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La demanda de agua potable en Zacatecas se debe al creciente consumo social e industrial, al calor cada vez más fuerte generado por el estiaje y, sobre todo, a que las lluvias son muy irregulares en la zona centro-norte en la entidad.
Las autoridades han propuesto una solución posible al problema, pero se halla a 200 kilómetros de distancia de la zona conurbada de la capital: en los ejidos del municipio de Jiménez del Teúl, donde se construiría una presa con capacidad para albergar 67 millones de metros cúbicos de agua, la cual sería suficiente para superar el desabasto que padecen cuatro de cada 10 zacatecanos.
Los especialistas afirman que, de cada 100 litros extraídos del subsuelo, 80 se destinan al sector agropecuario, industrial y a la minería. El Programa Nacional Hídrico 2020-2024 clasificó a Zacatecas como una de las regiones del país con mayor agotamiento de sus reservas acuíferas subterráneas y afectación por sequía. En este estudio se detectaron déficits hasta del 61 por ciento en los 34 acuíferos del estado, de los cuales 10 están sobreexplotados y siete salinizados.
Los acuíferos son los mejores almacenes de agua para enfrentar años secos, pero están vaciándose debido a la sobreexplotación. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ubicó 106 municipios con alta vulnerabilidad a la sequía y la mayoría están localizados en Baja California, Sonora, Ciudad de México, Michoacán, Zacatecas, Chihuahua, Coahuila, Guerrero, Querétaro y Jalisco.
El Programa Nacional Hídrico 2020-2024 (PNH) estima que 21 de los 34 acuíferos en Zacatecas son deficitarios y los otros 13 están disponibles. De acuerdo con el Sistema Nacional de Información del Agua (SINA), los acuíferos en semáforo rojo son los de Chupaderos, Aguanaval y Calera; ya que registraron disponibilidades de -100.1, -83.3 y -75.5 hectómetros cúbicos del fluido respectivamente, a causa de su sobreexplotación.
Zacatecas depende en un 75 por ciento de las aguas subterráneas y uno de sus acuíferos está clasificado con déficit en el municipio de Calera, con -72.6 milímetros cúbicos. En esta región, los pobladores acusan a la cervecera Grupo Modelo de ser la principal responsable de la sobreexplotación.
En esta ciudad, en efecto, se asienta la fábrica de cerveza que, según sus propietarios, es la “más grande del mundo” porque produce diariamente 22 millones de unidades de esa bebida, para la que utiliza agua de la cuenca hidrológica de la región y envasa en botellas de vidrio o latas de aluminio.
Según datos de los directivos del Grupo Modelo, la fábrica consume casi 12 mil millones de litros de agua al año, la cual extrae de “entre 15 y 18” pozos que cuentan con el amparo de 13 concesiones federales, pese a que el manto freático tiene un déficit de 72 millones de metros cúbicos de agua. Es decir, la Modelo extrae un volumen muy superior al de la recarga natural del manto freático.
Para disminuir los estragos provocados por la escasez de agua, un sector de la sociedad zacatecana está a favor de reactivar el proyecto de la presa Milpillas, obra que pretendía ser emblemática del gobierno del priista Alejandro Tello Cristera y que pretende abastecer del líquido al corredor Fresnillo-Calera- Guadalupe, donde se calcula que habitan cerca de 600 mil personas.
En aquel periodo se insistió en que este proyecto garantizaría agua potable para el consumo humano. Sin embargo, surgieron las dudas porque la gente advirtió que, en ese corredor industrial, están asentados el grupo Modelo, el aeropuerto local y 30 empresas de distinto giro industrial y comercial.
Esta situación ambigua le fue advertida al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) por los ejidatarios de la región, quienes se manifestaron el 18 de enero de 2021 durante una gira de trabajo a la entidad, de donde surgió una consulta pública para resolver la controversia.
El resultado de dicha “consulta” fue la cancelación del proyecto de la presa Milpillas. Sin embargo, lo que realmente provocó ésta fue la falta de apoyos, ya que el Gobierno Federal no destinó recursos para su construcción; además de que argumentaron que el Gobierno Federal debía priorizar la atención a la pandemia de Covid-19; que el proyecto había generado discordia entre los dueños de las tierras en Teúl y que el gobierno priista había incurrido en actos de corrupción.
