Más allá de los deseos de los periodistas, la función y el contenido de los medios de comunicación como transmisores de ideología son objetivos; este papel surge del hecho de que no están determinados sólo por la voluntad de quienes practican el periodismo, sino, en última instancia, por las condiciones sociales en que su actividad se desenvuelve. La existencia de la ideología dominante es objetiva y, por ende, forma parte de dichas condiciones, el manto de su influencia lo cubre todo, desde el meme más celebrado, la noticia más intrascendente o la piñata más inocente. También es objetiva la ideología de clases sociales dominantes en otros países, que dan la lucha por crecer y desarrollarse de acuerdo a sus propios intereses, tanto hegemonistas como anti hegemonistas o multipolares, como se les ha dado en llamar modernamente. Y su influencia transciende sus fronteras.

Igualmente es objetiva la existencia de la más elevada visión que la humanidad comenzó a construir científicamente de sí misma desde la pluma y la actividad de Carlos Marx y Federico Engels y todos sus seguidores en el mundo, visión que no ha terminado aún de llegar a ser dominante. Son, pues, en resumidas cuentas, dos grandes campos ideológicos que conforman un complejo mundo de ideas y concepciones en que se debate el planeta. En este ambiente, crece y se fortalece buzos, una alternativa periodística honestamente comprometida con los intereses de los más humildes de México y del mundo.

Nada parece tan contradictorio como que la voluntad, la conciencia de quienes escriben noticias y proporcionan opiniones sobre los aconteceres sociales, esté sujeta a las leyes del desarrollo social, que salen de su control y determinen lo que escriben. Parece no tener sentido para quienes sobrevaloran la actividad pensante, pero es una contradicción real y totalmente natural, lógica. 

Es, pues, el periodismo, uno de los principales campos de combate de las ideologías, y entre la conciencia y la necesidad objetiva. El maestro Aquiles Córdova Morán resumió en una ocasión que la ideología es la visión relativamente cierta que las clases dominantes tienen sobre su propia situación en la sociedad y sobre su papel en ella, así como sobre la situación y el papel de las clases dominadas.  Y refiere que es relativamente cierta porque, para convencer, tiene necesariamente que recurrir a verdades, pero expuestas de manera que oculten lo que no les conviene. 

Verdades a medias, medias verdades, o grandes verdades, pero manipuladas, tergiversadas, para promover una visión global de las cosas que convenza a las clases dominadas, a pesar de que conduzcan a su engaño y sumisión. Una visión que descarte para siempre su resistencia y rebelión y garantice su complacencia con la visión que la clase dominante tiene de sí misma como la única que debe controlar el mundo. En este campo de combate, buzos ha dado sobradas pruebas de su decidida batalla por afilar la conciencia popular con el arma del conocimiento de su realidad y la denuncia de los mecanismos concretos de su opresión. No hay en el campo del periodismo en México otra acción tan constante y continua, consecuente y exitosa como la odisea de buzos.

Hay, además, otra enorme ventaja de esta revista. Ha asumido conscientemente su papel ideológico, sin tapujos ni hipocresías ni desfiguros desde el principio. Así nació y así se ha mantenido, militando en la verdad con una tenacidad y perseverancia que le garantiza un merecido lugar en la Historia como el más grande desafío que el pensamiento mexicano haya lanzado jamás a la ideología opresora. 

Esta característica se traduce en los hechos como norma de convivencia periodística, en sus páginas viven expresiones ejecutadas con impecables razonamientos, basadas en argumentos sólidos, donde se siente la meditación seria, responsable y se respira un ambiente entintado de fraternidad con los débiles de México y sus clases y grupos sociales injustamente tratados, con los pueblos oprimidos del mundo y los que sufren las agresiones imperialistas.

El desafío de esta revista también se concreta en el amor a la verdad y sus más profundas expresiones, como la lealtad que ha tenido con la Poesía. Los poetas y las poetisas son esos otros buzos que se sumergen en las profundidades del espíritu humano, que se esfuerzan por pescar dolores, anhelos, temores, deseos y esperanzas en el “mar de las tristezas” del pecho, o imposibles ideales de “seres que habitan en luminosas arquitecturas aéreas”. Pues bien, ellos, los poetas, encuentran en las páginas de esta revista un tanque de oxígeno para seguir vivos. En los tiempos en que la ideología burguesa quiere formar millones de individuos desalmados, buzos ofrece semanalmente un remanso al verso suave, un eco seguro al más clamoroso o una inesperada trinchera al más heroico, siempre con la convicción de que, bajo la orden de la poesía, el hombre sencillo echa a andar.

Este proyecto cumple ya 25 años de configurar con todo detalle, palabra tras palabra, semana tras semana, miles de labradas páginas destinadas a divulgar preciosas enseñanzas para el pueblo mexicano: desde crítica cinematográfica y literaria hasta anhelos deportivos y científicos, preocupaciones artísticas y ecológicas y más. 

Además, y muy importante, en este cuarto de siglo, la revista, consciente de su compromiso con los olvidados y los parias, ha construido bastiones para jóvenes escritores firmemente comprometidos con su pueblo, que desarrollan el pensamiento novedoso e innovador al tiempo que dan continuidad a las armas teóricas de los maestros de los trabajadores del mundo. Puede decirse que buzos significa el intento más serio y consecuente de nacionalizar en nuestro país esas armas teóricas desde que inició este milenio y de asegurar su continuidad.

La función y el contenido de buzos son objetivos y ya nada podrá borrar de la memoria del pueblo mexicano su existencia y su contribución a la creación en él de un espíritu crítico, fraterno, con un humanismo de nuevo tipo, acorde a los tiempos de crisis general del capitalismo que vive nuestro planeta. Este buzo ha dado con la perla de nuestra liberación.

El requisito fundamental para que buzos gane su batalla es que usted lo lea.