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Hace unos días le pedí a un amigo su opinión sobre el conflicto bélico que está ocurriendo desde hace 18 días en Ucrania. La opinión de él, como la de muchas personas es de condena hacia la "invasión rusa" y hacia las muertes de inocentes ucranianos. Interesado en dar a conocer una posición más objetiva y sobre todo ajena a la manipulación mediática que están realizando los gigantes tecnológicos de la comunicación controlados por el gran capital estadounidense y de los países que conforman la Unión Europea (UE) y su brazo armado la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), le comenté a mi amigo sobre el hecho claro de que esos poderosísimos medios de comunicación al servicio de las grandes potencias occidentales están instrumentando la mayor campaña de manipulación ideológica de la historia; una campaña que tiene mucha semejanza con los métodos que utilizó Adolfo Hitler antes de iniciar y durante la Segunda Guerra Mundial. Esta campaña consiste, esencialmente –como lo hizo Joseph Goebbels, ministro de “instrucción pública y propaganda” del gobierno de Hitler–, en presentar información e ideas falsas de forma repetida y machacona para que esas mentiras o fake news se conviertan en “verdades”. El objetivo no es solo aislar a Rusia en sus relaciones internacionales, sino lograr que los habitantes de los países que están bajo la órbita del imperialismo odien todo lo ruso, principalmente al presidente ruso Vladimir Putin.
Ante esa escalada mediática –que es el complemento de los ataques a la estructura económica y financiera de Rusia para destrozar su economía– para justificar esas agresiones de los peores asesinos de la humanidad, el imperialismo yanqui y sus acólitos de la UE y de la OTAN intentan, por todos los mecanismos posibles, impedir que Rusia dé a conocer sus puntos de vista acerca de las verdaderas causas que provocaron el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. Por esta razón, hoy comento un documental elaborado por Rusia Today (RT) titulado Donbás, Guerra Maidán realizado por Maxim Fadeyev. En la opinión de periodistas y ciudadanos ucranianos que aparecen en el documental, en Ucrania, a diferencia de otras repúblicas exsoviéticas, el poder se pasó de los comunistas a las fuerzas procapitalistas sin ningún derramamiento de sangre. “Algo raro –dice un entrevistado–, pues teníamos las mismas contradicciones que otras exrepúblicas soviéticas. Pero algo se fue cocinando hasta estallar”. En diciembre de 2013 la etapa pacífica se agotó, pues surgió un movimiento que exigía que Ucrania se adhiriera a la UE. Las protestas fueron creciendo en Kiev y otras ciudades; “todo empezó como un festival a lo rock and roll –dice otro entrevistado–, pero de pronto todo se volvió más hostil; los políticos se volvieron más cínicos y promovían la violencia”. El documental muestra las escenas de los disturbios provocados por los nacionalistas ucranianos, que pasaron a las agresiones contra la policía y a saquear comercios. Otro entrevistado señala: “no es cierto que la mayoría de los ucranianos queríamos la integración a la UE; esa demanda apareció con mucha fuerza cuando aparecieron en la escena de la Plaza Maidán los nacionalistas que lanzaban las consignas rusofóbicas y gritaban “Ucrania para los ucranianos”.
Esas primeras manifestaciones en la Plaza Maidán no eran algo espontáneo; el documental demuestra que los nacionalistas ucranianos (muchos de orientación nazi-fascista) confesaron que mucho antes de iniciar el movimiento para derrocar al gobierno ucraniano encabezado por Víctor Yanukóvich se estuvieron preparando militarmente; las escenas que nos brinda son muy elocuentes, por ejemplo, en un mitin en Maidán aparece una mujer que abiertamente dice que “Rusia es el primer enemigo estratégico de Ucrania, rompan los grilletes y con la malvada sangre rusa rieguen su libertad; no derramen su propia sangre”. Las consignas que más se utilizaban eran de este tipo: “¡muerte a los enemigos!”, “apuñalen a los moscovitas”. En Ucrania, el movimiento fascista fue bien preparado por los oligarcas ucranianos que deseaban ser los instrumentos de la instauración de un régimen adherido a la UE y la OTAN.
Escrito por Cousteau
COLUMNISTA