Cargando, por favor espere...
El 28 de noviembre de 1983, un avión con destino a Bogotá se desplomó cerca del aeropuerto madrileño de Barajas; en él viajaba, junto a un grupo de intelectuales, el poeta, novelista y editor peruano Manuel Scorza Torres. El accidente acabó con la vida de uno de los más destacados representantes del indigenismo en la literatura latinoamericana, quien dedicara su talento a denunciar la injusticia, los abusos y la explotación sobre los pueblos originarios de América.
En 1948, cuando apenas tenía 20 años, Manuel Scorza tuvo que huir de su país, perseguido por su actividad política dentro de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA); refugiándose en Chile, Argentina, Brasil y México, donde publicó su primer poemario, Las Imprecaciones (1955); al que siguieron Los adioses (1959); Desengaños del mago (1961); Réquiem para un gentil hombre (1962); Poesía amorosa (1963); El vals de los reptiles (1970); Poesía completa (2012); y La Casa Vacía. El exilio mexicano se prolongaría por 10 años, volviendo a su patria, de la que volvería a salir en 1968 para fijar su residencia en París, después de participar en el movimiento por los derechos sociales de los indígenas.
Fechado en México en abril de 1952, Canto a los mineros de Bolivia forma parte de su poesía social y le valió el agradecimiento de los sindicatos mineros bolivianos, que al año siguiente lo invitaran al primer aniversario de la revolución en su país. A decir del académico Winston Orrillo en su prólogo a la antología Manuel Scorza, relámpago perpetuo (2000), este poema es una “magnífica obertura”, un “himno del poeta en plena juventud –¡tenía 24 años!–, tributo a la escarnecida madre del estaño. El bisoño bardo empuña –blande– la lira como un arma de mílite, para adentrarnos en el drama de una patria tercermundista –aunque en esa época no se usara el término– atormentada por su propia riqueza, por aquella que está en el centro de su entraña ensangrentada”.
Hay que vivir ausente de uno mismo,
hay que envejecer en plena infancia,
hay que llorar de rodillas
delante de un cadáver
para comprender qué noche
poblaba el corazón de los mineros.
Yo no conocía
la estatura melancólica del agua,
hasta que una tarde, en el otoño,
subí a El Alto, en La Paz,
y contemplé a los mineros
ascendiendo al porvenir
por la escalera de sus balas fulgurantes.
¡Cómo olvidar a los obreros
luchando por la vida en los fusiles!
¡Cómo olvidar a los ausentes
combatiendo, de memoria,
en los suburbios!
Miré sus casas
edificadas sobre el trueno,
entré a sus vidas
como al carbón ardiendo,
toqué sus cuerpos
capaces de contener odio y relámpagos,
cuando era todavía
la edad inclinada de sus frentes.
Yo fui a Bolivia en el otoño del tiempo.
Pregunté por la Felicidad.
No respondió nadie.
Pregunté por la Alegría.
No respondió nadie.
Pregunté por el Amor.
Un ave cayó sobre mi pecho
con las alas incendiadas.
Ardía todo en el silencio.
En las punas
hasta el silencio es de nieve.
Comprendí que el estaño
era una larga lágrima petrificada
sobre el rostro espantado de Bolivia.
¡Nada valía el hombre!
¡A nadie le importaba si bajo su camisa
existía un cuerpo,
un túnel o la muerte!
En vano cavaban los mineros
tratando de enterrar su gran fatiga;
durante siglos buscaron
sus ojos ciegos en el metal,
sin saber que en la altura
el llanto era neblina.
¡No haberlo sabido me avergüenza!
Porque en las ciudades los poetas
lloran la ausencia nostálgica del aire,
pero no saben
lo que es vivir bajo la lluvia,
confundiendo el hambre con la sed,
y la sed con un pájaro pintado.
Yo fui uno de ellos.
Yo no sabía por qué los ríos
se secan en el sueño
y ciertos rostros en los Andes
son puras miradas melancólicas.
Hasta que los mineros,
cansados de tener
una sola vida para tantas muertes,
domesticaron truenos,
nutriéronse de piedras,
bebiéronse las lluvias,
rompieron con sus manos
la jaula de la vida.
(…)
Ya lo veis desde la altura.
Aquí empieza
la dinastía sucesora del rocío.
A mi patria rota me voy.
Mas antes de partir, decidme, mineros:
¿Cuándo veré esta luz
en los ojos de América?
¿Hasta cuándo jugarán los dados
la túnica sangrienta de mi patria?
Oh, hermanos,
ruiseñores verdaderos del metal,
¡prestadme vuestra muerte
para edificar la vida!
El poemario incluye su conocido poema "Mi padre, un zapatero", que ha formado parte de numerosas antologías, gozando del aprecio de varias generaciones de lectores y letrados peruanos que han sentido latir en él la vida de su pueblo.
Si los trabajadores luchan por su liberación política y económica, también deben hacerlo por su liberación cultural, porque ésta ayuda a las otras.
Novelista español, autor de La Regenta (1884-1885), una de las máximas creaciones de la narrativa decimonónica. Junto con Benito Pérez Galdós, es el principal representante en España del realismo y el naturalismo del Siglo XIX.
Con el tema “Nuestra huella en el planeta”, la agencia de fotoperiodismo Cuartoscuro lanzó su convocatoria para su 22° Concurso Latinoamericano de Fotografía 2022.
"El chico" es una obra maestra del cine mundial. Es el primer largometraje (1921) del genio Charles Chaplin, quien nos muestra que el arte cinematográfico puede ser un poderoso vehículo para la “humanización” de millones de seres humanos.
En este poema se aprecian varias características de la poesía de López de Mendoza: el lenguaje llano
La Luna, impresionante, plena, aparece en el paisaje crepuscular. Ha comenzado a anochecer en el monte y a pesar de su cansancio, el caminante prosigue su marcha.
su primer libro de poemas, Desolación (1922), está inspirado en el suicidio de Romelio Ureta, su primer y gran amor, a quien conociera a los 17 años.
De familia humilde con pretensiones de nobleza, fue un niño precocísimo
Los “poetas malditos” han reivindicado a François Villón como su antecedente más remoto.
Los manifestantes son del grupo británico Just Stop Oil, que todos los días de octubre exigió al primer ministro del Reino Unido que cancele los contratos para la producción de combustibles fósiles.
Para la filosofía, la duda ha sido uno de los aspectos más importantes para la construcción de un conocimiento cada vez más exacto. Desde la Antigüedad Clásica hasta el idealismo alemán encontramos reflexiones significativas sobre este punto.
El documental comienza señalando cómo, poco antes y durante la Segunda Guerra Mundial, se inició una frenética lucha entre los países beligerantes de la más grande conflagración que ha padecido la humanidad, para lograr inventar la bomba nuclear.
En el marco del Día Mundial de la Radio, el INEGI y el IFT estimaron que 3.5 mexicanos de cada 10 escuchan radio todos los días por al menos 15 minutos, ya sea para mantenerse informados o por entretenimiento.
La edición de este año de la FIL tiene como invitado a la India, participan unas 2 mil 800 editoriales y tiene prevista la asistencia de más de 800 mil personas durante los diez días de la feria.
Escrito por Tania Zapata Ortega
COLUMNISTA