Cargando, por favor espere...

Josefina de la Torre
Poetisa, cantante y actriz, fue homenajeada por la Academia Española de las Artes y las Ciencias Cinematográficas en la gala de los Premios Goya.
Cargando...

Todos los días

Todos los días

llama a mi puerta el desconsuelo…

Estoy vacía y su eco resuena

por todos los rincones de mi vida.

Se estremece mi sangre

que es un hilo de hielo

al faltarme el calor de tu presencia.

No comprendo el idioma del paisaje;

qué quiere decir “Sol”,

“cielo azul”

“aire”.

No comprendo mi ritmo,

ni mi esencia,

ni por qué sigo andando,

respirando,

contemplando a la gente,

a los perros que pasan,

a los pájaros

que mi balcón visitan diariamente.

Ni por qué la mirada,

mis ojos,

abarcan el entorno que me envuelve.

Ya no comprendo nada.

El mundo se me ha vuelto

un compañero extraño

que camina a mi lado

y no conozco.

¿Qué quiere decir “vida”?

Ya no encuentro

aquel sabor que un tiempo me dejara.

Las palmas de mis manos

se cierran sin calor,

desconsoladas.

Que eran tuyos tu casa y tu paisaje;

que está en ellos la huella de tus pasos,

el hueco de tu cuerpo…

Y está la casa llena

de tu recuerdo…

Quisiera

Quisiera tener sujeta 

la naranja de la tarde 

así entre las manos, fresca, 

sin la piel rubia y brillante, 

tirabuzón de la luna 

peinado por mi cuchillo. 

Qué sabor a fruta nueva 

ha de tener en los bordes 

el mar, la arena y el aire. 

¡Qué deseo de partir 

en dos mitades la tarde! 

Cuando la noche se asome 

a su ventanal de cobre 

se tragará la naranja.

¡Ay, niña desconsolada!

 

Llevabas

Llevabas

en los pies arena blanca

de una playa desconocida.

Por eso

cuando a mí llegaste

no sentí tus pisadas.

Llevabas

en la voz desnuda

un compás de espera.

Por eso

cuando me hablaste

no pude medir tu voz.

Llevabas

en las manos abiertas

espuma blanca de aquel mar.

Por eso

de tu bienvenida

no pude conservar la huella.

Todo tú

venías en mi busca

y no pude reconocerte.

¡Arena blanca, compás de espera, espuma blanca!

¡Inquieto sueño de la verde orilla,

rizado de preguntas...!

III

Déjame que te lo diga

si el día ha de ser tan corto

y este vaivén de mi anhelo

se apagará en la mañana.

Déjame que te lo diga

muchas veces desiguales

lentas y desenhebradas

o ligeras de sorpresas.

Te lo voy a decir todo,

aunque después se desprenda

aquel amor presumido

y se me duerma en los ojos.

Te lo voy a decir todo.

Ni las olas, ni los barcos,

ni la estrellita perdida,

ni el aire que riza el viento.

Mi palabra nada más.

VI

Ahora que me sorprendes

de cerca, conocido,

cuando te vea múltiple

complicado y distinto,

con cada gesto único

desordenado y rítmico,

¡qué sensaciones nuevas

de sorpresas y olvidos

surgirán en el recto

espacio del instinto!

Ahora que te conozco

mil veces repetido,

inmóvil, inconsciente

en el seguro círculo,

cuando te vea múltiple

de tu compás preciso,

¡ay el aire, mis ojos,

mi corazón perdido.

relojito de plata,

tictac de lo imprevisto!

XIII

Así, las manos dobladas

sobre el delantal bordado,

los ojos sin horizontes

y el corazón desatado,

me iré quedando dormida

en la noche de verano.

Ni el más ligero desvelo

doblará el encaje blanco.

Solo el corazón perdido

por el camino más largo.

En el silencio, la sombra

aviva el lirio exaltado.

Solo el corazón perdido

su voz de plata cantando.

Toda la noche en la falda

quietas, dobladas, las manos.

Sin horizontes, los ojos

el sueño los fue cerrando.

Pero el corazón, inútil,

como un reloj, desvelado.

Mira

Mira: me gustas porque sabes

decir mentiras.

Si dijeras verdades

no me gustarías.

¡Qué dulce que sabe

la mentira!

Es buena,

noble,

decisiva.

Y la verdad

¡qué tonta y desabrida!

Siempre igual,

esperada, conocida.

¡En cambio, la mentira

qué dulce,

amarga compañera mía!

 

Te quiero,

porque sabes decir mentiras.

 

Josefina de la Torre

Josefina de la Torre Millares nació en Las Palmas de Gran Canaria, en 1907. Figura menor de la Generación del 27, fue poetisa, cantante y actriz. Su poesía tiene el estilo de su generación: sencillez formal y cercanía al lenguaje popular: Versos y estampas (1927), su primer libro, evocaba una infancia isleña en versos de arte menor; Poemas de la isla (1930) continuaba en la misma línea de poesía ligera, al estilo de las vanguardias. Comenzó su carrera en el cine doblando películas al castellano durante su estancia en París. En los años cuarenta participó como actriz secundaria en Tú eres él. Luego cambió el cine por el teatro. Participó en distintas compañías teatrales y llegó a fundar la Compañía de Comedias Josefina de la Torre. Trabajó en la radio y colaboró en series de televisión.

En los libros de posguerra, la evocación del paraíso infantil y del paisaje atlántico ha sido sustituida por una elegíaca constatación del paso del tiempo y del empobrecimiento vital que trae consigo. Murió el 12 de julio de 2002. La Academia Española de las Artes y las Ciencias Cinematográficas le rindieron homenaje en la gala de los Premios Goya, en reconocimiento a su labor como actriz y, en 2007, se celebró el centenario de su nacimiento en su isla natal.


Escrito por Redacción


Notas relacionadas