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buzos (b) conversó con el encargado de negocios de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), Jong Chol Nam, para conocer su punto de vista en torno a los resultados de las negociaciones para el desarme nuclear, asunto que trató con Estados Unidos (EE. UU.) en un encuentro que se llevó a cabo, recientemente, en la ciudad de Vladivostok, Rusia.
b.- Hace tiempo que el mundo atestigua la eficaz diplomacia desplegada por la RPDC. En días recientes aconteció una reunión inédita entre el presidente de Rusia y el jefe de Estado del país asiático, hecho que da pie para preguntarnos ¿cuál es el objetivo clave de esa estrategia?
Ministro de la RPDC, Jong Chol Nam (JCN). - Esa entrevista entre el camarada y máximo líder de nuestro partido y las fuerzas armadas Kim Jong-un con el presidente ruso, Vladimir Putin, fue la oportunidad de elevar al nivel más alto las relaciones entre ambos países, que han sido buenas tradicionalmente. Desde que era la Unión Soviética compartíamos el mismo ideal: el socialismo, además de que entre el camarada Kim II Sung y el camarada Stalin se establecieron muy buenas relaciones de cooperación.
Ahora el camarada Kim Jong-un ha elevado esta relación a un nivel estratégico y tiene gran importancia. Ahora EE. UU. se considera la superpotencia y el gendarme internacional que quiere controlar el mundo; si se analiza en el contexto internacional, esta visita es importante no solo porque busca estrechar las relaciones económicas y políticas, sino también las relaciones estratégicas entre ambos países para contrarrestar la hegemonía de EE. UU. Y hemos visto que el pueblo ruso ha dado un gran recibimiento a nuestro dirigente máximo.
b.- El encuentro en Vladivostok se dio semanas después de la segunda cumbre EE. UU.-RPDC en Hanoi, Vietnam, que no prosperó, ¿por qué?
JCN.- No se puede decir que esa cumbre fracasó, sino que los líderes no alcanzaron ningún acuerdo. En Hanoi exigimos que EE. UU. dé el paso de buena voluntad que corresponde con el compromiso asumido; pues nosotros cumplimos con nuestra moratoria. Sin embargo, ellos exigieron nuestra desnuclearización y solo quieren desarmar a nuestro pueblo.
Pero ahí está el ejemplo de lo que ellos hicieron con Afganistán, Irak, Libia y Egipto, que hoy son pueblos que sufren y se consideran Estados fallidos. Nosotros somos diferentes. Por eso Pompeo (secretario de Estado, de EE. UU.) y Bolton (asesor de Seguridad Nacional de EE. UU.) no son personas que conduzcan bien el diálogo. Debe haber voluntad para desnuclearizar la península, no solo por nuestra parte y por eso propusimos cambiarlos a ellos.
Para explicar lo ocurrido en esa segunda cumbre hay que ver la historia del problema nuclear en la península coreana, que se remonta a los años 40-50 del siglo pasado. Después de la Segunda Guerra Mundial nació la RPDC con carácter socialista y solo por construir el socialismo –un ideal contrario al de EE. UU.–, desde el primer día de su existencia comenzaron a imponerle bloqueos, sanciones y amenazas militares a nuestra joven república.
Eso condujo a la Guerra de Corea, de 1950 a 1953, entre EE. UU. y nuestro país. Por esa hostilidad contra nuestra república, el pueblo coreano se vio obligado a sufrir esa guerra; de ahí que ante la constante amenaza nuclear de EE. UU., nuestro país se vio obligado a implementar un programa nuclear para defender nuestra soberanía e independencia y la dignidad del pueblo. De ahí que la RPDC haya recurrido a la disuasión nuclear (deterrent).
Hay que subrayar que en la historia nuclear del mundo ningún país que produce armas nucleares o es poseedor de ellas lo hace para usarlas. Solo las tienen como disuasión para defender su soberanía, no para una guerra, porque emplearlas causaría una catástrofe mundial. El único que las usó fue EE. UU.
Durante la Guerra Fría, la URSS poseía un inmenso arsenal nuclear para destruir hasta diez veces la Tierra, igual que EE. UU. Ese equilibrio se mantuvo pese a que muchos países advertían que estallaría la Tercera Guerra Mundial, pero ambas fuerzas sabían que atacarse una a la otra las aniquilaría.
Nuestro país también desarrolló el programa nuclear para su defensa, pero no tenemos ni voluntad ni necesidad de invadir a ningún país. En los cinco mil años de su historia, nuestro país nunca ha invadido a otros países ni los ha agredido; al contrario, fue invadido y ocupado por fuerzas imperialistas como Japón, que nos hizo su colonia por más de 40 años.
Así pues, las armas nucleares son para defender nuestra soberanía, nuestra independencia y nuestra dignidad frente a las amenazas constantes de EE. UU. Esta historia de hostilidad entre los dos países lleva más de 70 años y no se disipará de un día a otro. En Hanoi lo que exigimos es que EE. UU. tome medidas para restablecer nuestra confianza; planteamos que la forma de resolver el problema nuclear en la península debe ser “paso a paso y acción por acción”.
