Cargando, por favor espere...
¡Que cante el pueblo de México! Ése fue el planteamiento que nuestro querido maestro, el ingeniero Aquiles Córdova Morán, dirigente de los antorchistas del país, hizo en su magistral conferencia Historia de la música popular mexicana y en su libro del mismo nombre. El Movimiento Antorchista Nacional (MAN), en su afán por construir un modelo de mexicanidad mejor, sabe que la música es un factor fundamental para reforzar la identidad popular e individual frente a la imposición de modelos de cultura extranjeros, que se basa en la manipulación mediática y mercantil de todo tipo de bienes, Antorcha sabe, asimismo, que la música popular mexicana debe profundizarse y extenderse en todas las clases populares, porque es un ariete de defensa contra la propaganda extranjera.
El ingeniero Aquiles Córdova nos explica cómo la música del gran compositor guanajuatense José Alfredo Jiménez fue justamente eso: un escudo contra la influencia yanqui; y con su arraigo en el pueblo de México logró anteponerse a la música extranjera. Las canciones del “gran José”, interpretadas por las trompetas de un mariachi, provocan una sensación y una emoción tan intensas que hacen que nuestra piel se enchine porque calan hasta lo más profundo de nuestra identidad nacional.
En seguida transcribo la canción llamada 15 de septiembre, de José Alfredo Jiménez, porque en su letra se expresa el interés por generar la unidad nacional:
“Es el pueblo de Dolores,/qué pueblito, qué terreno tan bonito,/ tan alegre, tan ideal;/ Guanajuato está orgulloso/ de tener entre su estado/ un pueblito que es precioso,/ valiente y tradicional;/ sus hazañas en la historia se escribieron,/ su pasado es un recuerdo/ que nos llena de valor./ Yo lo llevo en mi conciencia,/ cuna de la independencia/ alma de nuestra nación./ Viva México completo,/ nuestro México repleto, de belleza sin igual./ Esta tierra es la tierra/ que escogió pa´ visitarla/ la virgen del Tepeyac./ Es el 15 de septiembre/ una fecha que todos los mexicanos recordamos con honor;/ es el día que levantamos/ la bandera más bonita,/ es el día que recordamos/ lo que Hidalgo principió./ Que repiquen las campanas de Dolores/ y al compás de los acordes/ de nuestro himno nacional:/ Viva México, gritemos,/ que aunque estemos como estemos,/ no nos echamos pa´trás./ Viva México completo,/ nuestro México repleto/ de belleza sin igual,/ esta tierra que es la tierra/ que escogió pa´ visitarla/ la Virgen del Tepeyac”.
Tanto en la eliminatoria estatal del Estado de México del Concurso Nacional de Voces, como en las eliminatorias regionales, el Movimiento Antorchista hizo un esfuerzo ejemplar para promover el gusto por escuchar en el pueblo y cantar la música popular mexicana. Mi primer contacto con este evento ocurrió en 1990, cuando me invitaron en Chapingo a participar en una Espartaqueada Cultural en Tecomatlán, Puebla. Para esa oportunidad preparé la canción Hoy me he dado cuenta. El programa se inició a las 19 horas con la espectacular presentación del Ballet Nacional de Antorcha, que bailó excepcionalmente y que, en una ocasión, superó en calidad artística el ballet de la Universidad de Guadalajara en el propio Jalisco.
Después de esta demostración vino el magnífico discurso del ingeniero Córdova Morán; y luego, a eso de las nueve de la noche, comenzó el concurso. La primera impresión que me llevé fue cuando escuché a una niñita cantar con gran emoción, buena entonación y mucha calidad. Me sorprendí porque, sinceramente, no esperaba encontrar tanta capacidad. Más adelante cantaron rondallas, duetos y tríos. Entre los duetos estuvo uno conformado por los esposos Pizar, quienes interpretaron la canción Nuestro gran amor, de José Refugio Cuco Sánchez. Así transcurrió el tiempo sin sentirlo… hasta que me tocó participar a eso de la una de la mañana del día siguiente. También me sorprendió la emoción con la que el público gritaba las consignas: “Maestro Aquiles, tú eres nuestro líder”, “Viva Antorcha Revolucionaria”.
El concurso siguió en el auditorio Clara Córdova Morán, hasta que, a las seis de la mañana, el ingeniero Aquiles Córdova Morán, quien era el presidente del jurado, dio los resultados. Un compañero de Michoacán y yo obtuvimos el primer lugar, que consistió en una modesta medalla; pero mi mayor satisfacción fue ganar en una competencia tan reñida. En el concurso de este año, el premio a los ganadores fueron libros; y fue muy emotivo ver cómo una señora agradeció llorando su primer lugar y su libro. El pueblo canta y lo hace convencido de que, al hacerlo con Antorcha, se eleva y se convierte en un pueblo más fuerte y mejor. No es el dinero, el interés, el superfluo influjo del mercado, el cambio al mejor postor, lo que mueve a los cantantes en un Concurso de Voces del Movimiento Antorchista es el interés por competir para superarse con base en la educación que Antorcha alienta en ellos.
El sábado 24 de septiembre, en el auditorio Gota de Plata, de Hidalgo, gran escenario, se realizó el X Concurso Nacional de Voces, donde participarán todos los ganadores de las competencias regionales del centro, norte y sur del país. México canta y Antorcha otorga a sus cantantes el espacio. Felicito a todos los competidores de las eliminatorias locales, municipales, estatales y regionales, porque dieron un gran ejemplo de tenacidad y disposición. No todos pudieron llegar a las finales; pero se sabe que la final es muy reñida y competitiva. Es difícil para el jurado deliberar quiénes obtienen los primeros lugares. Ha sido necesario empatar dos primeros, dos segundos y dos terceros lugares, por el profesionalismo que existe entre los concursantes.
Antorcha promueve la música porque sabe que es también un arma de liberación de nuestro pueblo. México necesita un cambio profundo y en este momento, cuando las autoridades no son conscientes de que la cultura representa un factor fundamental para el desarrollo del pueblo, es oportuno que concursos como el nuestro estimulen en niños, jóvenes, adultos y adultos mayores el deseo de unirse en la lucha por una patria más justa y mejor para que el pueblo mexicano cante y sea libre. ¡A cantar para unificarnos, para luchar y para liberarnos!
Escrito por Brasil Acosta Peña
Doctor en Economía por El Colegio de México, con estancia en investigación en la Universidad de Princeton. Fue catedrático en el CIDE.