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Estados se comprometen a impedir prácticas que contribuyan a la contaminación
Con los estados y ciudades de México ya suman más de 500 participantes en la iniciativa nacida en 2018, donde igualmente participan empresas.
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Baja California, Baja California Sur y Sinaloa firmaron el Compromiso global para una nueva economía del plástico, impulsado por ONU Medio Ambiente. En este pacto, ratificado por las localidades de Querétaro, Ensenada y San Miguel de Allende, se busca la economía circular del material. Con los estados y ciudades de México ya suman más de 500 participantes en la iniciativa nacida en 2018, donde igualmente participan empresas.

Con ello, se busca que suba a 50 la cifra de gobiernos locales y federales interesados en este tema. De acuerdo con Thais Vojvodic, directora de la Iniciativa sobre Plásticos de la Fundación Ellen MacArthur, los países son “piedra angular” en la nueva visión sobre cómo tratar el plástico.

“Estos actores tienen el poder de aplicar políticas que fomenten el desarrollo y la expansión de soluciones de economía circular, así como políticas que impidan el avance de prácticas que contribuyan a la contaminación. Los gobiernos de todo el mundo son signatarios del Compromiso Global y esta alineación adquiere aún más relevancia ahora, cuando la ONU está elaborando un Tratado Global sobre Plásticos”, señaló en un comunicado.

En él, las compañías y los gobiernos deben evitar la contaminación con plástico desde su origen. Es decir, la manera en la que se fabrica, emplea y reutiliza.

“Esto significa establecer objetivos ambiciosos para 2025 con el fin de eliminar los artículos de plástico que no necesitamos, innovar para que todos los plásticos que necesitemos estén diseñados de forma que puedan reutilizarse, reciclarse o compostarse de forma práctica y segura”.

Entre las medidas que han presentado y llevado a cabo los firmantes están el incremento de la infraestructura de reciclaje y puntos de entrega voluntaria; foros y congresos sobre el plástico; prohibir popotes, bolsas y cubiertos de un solo uso, y habilitar estrategias de responsabilidad ampliada del productor para los envases.

“Una economía circular para los plásticos aporta beneficios medio ambientales, económicos y sociales. Según estudios elaborados y apoyados por la Fundación, se calcula que se ahorrarían al menos 10,000 millones de dólares, a escala mundial, solo con sustituir el 20% de los envases de un solo uso por alternativas reutilizables”, refiere la Fundación.

Otro impulso será para la gente con menores recursos económicos, ya que ese modelo permitiría una reducción de costos en los productos.


Escrito por Redacción


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