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Más en torno a la guerra de medios
Todo ello sin contar con que Antorcha es la organización política que más promueve el arte y el deporte entre la población.
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“El 23 de febrero, dos de los cuatro camiones que transportaban ayuda humanitaria proporcionada por EU desde la ciudad colombiana de Cúcuta hacia Ureña (Venezuela) a través del puente Francisco de Paula Santander resultaron quemados. Poco después del incidente, diversas autoridades estadounidenses (lo) lamentaron y afirmaron –sin pruebas– que el incendio había sido llevado a cabo por fuerzas venezolanas al mando de Nicolás Maduro, presidente del país”. Ésta es la información textual del portal Sputnik sobre la quema de los camiones en la frontera colombiano venezolana.

“Sin embargo –finalmente escribió Sputnik– nuevas imágenes muestran que, en realidad, fueron los manifestantes antigobierno quienes (en efecto) comenzaron el fuego en los camiones. En un video publicado por The New York Times se puede ver el momento en el que uno de los manifestantes lanza una bomba casera hacia la policía venezolana que bloqueaba el puente entre Colombia y Venezuela para impedir la entrada de los camiones”. O sea que la verdad se abrió paso: fueron los manifestantes en contra del gobierno de Nicolás Maduro quienes incendiaron los camiones.

Es ésta –amigo lector– una historia de todos los días, salvo que ahora, un importante diario norteamericano, un caso excepcional, se dio a la tarea de refutarla. Un incidente cualquiera, un hecho sin trascendencia o, incluso, algo que nunca existió, se inventa, se manipula y se magnifica para presentar al objetivo a atacar como un monstruo digno de ser eliminado del planeta. Guerra de medios, se llama. Hay, incluso, materias sobre la especialidad en las escuelas militares de los países imperialistas. “Las Fuerzas Armadas británicas reclutan a filósofos, psicólogos y teólogos para estudiar nuevos métodos de guerra psicológica y de manipulación conductista –informa el portal RT– según se desprende de documentos filtrados de la Universidad de Cambridge, que se vio incluida en un programa de esa índole”.

Cito los acontecimientos de la frontera venezolana y la gran mentira que se tejió en torno a ellos, anunciando incluso “nuevas sanciones” por parte de Estados Unidos porque, aunque más grandes y trascendentes, se parecen mucho a la guerra de medios que se libra por estos días en contra del Movimiento Antorchista Nacional. Me refiero al hecho de que el propio Presidente de la República ha hecho mofa de nuestro nombre llamándonos Antorcha Mundial y ha afirmado –sin pruebas– que hemos sido intermediarios en la entrega de los programas sociales Progresa, Oportunidades y Prospera a los beneficiarios y que nos hemos quedado con dinero de estos programas, con “moches” y, finalmente, se ha dicho, que hemos recibido dinero como parte que somos de las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC).

Falso. Absolutamente falso. Si quienes nos atacan no se cansan, menos aún nos cansaremos nosotros de hacer llegar nuestro mensaje de la verdad a todas las personas verdaderamente críticas y de buena voluntad que son la inmensa mayoría de los habitantes de este país. Jamás hemos sido intermediarios de ninguno de esos programas y jamás hemos solicitado serlo; cualquier beneficiario de esos programas sabe perfectamente que siempre han sido los empleados del gobierno los que con lista en mano y previa identificación y después de realizar asambleas informativas, les habían venido entregando sus apoyos, ningún antorchista en ninguna parte del país ha entregado jamás ninguno de esos apoyos. Tampoco hemos recibido ríos de dinero ni somos organización de la sociedad civil. “Terrible cosa es la ignorancia –escribió Luciano de Samósata– y causa de innumerables males para la humanidad, al envolver la realidad como en la niebla, oscurecer la verdad y ensombrecer la vida del hombre”.

En una nota del diario Reforma del domingo 10 de marzo, se informa que “en tan solo seis años, OSC recibieron de dependencias y entidades federales más de 37 mil 600 millones de pesos para ‘acciones de fomento’. Según datos del Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol) (…) los recursos federales fueron canalizados de 2012 a 2017 a más de 17 mil 500 organizaciones de todo el país (que) reportaron la ejecución de 124 mil 451 acciones de fomento (…)”. La nota de referencia informa luego sobre las dependencias que reportaron mayor inversión de recursos a las Organizaciones de la Sociedad Civil. Conclusión: Si el Movimiento Antorchista Nacional fuera una OSC, como algunos personajes influyentes en los medios lo han asegurado, cualquier persona verdaderamente interesada tendría a la mano los materiales necesarios para encontrar su nombre en la lista de 17 mil 500 OSC que han estado y están, perfectamente identificadas, así como los temas en los que trabajan y los montos de ayuda grande o pequeña y las fechas en los que la han recibido. Pero no lo encontrará nunca porque el Movimiento Antorchista no es una una OSC sino una organización política y no ha recibido jamás, ni por éstos ni por otros conductos del Estado, un solo peso partido por la mitad a manera de subsidio, “moche” o cualquier otro sinónimo de financiamiento legal o ilegal. Antorcha, casi una excepción en el país, se sostiene con sus propios medios.

Por desgracia, en este ambiente de afirmaciones sin pruebas, tengo que enlistar al reportero Arturo Molina de la Voz de Michoacán, un diario respetable que me abre sus puertas y que tradicionalmente se mantiene apartado de la moda de las campañas de medios. En la edición del pasado martes 12 de marzo, en el remate de una nota de primera plana (en la página 11-A) en la que se daba cuenta de una gran invasión de terrenos particulares en la ciudad de Morelia, el reportero escribió: “Bajo este modus operandi de diferentes organizaciones como Antorcha Campesina, han protagonizado la destrucción de zonas naturales protegidas y han encauzado al desarrollo irregular de Morelia, donde imperan faltas de servicios, inseguridad, insalubridad y mala movilidad”.

Aseguro que no puede documentarse un solo caso de invasión de tierras ni de “la destrucción de zonas naturales protegidas” por parte de Antorcha, ni en la ciudad de Morelia ni en el estado de Michoacán ni en ninguna parte del país. Hemos afirmado reiteradamente que, contra lo que se ha llegado a afirmar, Antorcha no invade terrenos ni destruye zonas naturales protegidas. Muy al contrario, la divisa de nuestro trabajo en el estado es precisamente “Antorcha construye Michoacán” sin que hasta ahora nadie la haya podido desmentir con pruebas. Hemos conquistado, con base en la gestión y en la lucha, aguas potables, drenajes, pavimentos, electrificaciones, clínicas, unidades deportivas, auditorios y otras muchas obras que le han cambiado la vida para bien a cientos de miles de michoacanos y encabezamos un esfuerzo ciudadano importante y decidido por el rescate del amenazadísimo lago de Pátzcuaro. Todo ello sin contar con que Antorcha es la organización política que más promueve el arte y el deporte entre la población. Por eso precisamente nuestra arma más poderosa de defensa contra las guerras de medios es que nos conozcan.


Escrito por Omar Carreón Abud

Ingeniero Agrónomo por la Universidad Autónoma Chapingo y luchador social. Autor del libro "Reivindicar la verdad".


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