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Marx mantuvo siempre una actitud crítica hacia aquello que estudiaba. En filosofía, esto es claro. Contra aquellos que pretendían que por medio de la mera interpretación de la realidad se podía transformarla, criticó la filosofía especulativa. ¿Cómo definió Marx a la filosofía especulativa?
En La Sagrada Familia encontramos el sello de gran parte de la crítica de Marx a la filosofía especulativa: pensamiento que se va apartando del objeto sobre el que razona hasta convertirlo en abstracción. Marx reniega en repetidas ocasiones del querer hacer “metafísica”, como en el caso de la famosa Introducción del 57, que se rehusó a imprimir porque hablaba sobre algunas cosas que no habían pasado aún y no quería hablar del futuro; o en las Notas sobre Wagner, en donde asegura que él no ha hecho sistema alguno y que su teoría no tenía que leerse como un intento de amoldar la realidad a la teoría, sino de estudiar simplemente lo que pasa con la materia real. Dicho apego por lo material, su intento de hablar sobre cosas “reales” lo lleva a adoptar en muchas ocasiones un tono hostil frente a lo que le sonaba como un esfuerzo solamente contemplativo, y desde cierta perspectiva ocioso.
Pero si bien Marx recalcó la limitante de lo meramente contemplativo, sus ideas no se desprenden por completo de lo ya aportado por sus antecesores, no rechaza para construir de nuevo, critica para ir avanzando sobre lo construido. A pesar de todas sus críticas a los pensadores de sistemas cerrados, podemos retomar algunas de sus ideas más importantes para ir construyendo un pensamiento sobre la razón de ser de la historia, esto es, encontrar aquello que hace ser, que impulsa el movimiento de la historia, si podemos encontrar esto estaremos hablando de alguna forma, peculiar quizá, de entender la historia como un proceso que tiene una necesidad interna y que, por lo tanto, puede ser pensada y comprendida como otros tantos problemas filosóficos.
Marx está tratando de comprender la sociedad de su tiempo, las formas políticas y jurídicas que son la representación del desarrollo de la sociedad que en ese momento le son mostradas como referencia para comprenderlo. Critica una primera idea de Hegel, que es la de que no puede comprenderse a las formas políticas y jurídicas por medio de algo así como el desarrollo del espíritu, esa idea se le hace muy “especulativa; pero, por otro lado, acepta que en la explicación de dichas formas que rigen la vida en sociedad puede entenderse que Hegel mismo llamó “sociedad civil”, aunque apunta que era importante buscar la anatomía de la sociedad civil en la economía política.
Lo que va determinando la forma específica en que la humanidad aparece es la forma en que se procuran los bienes materiales para poder sobrevivir, esto es la economía de una sociedad. La economía se va desarrollando por contradicciones internas que la hacen ser cada vez más amplia, cada vez más global, hasta implementar una lógica general del sistema de producción que determina cada uno de los aspectos de la vida en sociedad. Por lo tanto, para entender la forma específica de la sociedad, todo lo que la determina, incluso para comprender las formas de la conciencia social, es necesario conocer la base económica, aquello que funda las relaciones sociales y que les da su razón de ser.
Así, si en Marx es cierto que no vemos una filosofía de la historia tradicional, aquella que vea realizada en la realidad una manifestación del espíritu, podemos encontrar las bases reales que nos ayuden a descifrar el origen material de aquello que determina el movimiento de la historia humana.
Escrito por Alan Luna
Maestro en Filosofía por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).