El gobierno de Alejandro Tello no pudo concretar la obra hídrica y ahora David Monreal Ávila, su sucesor, es quien analiza la posibilidad de retomarla con base en un proyecto de inversión de mil 820 millones de pesos (mdp).
Oposición a la presa Milpillas
Además del proyecto, también renació la oposición a la presa Milpillas; y quienes lo rechazan son los mismos que lo confrontaron antes. Mediante una misiva entregada al gobierno estatal de Zacatecas y al Gobierno Federal, los comisarios ejidales de Jiménez del Teúl se pronunciaron contra la intención de replantearlo.
El principal argumento de los campesinos, quienes se asumen como afectados, es que el agua de la presa beneficiaría especialmente a la planta cervecera del Grupo Modelo, a las compañías mineras y otras empresas privadas, pese a que la Conagua especificó que sería de uso doméstico y servicios públicos urbanos.
En 2019 se utilizaba un volumen de agua potable de 48 millones de metros cúbicos anuales en Zacatecas; pero se estima que la necesidad de abastecimiento se incrementará de manera alarmante porque, en 2040, la población será de 614 mil personas en ese corredor municipal.
Jiménez del Teúl cuenta con cuatro mil 855 habitantes distribuidos en la cabecera municipal y sus principales comunidades, donde el abandono y la pobreza contrastan notoriamente con la riqueza de la tierra. Teúl es considerado uno de los municipios con mayor pobreza en el estado.
Además, su población se encuentra dividida, ya que unas personas se pronuncian a favor de la presa y otras en contra. Este conflicto llegó a las amenazas de muerte; y en el caso de los campesinos, a la invalidación de las actas de las asambleas ejidales.
En Zacatecas existe la impresión de que el Presidente es indiferente al proyecto debido a que fue impulsado por un partido de oposición y no por el suyo, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), y se contrasta con la atención financiera que le brinda a sus obras “emblemáticas”, como la refinería Dos Bocas y el Tren Maya.
En los dos últimos años, las asignaciones de la Federación al gobierno estatal de Zacatecas solo se han ajustado al alza con base en el monto de la inflación del año anterior, sin añadirle “ni un punto ni una coma”; y aunque se mantiene el proyecto de la presa Milpillas, no hay un monto asignado en el presupuesto de 2022.
David Monreal Ávila asumió el poder estatal como gobernador constitucional de Zacatecas, luego de ganar las elecciones del seis de junio de 2021, con 340 mil 934 votos (el 49.33 por ciento de la votación) y su periodo será del 12 de septiembre de 2021 al 11 de septiembre de 2027.
Su arribo terminó con dos sexenios priistas consecutivos, los de Miguel Alonso Reyes y Alejandro Tello, a quienes ha acusado de heredarle todos los males que aquejan a la entidad, lo que le sirve de pretexto para no realizar obras públicas, entre ellas la presa de Milpillas, pese a la demanda urgente de resolver el desabasto de agua potable.
Los gobiernos Federal y estatal no han logrado convencer a los ejidatarios de aprobar la construcción de la presa; éste será uno de los retos de Monreal Ávila quien, a pesar de ser morenista, la considera una opción viable; ya que está incluida en la cartera de proyectos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
El documento técnico en el que se sustenta el proyecto Milpillas se integra con el análisis de las posturas de las comunidades de la región y con el Estudio de Factibilidad elaborado por el gobierno de Zacatecas y la Conagua en 2015, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, cuando Miguel Alonso Reyes era gobernador de Zacatecas.
Sin embargo, en dicho estudio se advierte, de una “menor disponibilidad de agua destinada para el consumo humano y para el riego de terrazas fluviales a lo largo del cauce del río”; y agrega que esta situación “puede producir molestias e inconformidades sociales de las poblaciones humanas de localidades ubicadas aguas abajo del embalse”.
Hoy, tras la alternancia entre el PRI y Morena, los zacatecanos se hallan en la incertidumbre y dudan de los beneficios que se logren con el gobierno morenista; pues en los dos últimos años de gobierno priista, la entidad fue castigada presupuestalmente por el Gobierno Federal.
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Escrito por Jacobo Cruz Tobón
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