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Los Sentimientos de la Nación, cimiento del constitucionalismo mexicano
En la semblanza de Morelos, Dromundo recuerda que éste fue designado jefe del Poder Ejecutivo de la emergente República de México, cargo que no ejerció y le fue otorgado por los legisladores de los congresos de Chilpancingo y Apatzingán; que en las gestas militares del cura de Carácuaro sus colaboradores más importantes fueron los generales Hermenegildo Galeana, Mariano Matamoros, los hermanos Leonardo, Nicolás, Víctor y Miguel Bravo; Vicente Guerrero, Valerio Trujano, Manuel Mier y Terán; y que en dos ocasiones evitó nombrar a Galeana como su sucesor en el mando debido a que algunas intrigas le generaron desconfianza hacia él pese a las múltiples expresiones de fidelidad que aquél siempre le rindió.
Revela también que, dentro del movimiento de liberación nacional, Morelos halló la oposición interna de Ignacio López Rayón, a quien Hidalgo había designado como su heredero en la Junta de Zitácuaro; que en un parte militar, el comandante general de las fuerzas españolas, general Félix María Calleja, lo aludió como “un segundo Mahoma que promete la resurrección temporal y después el paraíso con el goce de todas sus pasiones a sus infieles musulmanes”; y que, capturado en noviembre de 1814 en Tamalapa –mientras huía hacia Tehuacán, vía Tixtla y la Sierra del Sur–, fue llevado a la Ciudad de México, encarcelado y juzgado en el antiguo Palacio de la Inquisición (Plaza de Santo Domingo) y fusilado el 22 de enero de 1815 en Ecatepec, Estado de México.
El historiador dice que los 23 puntos de los Sentimientos de la Nación fueron dictados por Morelos al intelectual y político Andrés Quintana Roo la noche del 14 de septiembre de 1813, antes del inicio de las sesiones del Congreso de Anáhuac, y que sus propuestas más trascendentes fueron la declaración de independencia absoluta con respecto a España; la abolición de la esclavitud y la tortura; la creación de una república representativa; los principios de política exterior, de autodeterminación de los pueblos y la no intervención en asuntos de otras naciones (aún vigentes y antiimperialistas); la impartición de educación pública y la designación del 16 se septiembre como fecha conmemorativa de la Declaración de Independencia.
El párrafo siguiente reseña el contenido genérico del texto histórico: “Quiero que tenga (la nación) un gobierno dimanado del pueblo y sostenido por el pueblo. Quiero que hagamos la declaración de que no hay otra nobleza que la de la virtud, el saber, el patriotismo y la caridad; que todos seamos iguales pues del mismo origen procedemos; que no haya privilegios ni abolengos; que no es racional, ni humano, ni debido, que haya esclavos, pues el color de la cara no cambia el del corazón ni el del pensamiento; que se eduque a los hijos del labrador y del barretero como los del más rico hacendado; que todo el que se queje con justificación, tenga un tribunal que lo escuche, que lo ampare y lo defienda contra el fuerte y el arbitrario”.
Escrito por Ángel Trejo Raygadas
Periodista cultural