Delfina Gómez Álvarez será la nueva gobernadora del Estado de México (Edomex); en la elección del domingo cuatro de junio, la ex Secretaria de Educación Pública logró 3.2 millones de votos (52 por ciento de la votación) mientras que la candidata de la coalición Va por el Estado de México, Alejandra Del Moral, obtuvo 2.7 millones.

Sin embargo, el triunfo de la abanderada de los partidos Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Verde Ecologista de México (PVEM), del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES) se ha ensombrecido por el alto índice de abstencionismo, ya que solo sufragaron seis de los 12 millones 693 mil 54 de ciudadanos registrados en la lista nominal (49.8 por ciento).

Los morenistas y sus aliados celebraron su triunfo con la idea de que habían acabado con casi 100 años de cacicazgo priista, específicamente del grupo Atlacomulco; pero expertos en política mexiquense son escépticos con respecto a que Delfina Gómez lidere un gobierno democrático en Edomex.

Esto se debe a que Gómez Álvarez es miembro del Grupo de Acción Política (GAP), también conocido como Grupo Texcoco (GT), encabezado por el cacique regional Higinio Martínez Miranda y Horacio Duarte, quienes se han visto involucrados en escándalos de corrupción, como el desvío de fondos públicos, nepotismo y compra de votos.

Martínez Miranda domina Texcoco desde antes del año 2000. Comenzó su carrera política como militante del Partido de la Revolución Democrática (PRD); y entre 1990 y 1993 encabezó a un grupo de tianguistas inconformes con el entonces presidente municipal, Isidro Burges Cuesta, un priista que terminó por ganarse el odio de los comerciantes de ese municipio.

El cronista texcocano Rafael Jiménez Velázquez reveló a buzos que, desde 1993, Isidro Burges “le llevaba la lana a Higinio… mensualmente le daba su mochada el municipio”. Pero había un tercer personaje en la trama: el entonces diputado de mayoría relativa por el XXIII Distrito Electoral del Edomex, Héctor A. Terrazas González, quien en el trienio 1994-1996 sería presidente municipal.

La confrontación entre PRI y PRD en Texcoco, que en 1993 generó múltiples manifestaciones y bloqueos de calles, fue resuelta por el entonces gobernador mexiquense Emilio Chuayffet, priista, mediante la integración negociada de un gobierno bipartito (PRI-PRD), en cuya alcaldía fue colocado Terrazas González.

En el periodo 1996-2000, el presidente municipal fue Jorge de la Vega (PRD); en 2000-2003, Horacio Duarte; en 2003- 2006 nuevamente el PRD, pero ahora con Higinio Martínez; en 2006-2009, Constanzo de la Vega (PRD); y de 2009 a 2012, Amado Acosta (PRI), quien entregó pésimos resultados para la población y su partido.

Rafael Jiménez Velázquez cuenta que, en ese periodo, los perredistas tuvieron problemas internos; entonces, Higinio buscó a una persona ajena al conflicto a través de su consuegra, la maestra Margarita Ramírez, y que tuviera representación social, sin importar que careciera de militancia y formación política.

La profesora Margarita recomendó a su yerno con su colega Delfina Gómez, quien además pertenecía al sector magisterial, “provenía de una familia humilde y, sobre todo, representaba al pueblo llano”. Para entonces, Higinio se había convertido en un poderoso cacique; acogió bien la recomendación y postuló a Delfina Gómez como candidata a la alcaldía.

En adelante, explica el cronista, la falta de oficio político y de preparación académica –“es mentira que tiene estudios superiores”– hicieron de Delfina una alcaldesa en extremo manipulable en manos de Higinio, Duarte y la parentela de ambos; su administración municipal resultó irrelevante, salvo por el escándalo de corrupción conocido como “los diezmos”, que tuvo resonancia nacional.

Rafael Jiménez detalla que durante la gestión de Delfina Gómez (2012-2016) hubo un giro político en el GAP, ya que abandonó su militancia en el PRD y se afilió a Morena, además de que el candidato morenista para el trienio siguiente (2016-2018) fue Higinio Martínez Miranda.

Este recuento evidencia que a partir de las notorias “virtudes políticas” de Delfina Gómez (disciplina y obediencia ciega), Higinio Martínez logró crear un personaje partidista primero de estatura municipal (Texcoco), luego estatal (elecciones en Edomex en 2017 y 2023) y aun nacional, SEP-2022, aunque con el respaldo del Presidente.

El trío de la corrupción

El escándalo más sonado en el que ha estado involucrada Delfina Gómez se desarrolló en 2015, cuando se reveló que había ordenado descuentos ilegales a los salarios de los empleados municipales de Texcoco y de la oficina del sistema Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en esa demarcación.

Los descuentos salariales se hicieron durante más de dos años (2013-2015) y alcanzaron un monto considerable (12 millones 813 mil 507 pesos), suma que fue destinada al financiamiento de las actividades político-electorales del GAP y del partido Morena, como lo comprobaron, en su momento, los testimonios documentados de Mónica Escobedo y José Javier García y otros trabajadores.

