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A una mariposa
Eres un alma que vuelve
de un mundo desconocido,
llamada por el gemido
de otra alma que aquí dejo;
y entre la tierra y el cielo
por su esencia suspendida
busca la dicha en la vida
del cielo que abandonó
por un recuerdo acosada
de más completa aventura,
hacia otra región más pura
intenta el vuelo elevar;
y por la voz cariñosa
hacia la tierra atraída,
el cielo de nuevo olvida
y vuelve el mundo a viajar.
Yo comprendo bien que un alma
se encuentre en el cielo inquieta
si por su mal incompleta
aquí dejó su mitad,
que para hacerla olvidarse
de ese irresistible anhelo,
la felicidad del cielo
es débil felicidad.
Mariposa, si en sueño
extravagante esta idea,
al corazón que la crea
es dulce y consolador
pensar que puede la fuerza
de un sentimiento profundo,
volver un alma a este mundo
en las alas de ese amor.
Tristeza
Tal vez cercana al fin de mi existencia
que en medio de agudísimos dolores,
ha ornado Dios con las benditas flores
que solo los afectos suelen dar,
no quiero que este cielo nebuloso
de abrigo sirva a mi mansión postrera;
en esta tierra helada y extranjera
no quiero el sueño eterno reposar.
Quiero que me transporten algún día,
aunque se encuentre por mi mal distante,
a ese rincón de tierra que anhelante
doquiera el alma en sus ensueños ve.
Quiero dormir en el modesto asilo
bajo la misma funeraria losa,
en que su sueño postrimer reposa
el padre que en la tierra idolatré.
Al desgraciado autor de Un tipo de siglo
Tú que así la mujer has concebido,
y con tan negras sombras la has pintado,
¿no has sido por tu mal jamás amado,
ni lo que es el amor has comprendido?
¿Una madre amorosa no has tenido
que tu sueño infantil haya arrullado,
ni el beso fraternal puro y sagrado
del labio de una hermana has recibido?
Si de una casta esposa la ternura,
de una madre el afecto sobrehumano
hubieras conocido, en tu locura
no ultrajaras con labio audaz, profano,
a la que es el consuelo y la ventura
del niño, del adulto y del anciano.
La paz
Entre sangre y escombros y ruina,
tropezando con míseros despojos,
triste cubriendo los llorosos ojos,
se adelanta una blanca peregrina;
al paso sin embargo que camina,
brotan flores ahogando los abrojos,
y un sol de fuego de reflejos rojos
toma una luz purísima y divina.
Al llegar de mi patria a los umbrales,
viéndose recibida con anhelo:
«En gozo eterno trocaré tus males»,
dijo elevando su semblante al cielo;
“Verteré sobre México a raudales
con mi llanto de amor, dicha y consueloˮ.
Al autor de Gracias de las hembras
Si es la mujer tan vana como necia,
si de su propio hechizo se enamora,
si díscola riñendo se desdora,
si ignorante confunde Roma y Grecia;
si aprecia siempre a aquel que no la aprecia
y sin motivo ríe, goza o llora;
si desprecia cruel al que la adora
e idolatra al que altivo la desprecia;
¿no merece de necio el justo apodo
el que buscando amor, dicha y placeres,
siembra sus ilusiones en el lodo
cifrando su ventura en las mujeres?
Filósofo, poeta, y sabio, y… todo,
¿por qué por monstruo tal, de amor te mueres?
A mi querida hermana Julia
Pura cual luz del cielo,
fresca cual fresca rosa,
más risueña y más graciosa
que un sueño blando de amor;
¿qué pudiera yo decirte
de tu fiesta el grato día,
cuando eres hermana mía
ángel, ilusión y flor.
Isabel Prieto de Landázuri
Es considerada como una de las poetisas y dramaturgas más importantes del Siglo XIX en México, aunque nació en España el 1º de marzo de 1833. Se casó con su primo Pedro Landázuri Diez, escritor y diplomático mexicano, con quien viajó a la Ciudad de México. Después del nacimiento de sus hijos Jorge y Blanca, Pedro Landázuri, a la sazón diputado federal, fue designado intempestivamente, en 1874, cónsul de México en Hamburgo.
Escribió más de 15 comedias, todas ellas de la corriente costumbrista, aunque la mayoría no se conservan, la mayoría tiene un acusado sabor popular y costumbrista: Abnegación, El Ángel del Hogar, Las dos flores, Los dos son peores, Duende y serafín, La escuela de las cuñadas, Lirio entre zarzas, Una noche en Carnaval, Oro y oropel, Soñar despierto, etc. Falleció el 28 de septiembre de 1876 en Hamburgo, Alemania.
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Escrito por Redacción