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Un poema es un sentimiento hondo, profundo, que el poeta sabe transmitir con palabras y que al lector le hace sentir infinitas emociones: lo sobrecoge, lo entristece, lo alegra, le deja un sabor amargo o placentero, pero, sobre todo, lo convierte en un mejor ser humano, capaz de sentir la alegría y el dolor ajenos como propios; además, lo hace sensible a la realidad social que vive, al momento en que se encuentra y, por consiguiente, lo alienta y lo induce a convertirse en un ente de cambio. Es decir, la poesía no es solo recreativa; sea poesía social o no modifica la visión, el alma, de quien la lee o la escucha.
En días pasados, Editorial Esténtor presentó el segundo poemario del Ing. Gabriel Hernández García, titulado En esta hora. Este poemario sigue la línea poética de Letras fugitivas: versos libres que cabalgan sobre el ritmo en busca del amor, que renuncian a la mujer que hiere, que con cada palabra gritan revolución, que invitan a otros a luchar por un mundo nuevo, que recuerdan a quienes murieron en la lucha, que planean en los sueños y construyen en los hechos la sociedad del mañana.
Como todo poeta novel, el autor experimenta con la composición, con el metro y con la rima; crea pequeñas estrofas que condesan profundos dolores y elegías que discurren en versos que no acaban. El tema es la revolución, el cambio, la lucha; pero se cuelan también versos de amor que guardan lo más recóndito del alma. Asimismo, encontramos que, a diferencia de Letras fugitivas, En esta hora tiene una voz más definida, un lenguaje más refinado y una síntesis de los sentimientos más evidente.
En este libro, Hernández García ofrece su sentir, su ser y su filosofía, esperando encontrar en el lector, furtivo o consuetudinario, comprensión a sus versos pero, sobre todo, que le quede clara la idea de que es necesario cambiar el país en el que vivimos por uno más justo y equitativo para todos. Esa idea, constante como la gota que cae sobre la piedra, brota de cada uno de sus poemas; como ejemplo, quiero mostrar “Ven, vamos a conversar”:
Yo a ti te conozco, te he visto:
levantando edificios, casas, construcciones;
extrayendo el hierro, el oro, el cobre;
trabajando la tierra, cosechando sus frutos;
haciendo caminos;
desafiando al mar, robándole sus peces;
transportando alimentos, ropa, medicinas;
trabajando, siempre trabajando.
¿Por qué nos ignoramos?
¿No me conoces?
Ven, vamos a navegar
en este mar de misterios y peligros
del que tendremos que salir adelante.
Ten confianza en mí.
¡Ven, hermano mío!
Algo bueno haremos tú y yo.
Ven, vamos a vivir para muchos.
Es laudatorio decir que encontraremos en En esta hora la máxima de la poesía mexicana, pero los poetas se construyen y evolucionan conforme se construye y evoluciona su poesía. Por eso, invitamos a todos a que lean y adquieran este libro, un segundo esfuerzo de un luchador social por acercarse a las letras.
Por parte de Editorial Esténtor, consideramos importante dar voz, dar un espacio a aquellos que tienen algo que decir, sobre todo si su poesía o su prosa está encaminada a educar y a transformar la estructura social que nos rige, que tanto daño le ha hecho a México y al mundo.
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Escrito por Libia Carvajal
Colaboradora