Durante su administración en el municipio de Texcoco, Gómez Álvarez contó con la “colaboración” de al menos seis parientes de Higinio, entre ellos su nuera Elizabeth Terrazas; su hermano Alberto Martínez Miranda, quien fue tesorero municipal; su prima Mónica Quintero; el esposo de ésta, Manuel Hernández; y su primo político, Juventino Larriva.

Otro de los escándalos durante la gestión de Delfina Gómez fue originado por la revelación pública de que Alberto Martínez Miranda otorgó 17 contratos de obra pública a su tío Jorge Luis Vázquez Reyes, quien está al frente de las empresas Ingeniería Terracería y Carreteros S.A. de C.V., Vazmi S.A. DE C.V. y Diseños Especializados Roma S.A. de C.V. El monto de estos contratos fue de 60 millones 194 mil 915 pesos.

En 2014, Delfina se autorizó a sí misma una gratificación extraordinaria de 150 mil pesos, dinero proveniente de los parquímetros municipales. De esta fuente, Alberto Martínez Miranda y su tío Agustín Miranda se asignaron partidas similares.

La primera campaña político-electoral de Delfina Gómez por la gubernatura del Edomex en 2018 fue coordinada por el hijo mayor de AMLO, José Ramón López Beltrán, quien era funcionario menor del partido Morena,

En ese año, Morena pagó por lo menos 20 millones de pesos (mdp) a dos “empresas fantasma”: Servicios Logísticos HMC Negrete y Servitransportadora Turística Olmeca; ambas fueron declaradas de ese modo por el Sistema de Administración Tributaria (SAT), porque carecían de la infraestructura, y el personal no estaba capacitado para tales actividades.

Incluso Marco Antonio Negrete Galicia, el presunto administrador de HMC Negrete, presumió en redes sociales que sus principales clientes eran funcionarios de Morena, como lo informa Raúl Olmos en su libro La casa gris, publicado por editorial Grijalbo. En sus páginas destaca otro personaje político texcocano con un futuro político fundamental: Horacio Duarte, quien, en 2017, fue Administrador General de Aduanas.

Ese mismo año, Higinio Martínez Miranda, quien entonces era presidente municipal de Texcoco por segunda ocasión, fue señalado en una investigación periodística, que reveló que él y sus tres hijos eran propietarios de bienes inmobiliarios con un valor superior a los 85 mdp.

El reportaje detalla que entre octubre de 2010 y noviembre de 2015, Martínez Miranda y sus vástagos adquirieron 14 propiedades que no incluyeron en sus declaraciones patrimoniales. La propiedad más cuantiosa valía 12.5 mdp, pero el sueldo de Higinio, como edil, era de 34 mil pesos mensuales.

Este monto no corresponde a sus anteriores gestiones municipales en Texcoco (2003-2006 y 2016-2018), así los hubiera ahorrado integralmente, no explican cómo pudo adquirir 14 propiedades inmobiliarias que entonces costaban 85 mdp.

A pesar de esta serie de escándalos y nepotismos, en 2018 el Presidente nombró a Delfina Gómez delegada de los programas del Bienestar con otros 38 personajes, designación que permitía vislumbrar el futuro político de la maestra texcocana.

El principal publicista de Delfina

El 20 de diciembre de 2020, el Presidente de México anunció que Delfina Gómez era el personaje con mejor perfil para encabezar la Secretaría de Educación Pública (SEP), luego de que Esteban Moctezuma Barragán fuera designado Embajador de México en Estados Unidos (EE. UU.).

“Ella va a ser la próxima Secretaria de Educación, la maestra Delfina; tiene esa profesión, es maestra, empezó como maestra de grupo, es maestra de primaria, en lo que tiene que ver con educación tiene esa experiencia de ser maestra. Yo creo que nunca había ocupado la SEP una maestra de primaria, desde luego ha habido maestros universitarios, pero maestros o maestras de primaria, creo que nunca”, dijo durante su conferencia mañanera de ese día.

Sin embargo, la Auditoría Superior de la Federación (ASF), órgano de análisis contable de la Cámara de Diputados, detectó irregularidades por 830 mdp en la Cuenta Pública del Gobierno Federal de 2021; y luego de una gestión irrelevante en la SEP en 2022, la maestra dejó el cargo para competir otra vez por la gubernatura del Edomex.

AMLO anunció este cambio con enorme entusiasmo y su postulación oficial ocurrió poco después de que Morena levantara una “encuesta” interna, en la que figuraron ella, Higinio Martínez, Horacio Duarte y Fernando Vilchis como precandidatos. Gómez Álvarez fue la “elegida por el pueblo” y ninguno de los otros aspirantes rechistó el resultado.

La próxima gobernadora mexiquense, sin lugar a dudas, es una de las expresiones del fenómeno político conocido popularmente como “ola obradorista”, de la que el protagonista central es el hoy Presidente de México y que, de 2018 a la fecha, ha convertido a Morena en el partido mayoritario de México, pues tiene mayoría en las cámaras de Diputados y Senadores.

