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José Peón Contreras, romántico y nacionalista
Su prolífica creación lírica y dramática, casi toda escrita en verso, apareció publicada en vida de su autor y gozó del reconocimiento del público no sólo en su ciudad natal sino en la capital del país.
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Dramaturgo y poeta, José Peón Contreras (Mérida, Yucatán, 1843 - Ciudad de México, 1907) figura en diversas antologías de la poesía mexicana dentro del grupo de los autores románticos del Siglo XIX, abarcando su obra tanto el primero como el segundo Romanticismo. Su prolífica creación lírica y dramática, casi toda escrita en verso, apareció publicada en vida de su autor y gozó del reconocimiento del público no sólo en su ciudad natal sino en la capital del país.

El 18 de julio de 1892 publicaba su poema Juárez, en el que expresa su admiración por el héroe nacional; en este poema de compromiso social, el espíritu de Benito Juárez regresa de la muerte y el poeta le cuenta los avances que ha tenido el país desde que él se fuera; habla de la paz y la prosperidad en el campo mexicano y jura participar en la defensa de esas conquistas si las circunstancias así lo ameritan:

Aquí estamos, Señor, tu sombra augusta

delante de nosotros se levanta;

tú te despiertas a mi voz robusta,

vuelves a ser, a estremecerte, vives.

El arpa suena, el corazón te canta

y el homenaje del amor recibes.

 

Somos el porvenir y tú el pasado;

somos el hombre que soñó, el anhelo;

viene el futuro a tu sepulcro helado;

porque eres lo inmortal, te busca el hombre,

llega, te llama, ¡Juárez!... y del suelo

te alzas al escuchar tu hermoso nombre.

(…)

No nos dirás que el tiempo se ha perdido,

que durante los años de tu ausencia

el árbol de la paz ha florecido.

(…)

La sangre por la Patria derramada,

la noble sangre que sus lares riega

para sembrar tu libertad sagrada.

(…)

Mas si otra vez por los espacios zumba

el cañón invasor, el patrio anhelo

vendrá a buscar las flores de tu tumba;

se oirá de nuevo de la guerra el rayo,

y otra vez lucirá bajo del cielo

la esplendorosa luz del sol de mayo.

En la obra de Peón Contreras pueden hallarse todos los rasgos y temas del Romanticismo: el honor, los duelos de capa y espada y la exaltación del pasado; y aquí, especialmente, destaca su visión de la historia nacional a través de personajes como Colón, Cortés, Moctezuma, Cuauhtémoc y todos los insurgentes destacados.

El 22 de septiembre de 1881, El Municipio Libre publicaba Poesía, obra épica de gran belleza como, en general, es su producción poética y también de elevadísima altura ideológica, pues lo alinea con los primeros románticos del mundo, patriotas y forjadores de identidades nacionales, como puede constatarse en el siguiente fragmento, que amalgama los símbolos que constituyen la mexicanidad (los volcanes, el águila, el nopal) para enviar un enérgico mensaje de advertencia al invasor futuro:

¡Libertad!... ¡Libertad!... Eternamente

postrado Anáhuac tu deidad adore,

mientras del Sol la poderosa frente

la cumbre altiva de tus montes dore,

y el vivo rayo de tu luz ardiente

tus heredades fértiles colore;

mientras pose un cañón en tus alturas,

mientras respire un hombre en tus llanuras.

¡Ay!, y si acaso la ambición sombría

cruza la mar en naves voladoras,

y ruge airada la tormenta impía

del infortunio en las amargas horas;

si aquella sangre derramada un día,

tras otros cien de luchas vencedoras,

vuelve a teñir la mexicana tierra

al fragor espantoso de la guerra,

 

antes, ¡oh, Patria!, que la esquiva suerte

o vencida te mire, o maniatada;

antes que al eco aterrador de muerte

falte a tus hijos la valiente espada;

antes que yazgas en el polvo inerte

con la pálida faz ensangrentada;

antes del yugo que al ilota arredra,

¡de ti no quede piedra sobre piedra!

 

Caigan tus torres al gemir lejano

del águila caudal que al éter sube;

la frente azote del nopal indiano

el ala negra de infernal querube;

que el alto Iztaccíhuatl se hunda en el llano

cubriendo al cielo en polvorosa nube,

y de una noche eterna entre la bruma

te envuelva el mar en sábana de espuma. 


Escrito por Tania Zapata Ortega

Correctora de estilo y editora.


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