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De las fallas de origen, irregularidades y pésimos resultados del más brillante entre todos los programas asistencialistas del gobierno de la “Cuarta Transformación” (4T) –Jóvenes Construyendo el Futuro– habla buzos esta semana en su Reporte Especial, que consulta opiniones, datos e informes de instituciones serias y reconocidas oficial y públicamente, como son el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y el propio Presidente de la República, cuando éste se refiere al programa Jóvenes Construyendo el Futuro.
Diversos analistas señalan que tal programa está plagado, desde su creación, de una larga lista de fallas; entre ellas, la carencia de los parámetros necesarios para medir la funcionalidad y el cumplimiento de las metas; la entrega de dinero a personas fallecidas; centros de trabajo fantasma, becarios que no cumplen los requisitos establecidos o reciben simultáneamente recursos de otros programas de gobierno; protestas de miles de beneficiarios por los abusos cometidos por funcionarios y las empresas “capacitadoras”.
Además, Coneval advirtió a tiempo que estas “becas” orillaban a los jóvenes preparatorianos y universitarios a la deserción escolar, motivados por la perspectiva engañosa de una pequeña y pasajera mejoría de su precaria situación económica. Además, la ASF, en su III Informe de Cuenta Pública 2019, reveló la existencia de un daño millonario a las arcas de la Federación causado por el programa que más frutos políticos ha rendido a la 4T y que influyó en su triunfo electoral del seis de junio de este año.
Más de dos años después de su arranque, los resultados dejan mucho que desear: 40 por ciento de los beneficiarios que concluyeron su capacitación se encuentran en proceso de establecer un negocio propio; aproximadamente el 20 por ciento permanecerá trabajando en las empresas que lo capacitaron; un 25 por ciento está buscando empleo y solo un 10 por ciento reanudará sus estudios. Estos datos sintetizan el fracaso del programa emblema de la 4T, con el que prometió desaparecer a los llamados ninis y rescatar de la pobreza y la delincuencia a la juventud mexicana.
Escrito por Redacción