En 2021, cuando se renovaron la Cámara de Diputados, 15 gubernaturas, varios congresos locales y numerosas alcaldías, la ola obradorista ganó en varias entidades de la República.

La señora Rocío Soloya, habitante de Ecatepec, el municipio más poblado del Edomex, explicó a buzos: “He escuchado cosas malas (de Delfina), que les robó a maestros de Texcoco o algo así: pero pues estoy con AMLO y él la defiende mucho, habla bien de ella. Entonces quién sabe, pero estoy con Morena desde que el viejito llegó al poder”.

Otra muestra de la influencia de la figura presidencial se produjo el pasado 28 de mayo cuando, durante una reunión de Morena en Toluca, los asistentes gritaron: “¡es un honor estar con la mejor!”, expresión modificada de la consigna obradorista.

Especialistas han llamado a este fenómeno “falacia ad verecundiam”, la cual consiste en repetir dichos o afirmaciones presumiblemente positivas o elocuentes únicamente porque provienen de una figura de autoridad.

Las encuestas de popularidad advierten que AMLO aún cuenta con mucha influencia (el 60 por ciento) sobre amplios sectores de la población nacional, debido fundamentalmente a la propaganda en la que promueve su imagen aprovechando los programas sociales de entrega de dinero del actual Gobierno Federal.

De acuerdo con la encuestadora Consulta Mitofsky, AMLO es el segundo presidente mejor evaluado en el mundo, con 62 por ciento de aprobación popular. El portal StreamsCharts reveló que, de enero a marzo de 2023, el Presidente se colocó en el puesto número seis de los streamers más vistos de habla hispana con 3.20 millones de horas visualizadas en 208 horas de stream.

Su figura está por encima de personajes mexicanos como El Mariana y Juan Guarnizo, además de que es el único Presidente que figura en esta lista en la historia de México.

Millones en publicidad

De acuerdo con el Informe de la biblioteca de anuncios de Meta, en los últimos tres meses, la candidata morenista a la gubernatura del Edomex, Delfina Gómez, invirtió tres millones 683 mil 96 pesos en publicidad a través de la red social Facebook.

Esta inversión le atrajo 501 mil 700 seguidores en esta red, y 20 mil más en Instagram; mientras que la página de Morena-Edomex gastó dos millones 677 mil 658 pesos en el mismo periodo y atrajo 52 mil 200 seguidores en Facebook y seis mil 900 en Instagram. La página de Morena había invertido tres millones 236 mil 568 pesos y tenía mil 816 seguidores.

Por su parte, Alejandra Del Moral Vela, su rival priista, tuvo dos cuentas. En una gastó 763 mil 507 pesos y en otra, 613 mil 102 pesos, en total un millón 376 mil 609 pesos, menos de la mitad de lo gastado por Delfina Gómez.

Pero el portal de Meta no es el único sitio donde se detalla esta información. En su rendición de cuentas ante la oficina de fiscalización del Instituto Nacional Electoral (INE), se pueden consultar los gastos de la candidata morenista, con tres números de folio (111435, 111436 y 111437), uno por cada uno de los tres partidos de la coalición Juntos por el Estado de México.

El techo presupuestal de cada uno corresponde a más de 400 mdp para gastos de campaña, por lo que Delfina dispuso de mil 346 millones 404 mil 868.82 pesos. Hasta el 27 de mayo, los tres partidos habían gastado 158 millones 747 mil 103.94 pesos en publicidad.

El PT gastó más de 22 mdp en propaganda en la vía pública, utilitaria y en medios impresos; Morena, 108 millones 317 mil 543.67 pesos; y el PVEM, 27 millones 813 mil 170.27 pesos solo en publicidad. Esto evidencia que Delfina Gómez invirtió la mayor parte de su presupuesto en propaganda, más que en actos públicos.

“Aquí a mi casa no han venido ni una sola vez. Vivo aquí desde hace 24 años y pocos son los presidentes que han venido a visitarnos. Es más, podría decirte que si acaso uno o dos. Ni nos conocen. Bueno, no han venido ni para comprarnos el voto”, informó a buzos un habitante del carril Zoquiapan, en Ixtapaluca, Edomex.

La propaganda morenista con el rostro de la maestra inundó bardas, parabrisas de automóviles, espectaculares, en lonas y pegatinas de zaguanes de casas. Tan solo del puente de la concordia en la autopista México-Puebla, a la altura de Amecameca, sobre la carretera en dirección a Cuautla, aún pueden verse 85 espectaculares con la foto y palabras de Delfina Gómez Álvarez.

Fue así como la maestra fue bien promovida publicitariamente y apoyada por sus dos poderosos “padrinos” de Texcoco y el del Palacio Nacional. A los mexiquenses solo queda esperar qué ocurrencias, abusos de autoridad y actos de corrupción habrá en los próximos seis años.