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Frente el elitismo en los medios tradicionales de comunicación, las redes sociales operan como un recurso alternativo de interacción, que además ofrece contenidos e información a un importante segmento de la población joven que los consume de manera regular e instantánea. El perfil de los internautas en México sigue siendo de jóvenes, pues el 51 por ciento tiene menos de 24 años. Este sector pasa ocho horas con 12 minutos diarios en sus dispositivos móviles en promedio, frente a las tres horas de consumo promedio de televisión y una hora 45 minutos de radio. Los mexicanos pasamos tres horas y media diariamente consultando nuestras redes sociales.
Según el 14º estudio de la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI), el consumo de información vía Internet creció ampliamente respecto al año pasado y tiene un impacto profundo en la comunicación y el comercio. De nueva cuenta se constató que las redes sociales son las favoritas de los mexicanos, pues el 98 por ciento de los internautas tiene una cuenta en Facebook, lo que equivale a 77 millones de suscriptores. Y aunque WhatsApp no es propiamente una red social, el estudio la considera como tal y le atribuye 71 millones de cuentas; YouTube tiene 64 millones; Instagram 45 millones y Twitter se ubica en el quinto lugar con 38 millones de cuentas, pese a que va dirigido a un segmento menor de la población.
La continua evolución de la tecnología ha hecho más eficientes el acceso a la información, a la interacción distante y a las técnicas de trabajo en Internet. Pero el hiper-consumo de información en medios digitales puede resultar conflictivo y hasta nocivo, toda vez que el usuario cede a las empresas web el libre acceso a su vida privada, a la información que consume, a las páginas que visita, a lo que publica y, en cierto modo, a lo que piensa. En rigor, el usuario se expone a una forma de espionaje que eventualmente puede hacerlo menos ágil ante circunstancias difíciles, a ser más dependiente de Internet como herramienta de trabajo vital para su desarrollo y a convertirse en un individuo sedentario. De hecho, este instrumento es considerado hoy como la principal fuente de entretenimiento de jóvenes y adultos.
Ante el actual panorama político, económico y social, las redes sociales deben ser usadas como una herramienta seria de educación productiva, transformadora y organizativa. Es decir, hoy por hoy, los jóvenes deben utilizarlas como un arma de educación, información y difusión de conocimientos críticos y científicos que ayuden al pueblo de México a cobrar conciencia de su situación, sensibilizarse ante los problemas socioeconómicos que lo afectan y conducirlo a la defensa de sus derechos individuales y sociales, a asumir sus obligaciones ciudadanas y a retomar el rumbo de justicia social y tranquilidad que nuestro país requiere de manera urgente.
Como herramienta productiva de nuestra propia realidad, podemos denunciar críticamente las diferentes injusticias sociales, ya que según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México se encuentra en el segundo lugar entre los países más desiguales del mundo. Somos un país rico en riquezas naturales, culturales y fuerza de trabajo, pero la desigualdad en la distribución de esta riqueza mantiene en la pobreza a gran parte de los mexicanos. La falta de conciencia e información sobre el desigual sistema económico nos mantiene pasivos ante la injusta realidad. Hay en el país 85 millones de pobres que carecen de dos o hasta de tres servicios básicos y el 30 por ciento de la población no come bien y apenas sobrevive cada día.
Sí, podemos llegar a ser un país desarrollado y depender de nuestra propia gente, pero solo si somos conscientes de nuestros actos y utilizamos las herramientas de trabajo como algo productivo para mejorar las condiciones políticas, económicas, culturales e ideológicas de nuestro país; si invertimos nuestro tiempo en compartir y leer temas que ayuden a alimentar nuestro pensamiento y que éste se abra hacia decisiones que fortalezcan la defensa de nuestros intereses de clase como trabajadores. Las redes sociales son herramientas que deben ser usadas en este sentido y si solo se utilizan para el chismorreo o para el simple entretenimiento, no aportan al desarrollo de nuestra nación.
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Escrito por Ingrid Estrada
COLUMNISTA