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Con cierta seguridad, el gusto que cada ser humano tiene por la música, no importa la disciplina que ésta sea, se transmitió por medio de una persona ajena a nosotros y también, con cierto grado de certeza, fueron personas que en su mayoría hacen negocio con la música vía las industrias discográficas, (empresas encargadas de producir y distribuir música grabada, así como de promocionar y comercializar las grabaciones), usando como sus principales difusores la televisión, la radio, los periódicos y ahora el amplio uso de las Redes Sociales (RRSS). Así es como nos hemos convertido en consumidores de algún tipo de música, sin saber si es de mala o buena calidad.
Aun así, debemos saber que a partir del año 2011 se han posicionado altamente tres discográficas conocidas como las "Big Three", las tres de Estados Unidos: Universal Music Group (UMG) que tiene 41 sellos discográficos y opera en 60 países; Sony Music Entertainment (SME) que cuenta con 70 sellos e influye en 40 países y la Warner Music Group (WMG) que opera en 50 países con 34 sellos discográficos. Esos tres monopolios controlan el 70 por ciento del mercado de las discográficas a nivel mundial, así como también el 80 por ciento del mercado estadounidense; esto quiere decir que todo lo que escuchamos está planeado por estas corporaciones.
Los datos son claros en cuanto al negocio de la música y sobre todo que las "Big Three" deciden qué tipo de canciones escuchamos y con qué fin ponen de moda tal o cual canción. Hoy, con tanto avance tecnológico también se sabe que la música en streaming es la principal fuente de ingresos de esas compañías discográficas, ya que el 75% de los ingresos que obtienen de estos servicios son por derechos de reproducción sobre las canciones. La nueva industria musical digital, basada en el streaming y las redes sociales, llegó para quedarse, pero siempre como un negocio.
Ninguna discográfica lanza su música al público con la intención de formar en el individuo el gusto por una buena música, y mucho menos para refinar la capacidad del individuo para escucharla y paladearla; lo que buscan es obtener un máximo de ganancia en sus ventas y enriquecerse. Por eso la moda musical es mucho ruido, estridencia ensordecedora y con un muy mal contenido en su letra; la música propiciada como negocio corrompe, prostituye y aleja al hombre de sus verdaderos sentimientos humanos debifo a que de verdadera y buena música tienen poco o nada.
Dicho esto, se vuelve relevante y de gran trascendencia que un grupo social como el Movimiento Antorchista Nacional se haya propuesto, desde hace 10 o 15 años, la tarea de promover el gusto por la música a través encuentros o concursos nacionales de voces o canto donde el mexicano niño, joven, adulto o de la tercera edad, se presentan en algún auditorio o recinto cultural y le "canten al pueblo" verdaderas melodías que sí llegan al corazón y a la cabeza de quienes las escuchan para formales el buen gusto por esas bellas artes.
La historia dice que la música es tan antigua como la sociedad humana misma, y se sabe que nace como una necesidad, muy íntima, del hombre que al realizar alguna actividad o trabajar, siente necesario encontrar una ayuda para hacer menos dura, fatigosa y cansada esa labor. El hombre comenzó acompañar los movimientos de su cuerpo con cierto ritmo e inició, también, a emitir sonidos con su boca que fueron los elementos básicos de la música cantada.
Desde sus orígenes hasta nuestros días la música ha ido evolucionando, pero siempre las piezas musicales más acabadas son las que reflejan, de mejor manera, el quehacer y el trabajo, la naturaleza o las vivencias del hombre; por esa razón, una buena música, sin estridencia y sin ser solamente ruido ensordecedor, impacta en la conciencia y la sensibilidad del hombre, pues es ahí donde ve reproducida parte de su vida en diferentes ámbitos. La música impacta e influye en el hombre porque le devuelve, en forma bella, lo que todos oímos a nuestro alrededor todos los días.
Y aunque hay diferencia entre la música culta y la música popular, lo cierto es que ambas tienen un efecto similar; pero la segunda es más sencilla y más "simple" y refleja sentimientos. La música popular se considera buena y de calidad cuando recuerda y evoca en nuestro ser sentimientos buenos como el amor, el miedo, la tristeza, la alegría o la nostalgia y de igual forma, nos trae sentimientos de hermandad y solidaridad con nuestros semejantes.
En síntesis, toda la música popular que nos haga rememorar sentimientos nobles, valiosos para nuestra raza humana y lo haga con eficacia, es buena y hay que escucharla. Hay que escuchar los buenos boleros, los danzones, rumba, sones cubanos y rancheras; en la música popular escarbemos lo mejor que contenga y apropiémonoslo, porque la música que es bella, sublime y delicada penetra en nuestro cerebro y corazón pues son ideas tomadas del mundo, de la realidad que a diario vivimos.
Con la edición número diez del “Concurso Nacional de Voces 2022” que organiza el Movimiento Antorchista y que se realizará el sábado 24 de septiembre en el Auditorio "Gota de Plata" de Pachuca, Hidalgo, se impulsa el canto entre el pueblo mexicano, porque el canto nos hace pensar y luchar por una vida mejor; en el encuentro se mostrará el talento de los artistas del pueblo con canciones de la música popular mexicana y boleros de grandes cantautores y compositores de México y América Latina.
Los artistas que se presentarán fueron seleccionados a través de las eliminatorias estatales y regionales y competirán en las categorías "Juvenil A", "Libre estudiantil", "Libre campesino, obrero y popular" y "Semiprofesional". Antorcha tiene la certeza de que el ser humano puede cambiar al escuchar música popular y música culta; y por esa vía deshacerse y desechar la música estridente, que no tienen ritmo ni melodía y que su único objetivo es que se venda como "música" para los jóvenes porque despierta en ellos sentimientos bajos y manipuladores.
Beethoven decía que "la música es una revelación mayor que toda la sabiduría y la filosofía" y mucha razón tenía porque la buena música y más si es bien seleccionada nos revela nuestra realidad tal como es, nos revela los sentimientos más nobles y humanos y una vez que nos apropiamos de ellos, nos convertimos en hombres diferentes, con una sensibilidad, capacidad y creatividad que nos pueden ayudar a modificar nuestro entorno político, económico y social si es que no nos favorece. Por eso Antorcha promueve la buena música con el Concurso Nacional de Voces; por eso Antorcha impulsa el arte y la cultura entre las familias mexicanas porque sabe, como Napoleón Bonaparte, que “la música es la voz que nos dice que la raza humana es más grandiosa que lo que cree.” Por el momento, querido lector, es todo.
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Escrito por Miguel Ángel Casique
Columnista político y analista de medios de comunicación con Diplomado en Comunicación Social y Relaciones Públicas por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).