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Hemos visto como la comunicación del presidente, Andrés Manuel López Obrador, inició con un discurso errático para enfrentar la pandemia del coronavirus SARS Cov-2. Se cumplen ya dos meses de aquel video-mensaje en el que, cuando ya era un hecho la pandemia en el país, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, no solo pedía abrazarse, sino que llamaba a la población a salir porque estaban a salvo en su mandato. Con una falta de dimensión real sobre la experiencia internacional existente una vez que el virus ya había sometido a China y azolaba a varios países de Europa, en México, el gobierno federal no tomó las medidas necesarias para hacerle frente, desmanteló su Secretaría de Salud para crear una vocería que defendiera su discurso de sanidad pública e implementó muchas de sus acciones tardíamente. En la fase preparativa para el retorno a la “nueva normalidad”, el escenario parece no ser distinto.
Y es que esta semana, México cumple los primeros días del arranque parcial de la "nueva normalidad", con un plan piloto en cerca de 300 "municipios de la esperanza", en aquellos donde no se han presentado contagios. Sin embargo, al mismo tiempo, se afronta la fase más crítica de la pandemia del coronavirus, al acumular 71 mil 105 casos confirmados y 7 mil 633 decesos. Con una tendencia records en contagios, como ocurrió el sábado pasado cuando se contabilizaron 3.059 nuevos casos en 24 horas, antecedido por nueve días consecutivos correspondiente a dos mil contagios diarios en promedio.
El escenario viene peor. Epidemiólogos consultados por la agencia informativa Efe advierten que los casos de Covid-19 repuntarán en México, ya que el gobierno, en un país de 130 millones de habitantes, sigue sin aplicar un mayor número de pruebas; autoridades locales de los municipios con mayor riesgo, como la zona conurbada de la CDMX, han señalado la urgencia de esta medida. Sin las pruebas necesarias y sin un plan de reactivación económica más realista rumbo a la "nueva normalidad" que se prevé para el 1 de junio, se constituye el escenario para un retorno de actividades a niveles previos a la enfermedad. ¿Se pone en riesgo todo el esfuerzo social realizado? Sinceramente creo que así es.
Además, sigue ausente la visión global sobre la pandemia. En esta misma semana, la Organización Mundial de la Salud dio un pronunciamiento sumamente relevante, que la primera ola del brote de coronavirus podría incluir un segundo pico. La OMS advirtió a los países, incluso para aquellos que habían suprimido con éxito el virus y están relajando las restricciones establecidas para combatir la enfermedad (como Italia), a permanecer "en alerta máxima". Instó a los países a continuar implementando medidas de salud pública (sana distancia, pruebas, etc) y mantener estrategias establecidas para "garantizar que continuemos en una trayectoria descendente".
Frente a este escenario ¿qué está haciendo el gobierno federal? Se envía un mensaje de normalización, para que la única medida real que pudo poner a salvo a la fuerza laboral ahora se conforme con volver a su dinámica cotidiana, con una secretaría del trabajo sin la fuerza necesaria para que al 30 de mayo se cumplan con las disposiciones; sigue sin existir un apoyo real a los afectados económicamente, pues ha desatendido el pronunciamiento de brindar una renta básica monetaria o en especie- sugerencia reiterada de Naciones Unidas, la CEPAL, entre otros organismos- y se sigue teniendo al personal médico sin protección, como lo muestra la protesta de trabajadores del denominado movimiento #MédicosdeMéxico.
Frente a este errático, pero peligro discurso, se vuelve cada vez más urgente reivindicar la protesta pública. Hemos observado cómo las protestas no se han detenido, no son tan masivas como pudiera hacerse en tiempos ordinarios, pero están ahí, siendo una conciencia colectiva permanente; algunas, incluso se han encausado exitosamente en las redes sociales -como el de trapos blancos- y son un grito enérgico contra la negligencia gubernamental, porque hablan de la realidad de hambre y empobrecimiento endémicamente arraigados en México. Así, el efecto inmovilizador de las masas a causa de la pandemia, no es claro, porque la problemática de más de 54 millones de mexicanos que ya vivían en condiciones de pobreza, se ha visto agravada.
Las conferencias mañaneras del presidente, López Obrador, son una muestra, pues siguen acompañándose de expresiones de protesta a las afueras de Palacio nacional. Antes del ingreso de la fuente que acude a cubrir LaMañanera, siguen apareciendo cotidianamente expresiones ciudadanas que exponen múltiples causas, con una verdad muy nítida y una valiosa resistencia frente a una autoridad que no escucha.
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Escrito por Francis Martínez Mateo
Periodista y reportera multimedia. Ex corresponsal en China 2022. Desde 2020 conductora en Canal 6 Tv. Síguela en X como @FranMartinezMx