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XX ESPARTAQUEADA CULTURAL
El nacimiento de las bellas artes se remonta al nacimiento de la humanidad.
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El nacimiento de las bellas artes se remonta al nacimiento de la humanidad. Cuando surgió la división de clases sociales y una de ellas se dedicó a producir los bienes materiales necesarios para la subsistencia de la otra, se posibilitó la labor de tiempo completo de los que se dedicarían a producir el alimento espiritual de las comunidades. Fue entonces cuando se inició el distanciamiento entre el pueblo y el arte.

En nuestros días ese distanciamiento se manifiesta en los siguientes datos: los mexicanos leen en promedio 3.8 libros al año, pero solo dos de cada 10 lectores comprenden lo que leen (Módulo sobre lectura, 2018); el año pasado seis de cada 10 mexicanos asistieron a una actividad cultural o recreativa: el 87 por ciento fue al cine; el 46, a un concierto; el 33, a una exposición; el 29, vio una obra de teatro y el 22, un espectáculo de danza (MODECULT). Ante el panorama, los esfuerzos del gobierno por mejorar esas cifras han sido casi nulos.

Entre los grupos sociales y civiles que han intentado mejorar esta situación en México, destaca la loable labor del Movimiento Antorchista, organización que ha hecho del arte una de sus banderas.

Para probar esta afirmación basta con voltear la mirada a la XX Espartaqueada Cultural, que se llevó a cabo en Tecomatlán. Durante 10 días más de 20 mil artistas de todo el país concursaron fraternamente. Además, el Movimiento Antorchista organiza también concursos nacionales de teatro y pintura en San Luis Potosí; de declamación en el Sureste mexicano, de canto en Hidalgo, de coros en Huitzilan de Serdán y de folclor internacional en Oaxaca. Las justas culturales están a la vista de todos y son únicamente una muestra del trabajo artístico que se realiza cotidianamente en las filas de esta organización en toda la República.

Un elemento informativo más: hace más de 20 años se fundaron los Grupos Culturales Nacionales del Movimiento Antorchista, compuestos por un grupo de danza, otro de teatro y uno más de música. Cientos de jóvenes se han formado artísticamente en estos grupos y hoy ponen en práctica lo que han aprendido en diversos estados del país, aunque lo más importante de su producción artística está destinada a divertir y educar al pueblo pobre de México.

Esto es lo que hace Antorcha en el terreno cultural y artístico, y solo un necio no reconocería y aplaudiría tan noble labor. Quienes pertenecemos a estos grupos conocemos el trabajo cultural y político de Antorcha, sabemos de sus bondades y por eso protestamos contra la ola de calumnias que día con día lanza la prensa venal para desprestigiar a nuestra organización. Una nota tendenciosa no nos hace titubear un solo instante sobre el camino que hemos tomado y, como jóvenes agradecidos, sabemos lo que le debemos a Antorcha, a nuestro querido maestro Aquiles y a todos los que dirigen el trabajo político y cultural de nuestra organización.

La difusión del arte entre los pobres de México ha contribuido a la formación de bailarines, cantantes, declamadores, actores, etc., que hoy se cuentan por miles y de la mano de Antorcha se dedican a devolver el arte al pueblo.

Por eso alzamos la voz para decirle a Proceso, a Televisa, al portal de noticias sinembargo.com, y a todos los que ensucien el nombre de nuestra organización con sus difamaciones, que mienten, que sus acusaciones no son más que calumnias y que la realidad es la última prueba de verdad. Como dijo el poeta Salvador Díaz Mirón: “El ave canta aunque la rama cruja, como que sabe lo que son sus alas”.


Escrito por Vania Mejía

COLUMNISTA


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