Paul Schrader, en El Reverendo, al igual que en Taxi Driver y otras cintas en las que ha sido guionista o realizador, nos ofrece la visión de un artista que tiene una orientación filosófica existencialista. Una visión en la que los personajes actúan no como seres humanos, producto de las relaciones sociales dominantes, sino que son entes que actúan influidos moralmente, bajo los impulsos de su intuición. Ésa es la visión que en toda su filmografía nos ha dado este importante personaje del séptimo arte. Por tanto, en sus filmes no veremos nunca una crítica más profunda de las relaciones sociales, que son la verdadera causa de las injusticias, las iniquidades, los grandes abusos que provienen no de individuos aislados, sino de un orden social injusto.

El Reverendo, sin embargo, no deja de ser un filme crítico de los empresarios que son los que en su desmedida voracidad por obtener grandes ganancias, no les importa degradar hasta lo intolerable el medio ambiente. En la historia, Toller no puede concretar su intención de afectar a los cada vez más odiados empresarios que patrocinan a la iglesia que sirve. Toller al final –y así termina la historia de Schrader–, se abraza y besa efusivamente con Mary.

No cabe duda, amigo lector, que las corrientes reaccionarias del pensamiento filosófico siguen presentándose en las distintas expresiones del arte en la actualidad. Es cierto que a raíz de la caída y desaparición del bloque de países socialistas de Europa oriental, encabezados por la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), la confrontación en el terreno filosófico del pensamiento marxista y las corrientes filosóficas burguesas no decayó, pues aunque desapareció el “Imperio del mal” (que según los ideólogos defensores del capitalismo era la URSS), al caer el socialismo en Europa oriental, se demostró que las corrientes del pensamiento burgués triunfaron y demostraron su superioridad sobre la filosofía Materialista Dialéctica e Histórica. Esa constante promoción de la filosofía existencialista y otras corrientes del idealismo y el pensamiento irracional se debe a que, a tres décadas de la caída de la URSS y del bloque socialista de Europa Oriental, lejos de que la concepción marxista haya sido refutada, ésta corriente del pensamiento tiene ahora más vigencia que nunca, pues en el planeta las condiciones económicas, sociales y políticas de la humanidad que originaron la necesidad del surgimiento del Materialismo Dialectico e Histórico, son más graves, pues el sistema capitalista ahora se ha hecho más depredador e injusto para la inmensa mayoría de los habitantes del mundo; ahora hay más de mil millones de seres que no pueden satisfacer su necesidad de alimento; más desigualdad que hace tres décadas y la riqueza se ha concentrado escandalosamente en el uno por ciento de la población, mientras más de la mitad de la humanidad vive en la miseria, sin agua potable, drenaje, sin atención médica adecuada, sin educación de calidad, etc.

Esa situación obliga a la plutocracia que domina al mundo a “revitalizar” el pensamiento filosófico que se ajusta a las necesidades políticas e ideológicas que les permitan conservar su dominio en la conciencia de la mayoría de los habitantes del planeta. En el cine, como en otras manifestaciones del arte, esa “revitalización” del pensamiento filosófico reaccionario se da de forma constante. Un ejemplo de este cine es la cinta El Reverendo.

A pesar de esa orientación existencialista, el filme de Paul Schrader está lejos de ser una obra cinematográfica que pueda considerarse nula, o como una película del montón. Por el contrario, aun con ese enfoque no apegado a una visión progresista y de más profundo aliento para la lucha no solo de los ecologistas, sino de todos los que queremos que el orden social cambie para beneficio de la humanidad, se desenvuelve en un tono crítico hacia los que afectan a los seres humanos con su voraz ansia de acumular riqueza.