Cargando, por favor espere...
Un informe de la Oxfam México afirma que la Ciudad de México es una zona de extremos al contener “focos de lujo material y riqueza financiera” junto a “una población que lucha por sobrevivir con bajos salarios y servicios públicos limitados”. En esta, el 10 por ciento de las familias más ricas reciben el 45 por ciento del ingreso total o, lo que es lo mismo, se llevan 20 veces más que el 20 por ciento más pobre.
El informe “Rostros de la desigualdad: desigualdades multidimensionales en la Ciudad de México” publicado por el organismo internacional y el Cide, analiza “las barreras físicas, económicas y afectivas que separan a la ciudadanía de la capital según su estrato social”. Además, mide la desigualdad y compara las diferentes dimensiones del bienestar en la Ciudad de México, hoy gobernada por la morenista Claudia Sheinbaum.
La capital del país, hay que recordar, fue gobernada desde 1997 por la izquierda, en ese entonces representada por el PRD y desde 2018 por Morena, misma que tiene como estandarte acabar con la corrupción y, por ende, con la pobreza. Ese fue el lema del entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, quien gobernó la capital del país durante el periodo 2000-2005.
Hasta 2018, 3 millones 219 mil capitalinos eran vulnerables por carencias sociales, mientras que el 20 por ciento no tenía acceso a los servicios de salud básicos; el 13.9 por ciento no sabían si comerían ese día o al día siguiente; mientras que 153 mil 300 ciudadanos padecían pobreza extrema.
En contraste, hasta enero del presente, de acuerdo al Informe Anual sobre la situación de pobreza y rezago social de las entidades, municipios y demarcaciones territoriales para el ejercicio fiscal 2021, los ciudadanos que se encuentran en vulnerabilidad por carencias, si bien disminuyó, el número aún es muy grande, con 2 millones 490 mil 788 personas; la pobreza moderada fue de 2 millones 529 mil 398 personas, mientras que la pobreza extrema se mantuvo, con 153 mil 332 citadinos.
Finalmente, 4 millones, 245 mil 542 personas carecían de acceso a la seguridad social y un millón 218 mil no tienen acceso a alimentación.
El documento de la Oxfam respecto a la educación, el cual encontró que casi todos los niños de los hogares entrevistados (70 por ciento con menor ingreso) asisten a escuelas públicas, mientras que sólo los niños de familias de los tres deciles superiores (30 por ciento con mayor ingreso) asisten a escuelas privadas.
La infraestructura en las escuelas públicas está dañada o es deficiente, aun así y con la pandemia al alza debido a variante Delta, el gobierno capitalino dirigido por Claudia Sheinbaum autorizó el regreso a clases de los niños y jóvenes a partir de este 30 de agosto, sin siquiera arreglar la infraestructura educativa y realizar un plan con todo lo indispensable para evitar que los estudiantes se contagien y estalle una bomba de contagios.
A la fecha, 53 mil pequeños se han contagiado, en parte, a un regreso a clases a las aulas sin las medidas ni controles necesarios para proteger a todos.
Respecto al trabajo, Oxfam reveló que la ocupación de los capitalinos “varía drásticamente en la distribución de ingresos”, ya que aquellos con bajos ingresos denunciaron maltrato en sus centros de trabajo (sector formal), razón por la cual muchos prefirieron el trabajo informal o “cuentapropismo, aun cuando reconocen los beneficios en términos de seguridad social y la atención médica que brinda el sector formal.
En materia de vivienda, los hogares más pobres a menudo carecen de infraestructura básica. En algunos casos, frente a esta falta de infraestructura pública los hogares responden con una fuerte organización comunitaria, y por ende en algunos barrios de bajos ingresos la acción colectiva permite resolver en alguna medida estas privaciones.
El organismo concluye que la Ciudad de México necesita “salarios dignos, mejores condiciones laborales, apoyo económico a personas trabajadoras independientes, tasas más altas de impuestos para los hogares más acomodados, y mayor inversión y gasto en servicios públicos, en particular aquellos que sirven a grupos vulnerables”.
Escrito por Citlali A. Ramírez M.
Periodista