Si nosotros damos un paso, EE. UU. debe responder con otro, entonces daremos otro y EE. UU. dará otro para que tengamos la garantía y la confianza en ese país, pues ellos siempre nos han amenazado con armas nucleares para destruirnos. Incluso Trump habló en la ONU de aniquilar a Corea del Norte.
Así que primero debe haber confianza entre ambos países y que avancen los cuatro puntos acordados en la Cumbre de Singapur del 12 de junio de 2018.
Es decir: 1) Normalización de las relaciones. Pero EE. UU. no ha dado ni un paso en ese sentido; al contrario, ha reforzado esa hostilidad y dice que debe aumentar las sanciones. 2) Disipar factores de amenaza militar y así crear un clima propicio para la paz. Se había acordado que EE. UU. cesara los ejercicios conjuntos con Surcorea, pero los ha mantenido; es decir, no retiró los factores amenazantes. 3) Esfuerzos de la RPDC para promover la desnuclearización de la península. Y no ha hecho ninguna prueba nuclear ni misilística, además ya destruyó el Centro de Yongbyon, su más importante instalación nuclear. 4) Avanzar en el rescate de los soldados caídos en la Guerra de Corea; en este punto, la RPDC ya ha materializado la entrega de 81 cuerpos de estadounidenses.
b.- ¿Existen posibilidades de que la República de Corea y la RPDC avancen hacia la reunificación?
JCN.- Somos la misma nación, con la misma historia y la misma sangre; más de cinco mil años hemos estado en un territorio como una nación homogénea. En 1980, en el V Congreso del Partido del Trabajo, el líder Kim Il Sung postuló los aspectos fundamentales para la reunificación y así crear la República Confederada Democrática de Koryo, bajo el principio de “una nación con una casa, dos sistemas e ideales”, que en el exterior estaría representada como una nación. Es claro que no podemos avanzar hacia la reunificación de un día para otro. Es por eso que el líder máximo, Kim, dijo: “Nosotros tampoco tenemos mucho tiempo”.
b.- Por lo general, en EE. UU., sus aliados y los medios no difunden información veraz y suficiente sobre la RPDC. Abundan artículos y “análisis” que sostienen que es un Estado “paria” o aislado; mientras que aumentan su cobertura en cuanto a las pruebas de armas de largo alcance. ¿Qué opina sobre ello?
JCN.- Los medios de EE. UU. y sus aliados afirman que la RPDC está aislada, pero son ellos los que nos han bloqueado con sus sanciones; ellos han cercado a sus propios ciudadanos a los que les impiden visitarnos. Mientras tanto, nosotros les abrimos las puertas para que nos visiten. Son ellos los que bloquean nuestras páginas web, las del propio gobierno, para evitar que se conozca y divulgue la realidad de nuestro país. Esa prensa distorsiona y deforma la realidad.
En el caso de los ensayos recientes, el vocero de nuestra cancillería puntualizó que se trata de un ejercicio regular del Ejército de la RPDC para mejorar su capacidad de defensa, como lo hace cualquier país, en su propio territorio jurisdiccional.
En cambio, no se dice, que, entre marzo y abril, EE. UU. y Surcorea realizaron ejercicios militares conjuntos, que incumplieron los acuerdos de Singapur. Tampoco se publica que, en 2017, el líder Kim declaró que ya se ha completado el fortalecimiento de las Fuerzas Armadas y que, ahora, el esfuerzo se concentrará en la construcción del desarrollo económico. Ésa es la política de las Líneas Paralelas (Byungjin).
Los medios de EE. UU. y sus aliados afirman que la República Popular Democrática Corea está aislada, pero son ellos los que nos han bloqueado con sus sancione.
Putin fue recibido en el aeropuerto por Kim Jong-un.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania anunció la ruptura de las relaciones diplomáticas con Corea del Norte luego de que Pyongyang reconociera la independencia y soberanía de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.
Ha recibido numerosos premios literarios importantes, incluyendo el Premio de Literatura Contemporánea y el Premio de Poesía Kim Su-young.
Desde que asumió la dirección de la Profeco, Ricardo Sheffield ha expandido sus negocios, además de establecer relaciones de negocios con dos de sus subordinados de la dependencia en Veracruz y Guanajuato.
Pese las tensiones entre Estados Unidos (EE.UU.) y Corea del Norte desde la reciente prueba de misiles, ambas naciones tiene pensado volver a reanudar la negociación en un par de semana.
Por fin, la geopolítica se mueve en el sentido de Corea del Norte, un país que hace 7 años ya soñaba con hundir un portaaviones de propulsión nuclear estadounidense “de un solo golpe”. La cuestión es que esa fantasía sigue sin ponerse a prueba.
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Escrito por Nydia Egremy
Internacionalista mexicana y periodista especializada en investigaciones sobre seguridad nacional, inteligencia y conflictos armados.