la Universidad de Guadalajara (UdG), explicó que una de las subcuencas más azotadas por la voracidad inmobiliaria es la del río Atemajac, afluente cuyas aristas nacen en la zona de San Juan de Ocotán, El Bajío y Valle Real, en Zapopan, y que llegan a avenida Patria hasta desembocar en la Barranca de Huentitán.

Investigadores del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) instalaron, en esta zona, la quinta estación meteorológica de la red de monitoreo del ciclo del agua en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG), cuya finalidad fue proyectada para registrar cuánta lluvia cae y emprender acciones para aprovecharla.

“Desde hace años, al querer hacer estudios hidrológicos de las cuencas en la ciudad (sobre cuánto llueve, cuánto escurre y se infiltra), la principal dificultad es la falta de información de las precipitaciones, fundamental para el análisis y estudio del agua y, por supuesto, para la proyección de obras para manejar el agua”, reconoció Gleason.

“Ésta es una de las subcuencas más conflictivas, por el ataque de la urbanización en áreas verdes y al arroyo Atemajac, cuyo caso emblemático es la inundación en Plaza Patria”, agregó, para luego precisar que es importante conocer el diagnóstico del ciclo del agua en esta zona poniente del AMG, donde emana agua del Bosque Los Colomos, proveniente de El Bajío (en las faldas de los cerros del Bosque de La Primavera).

Las estaciones dispondrán datos certeros de cuánta agua cae en cada zona, solo después de 10 años de monitoreo para tomar mejores decisiones sobre su gestión y aprovechamiento. La red de estaciones meteorológicas mide las variables de precipitación, magnitud e intensidad; temperatura, velocidad del viento y presión atmosférica; esos datos se almacenan en un servidor y, con base en ellos, las autoridades deben tomar medidas para evitar catástrofes.


Escrito por Sergio Villa Pérez

Corresponsal Jalisco


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